En Nuevo León los líos con el estira y afloja del transporte público no nada más es cuento de nunca acabar, sino que se ha vuelto un río revuelto que da ganancias a pescadores políticos.

Ahí tiene usted al senador panista Víctor Fuentes quien clarito se vio buscando reflectores al sumarse, aunque sea por un rato, al movimiento de Únete Pueblo de Rocío Montalvo a quien acompañó a sentar una denuncia contra 9 empresarios transportistas que por sus pistolas subieron las tarifas, pese a la negativa del Gobierno de Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”.

Claro que el Gobierno estatal se ha visto lento y tibio en aplicar la ley mientras que en el Congreso los diputados, que andan de vacaciones (ellos le llaman receso) se enconcharon para no avalar la solicitud de deuda estatal para comprar el transporte Público.

Y así por el estilo, el que paga los platos rotos es el usuario, porque a poco cree usted que los transportistas van a hacer caso y se someterán a las tarifas oficiales.

El problema va creciendo y no se ve una solución pronta, porque las partes no van a encontrar acuerdo.

Seguirá el pueblo pagando los desacuerdos.