Sí, la mayoría del pueblo de México, de todas clases, sigue siendo bueno y productivo. Quien asegure lo contrario se deja ver como falto de ética porque en efecto se aprovecha de la tragedia ajena como bien se expresó. Y por carecer de fundamento su generalizado decir, se plasma como promotor de la división de la sociedad con base en magnificar imaginadas consecuencias de un evento trágico. Los conocidos reaccionarios conservadores con plumas dedicadas al directo o sutil sospechosismo rapaz contra acciones del gobierno--presentado como análisis u opinión personal-- llegan a extremos en sus deducciones, estorban la pacificación, promueven la descalificación sin sustento, van contra intereses de los ciudadanos de la nación que masivamente caminamos junto a nuestro gobierno hacia la conquista de la limpia y pacificación de México. ¿Quieren ver enfrentamiento violento, quieren escribir sangre? ¿O lo que prefieren es que continúe la corrupción? Pues no, no se les va a hacer señores, este gobierno del pueblo es ante todo paz y amor, justicia y trabajo. Si hubiere sido necesario, el liderazgo del pueblo hubiera llegado al extremo que llegó Gandhi en la India. No hubiese cejado en la conquista de la paz y justicia social sin balas, con puro apoyo del pueblo bueno y trabajo proactivo.

En estrategias anti corrupción utilizadas por este gobierno irá impresa la no violencia, que en caso de la cancelación del flagrante robo de combustible habrá protección y vigilancia, ni combate ni balas. Dadas las circunstancias conocidas hasta hoy del tristísimo siniestro en Hidalgo, contando con el hecho de que no es la primera vez que esto sucede pues ha habido en la historia decenas de muertes por ello con anterioridad, pero se mantenían dichas explosiones y víctimas con bajo perfil sin darle importancia, dado el crimen que implicaba en contubernio con las administraciones públicas. Por lo que no es prudente decidir o sugerir que la explosión en el ducto cerca de Tula fue un acto de terrorismo, podría parecer una sugerencia irresponsable o intencionada, o dirigida a la propaganda mediática. Adjudicarle la explosión al narcotráfico abiertamente, es por probabilidad una falsa especulación, que se presta para denostar estrategia del gobierno demócrata, comparándola, sin sustento, a estrategias violentas fallidas del régimen anterior.

El apoyo para estas comunidades de Hidalgo que vivían del huachicol, así como demás poblaciones en zona del bajío donde más se practicaba como modo de vida la ordeña de ductos para el sustento de cientos de familias, éstas serán apoyadas por el gobierno de la república. Serán convencidas por dichos apoyos palpables de dar un giro a sus vidas en pos del cambio para cooperar en la recuperación de la salud de México. El gobierno está comprometido con el pueblo para interceder con acciones que produzcan mayor bienestar en los núcleos familiares vulnerables. AMLO no cejará en ninguno de los dos aspectos: ni en la lucha contra la corrupción que los gobiernos anteriores no combatían sino solapaban, ni en los apoyos necesarios para que la gente que se dedicaba a este delito sumamente peligroso del huachicol que además será tipificado como grave—y otros-- se le apoye como prioridad para que logre abandonar esta ilegal mortal actividad que roba el patrimonio nacional que pertenece a todos y no sólo a unos cuantos.