En esta semana de plano las cosas le pintaron muy mal al presidente Andrés Manuel López Obrador.

1.- Todavía no se asentaba el polvo que levantó la furibunda renuncia del trapecista Germán Martínez a la dirección del IMSS, cuando el periódico Reforma, llamado por el tabasqueño como el diario más Fifí de todos, publicó una lista con los nombres de 36 periodistas que recibieron dinero de la administración de Enrique Peña Nieto.

El Reforma publicó la lista diciendo que era una información que venía de la Presidencia.

Una vez más el presidente tuvo que decir que Presidencia no había mandado nada y le tiró la bolita al INAI que igualmente se deslindó de la filtración.

Hace apenas unos días, en una rueda prensa el vocero Jesús Ramírez Cuevas aseguró que existía una relación de periodistas que en el sexenio pasado habrían recibido cantidades millonarias del peñismo.

Lo cierto es que a estas alturas Ramírez Cuevas empezó el lío de las acusaciones y por eso ahora está en el ojo del huracán.

Y el tema de la filtración sigue siendo pasto de las redes sociales.

2.- Apenas unas horas de que la ya ex titular de Semarnat, Josefa González Blanco Ortíz-Mena renunciara a su cargo por haber demorado la salida de un vuelo de Aeroméxico, se especuló que el inefable ex gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello sería quien sustituiría a la dimitente.

De inmediato en redes sociales condenaron esa posibilidad.

El frívolo ex mandatario no tiene el perfil, ni técnico ni político para integrarse al gabinete de AMLO.

En la Semarnat tiene que llegar alguien que acepte la Jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum.

AMLO ya no quiere saber nada de polvorientas contingencias y Sheinbaum no solo tiene su simpatía, sino su total apoyo.

La Jefa de Gobierno que conoce perfectamente el tema ambientalista podría recomendar a un perfil político que supiera coordinar sus esfuerzos con gobernadores como Alfredo del Mazo del Estado de México, Cuauhtémoc Blanco de Morelos u Omar Fayad de Hidalgo.

O de plano Sheinbaum puede proponer como nuevo titular de Semarnat a un técnico y atajar de manera integral el problema de la contaminación en el área metropolitana.

3.- Los enojos de López Obrador fueron causados por problemas como el desabasto de medicinas y la falta de camas y médicos en los hospitales del gobierno.

A esa crisis se sumaron versiones de que habría más renuncias en el gabinete. Es manifiesto que el de Macuspana no está conforme con el desempeño de sus colaboradores en materia energética y algunos de los funcionarios de hacienda como la poderosa pero implacable Oficial Mayor de Hacienda Raquel Buenrostro.

Recortes y despidos producto de las medidas de Buenrostro, tienen a varias áreas sociales estratégicas del gobierno de AMLO al borde de una crisis administrativa.

Pues ya veremos cómo le va en la próxima semana al presidente de México.

Este semana negra que vivió, culmina con la especulación de que, como recomienda Verónica Malo en su columna de hoy en SDP, se produzcan otras renuncias.

O ya cuando menos una dimisión más que calme las agitadas aguas que hoy golpean a la 4T.