Todos estamos hablando del Paquete Económico 2020, un escenario bastante conservador con tintes de que “ahora sí le vamos a atinar”.

 

Las variables utilizadas son las que todos los analistas tienen en mente. El PIB entre 1.5 y 2%. La inflación de un 3.0%, el tipo de cambio en $20 pesos y el precio del barril de petróleo en $49 dólares. Al parecer la 4T ahora habla el mismo idioma que hablan muchos de sus críticos y no tiene números que son más optimistas de lo que deberían de ser.

 

Según lo dicho por Arturo Herrera, la propuesta del paquete económico se fundamenta en 3 pilares: Austeridad, disciplina fiscal y eficiencia tributaria.

La austeridad la hemos visto en el último año de gobierno de AMLO y seguramente seguirá siendo la bandera de la 4T. Austeridad no significa no gastar, sino usar los recursos de manera correcta y eficiente. Esperemos que los que utilizan los recursos lo entiendan así, pues para ser austero, hay que seguir siendo funcional, sin caer en lo pichicato.

La disciplina fiscal tendrá que ser vista en un manejo responsable de las finanzas públicas. Además de ser austero, deberán tener un control más fuerte sobre la deuda, donde se tiene como indicador el crecimiento de la deuda como porcentaje de PIB.

Estas dos bases ya las tiene estudiadas y analizadas. Este año fue el año de la austeridad y de la disciplina fiscal. Se ha logrado una estabilidad económica y la deuda se ha mantenido controlada. Ahí va la cosa.

Lo interesante será la parte de la eficiencia tributaria. No se cobrarán más impuestos de los que ya existen. Lo que tiene que hacer es tener una manera más eficiente de cobrar a los que no están pagando y cobrar a negocios a los que no se les esté cobrando.

Las partidas que suben

Tres partidas si van a subir. El gasto social, el apoyo a Pemex y la seguridad.

Estas tres partidas son base del presupuesto pues el gasto social es el estandarte de la 4T para hacer que la diferencia entre los que menos tienen y los que más sea menor. Se dieron cuenta que lo invertido en programas sociales el primer año no era suficiente para lograr los objetivos planteados.

La seguridad es básica y se tiene que empezar a notar la mano de este gobierno. Es muy complicado lograr seguridad solo con recomendaciones presidenciales. Se tiene que hacer algo más. Tal vez no un confortamiento directo como el que hizo el presidente Calderón, pero sí algo que busque la paz en nuestro país.

Querámoslo o no, México depende del bienestar de Pemex, gran parte de los ingresos del país tienen que ver con el petróleo y el apoyo esta industria es básico para el desarrollo. El chiste es encontrar donde sí meterle y dónde no. Esperemos la mecánica de Pemex para ejercer el presupuesto asignado.

 

Lo bueno es que se sigue siendo consistente con lo planteado al inicio del sexenio. Se han hecho correcciones en las cantidades para lograr que todo lo que se planteó se pueda lograr. El tener una mayor inversión en seguridad habla de que el gobierno sabe que no estamos tan bien en ese rubro. Qué bueno que se haga y que no se crea que la nacionalidad nos hace buenas personas.

Lo malo, cosas que no sabíamos que gravaban impuestos ahora lo harán, las plataformas y servicios digitales tendrán su costo, más IVA que seguramente le cargarán al usuario.

No detecto, al menos de primera mano, inversión en infraestructura. La construcción es base del desarrollo también, por lo que tener en mente ese tipo de desarrollos a lo largo y ancho del país ayuda muchísimo, tanto o más que los programas sociales.

Lo mejor, habrá castigos más severos contra los evasores fiscales y contra las empresas fantasmas que se aprovechan de nuestro sistema recaudatorio. Más comercio formal y menos informal, eso también le da una base más sólida al crecimiento del país.

 

Esperemos que el paquete fiscal sea analizado a conciencia por las cámaras y se le hagan las correcciones que precise. No esperaría que se hiciera con la facilidad que pasó con Carstens, pero sí que las correcciones no sean por posiciones políticas sino por desarrollo económico.

 

Lo que me da más tranquilidad es que seguramente el escenario conservador que presentó Herrera es menor a lo que realmente se puede lograr en el país. A lo que me refiero es que en la construcción de un paquete económico seguramente se tienen muchísimos escenarios con muchas variables. El conservador no debería de ser el escenario esperado que es un poco más optimista que el conservador y que se puede lograr apretando un poquito más la máquina.

Sin ser positivista, yo esperaría que Arturo Herrera tenga un par de ases bajo la manga para lograr mejores números que los proyectados aunque estos números, basados en la situación actual del país y de la economía mundial no me parecen fuera de lugar.