El sector energético en México parece todo un circo, no sólo por el tema de la extradición y liberación de Emilio Lozoya con todo y sus presuntos videos; ni por el tema de la refinería de Dos Bocas y los contratos a los cuates de Nahle, Roberto Madrazo y Manuel Gurría Ordoñez; o por el supuesto litigio de los ductos que armó Manuel Bartlett -con todo y sus 23 mansiones o; el tema del ducto que pasa por territorio Yaqui operado por la empresa IEnova que recibirá el apoyo gubernamental para cambiar el trazo.

El tema energético, en los tiempos de la 4T, nada tiene que ver con la idea “revolucionaria” y de defensa a la soberanía, sino que se mueve al son que toquen Donald Trump y sus intereses.

 

El Gas de Trump a Asia

El pasado lunes AMLO, en su tradicional “carpa” matutina, dio a conocer una gran idea, que claro, no es de él ni de su equipodel sector energético, con su retórica de siempre dijo que su Gobierno analiza vender el excedente de gas que hay en el país y que se podría licitar con empresas para enviarlo a Asia para su comercialización. Gran idea.

Agregó que está el caso de la empresa Sempra, la cual está solicitando un permiso para vender gas en Japón de su planta de Ensenada y se podría llegar a un acuerdo para que ese excedente se pueda comercializar y no cueste al Gobierno.

La realidad es que ese “negocio” se fraguó en la cena que sostuvieron los presidentes de México y Estados Unidos con un grupo de empresarios en la pasada visita de AMLO a Washington y al parecer, donde instruyeron para que se dé sin contratiempos.

Jeff Martin, director de Sempra, que asistió a esa cena, anunció ese día “una inversión muy importante en México”. “Nuestro proyecto de exportación de gas natural licuado de mil 900 millones de dólares, que se espera cree más de 5 mil empleos altamente calificados en EU y México, es un testimonio de los beneficios del T-MEC y una nueva fase de cooperación en la región”.

La motivación de Sempra de vender energía a Asia desde México, obedece a que Estados Unidos impone ciertas restricciones para vender energía, sobre todo en petróleo, gas natural licuado (LNG), gasolina, diésel y algunos petroquímicos.

Por otra parte, en Estados Unidos utilizaron el “fraking” y los inventarios de gas natural se fueron al cielo, por ello hoy en día el gas de la región Norteamérica es el más barato del mundo y existe la urgencia de sacarlo y venderlo al mejor precio posible.

Las empresas de energía de Estados Unidos, como Sempra, buscan cómo realizar la venta del gas natural y utilizan a México como trampolín.

 

Salinas/AMLO y los de siempre

La empresa Sempra tiene su filial en México, IEnova, que dirige Carlos Ruiz Sacristan y Tania Ortiz Mena, la sobrina de Carlos Salinas de Gortari y también prima de la exsecretaria de Medio Ambiente, Josefa Blanco Garrido Ortiz Mena. El abogado de la empresa, René Buen Tello Carbonell es hermano de Carlos quien, junto con Eduardo Mariscal, realizaron uno de los grandes fraudes del periodo salinista, el de Grupo Havre.

IEnova tiene una larga historia de conflictos sociales, políticos y de corrupción en México.

Entre ellas está que se benefició, con el favor de Emilio Lozoya, de la adjudicación directa para construir el gasoducto “Los Ramones” fase 1 –una de las obras emblemáticas de la administración de Enrique Peña Nieto.

Después, y poco antes de salir de Pemex, el hoy “testigo” de lujo de AMLO, desincorporó la participación de Los Ramones y vendió a IEnova su participación en al menos un 14% menos de su valor, dejando el control absoluto a la empresa con quien hoy AMLO quiere establecer alianza para vender gas natural a Asia.

Esta trama del gasoducto Los Ramones se muestra en una investigación de Código Magenta que muestra la estructura de empresas fachadas que usó Pemex para dejar el control a IEnova, a través de las empresas filiales de Pemex, desde donde fraguaron la transacción personajes como Alejandro Martínez Sibaja, director de Pemex Gas y Petroquímica Básica y su hija que trabajaba en TAG Pipeline (empresa de Pemex), así como la utilización del despacho de Jesús Rodríguez Dávalos, quien a su vez es primo político del exsecretario de Energía de Calderón, Jordy Herrera y nieto de quien fuera el subsecretario y amigo de Antonio Ortiz Mena, Jesús Rodríguez y Rodríguez.

Además de este escándalo, IEnova ha protagonizado una serie de conflictos como el de la disputa por terrenos en Baja California donde hicieron su planta de licuefacción, la disputa por clientes industriales en Torreón a la empresa SIMSA o, el trazo del ducto, que hoy AMLO va a arreglar cambiando el trazo, claro, con cargo al erario.

El presidente López Obrador también comentó, en lo que será el negocio del siglo de vender gas a Asia, que hay “la posibilidad de poner también una planta para tratar gas en Salina Cruz, Oaxaca, del gas del Golfo, por el Istmo hay ductos para poner la planta y también vender a Asia y no descartamos la posibilidad de llevar gas a Centroamérica".

Pues bien, el gas que recibirá, si se hace la estación de regasificación en Salina Cruz, vendrá con toda seguridad del ducto submarino Houston-Tuxpan, cuya propiedad y operación es de IEnova. En este caso,México simplemente servirá de trampolín para dar origen distinto al gas que se venderá en Asia, y si se vende a Centroamérica, se lo venderán cuatro o cinco veces más caro que si llegara en ducto.

Así lo quisieron hacer para resolver la escasez de gas en Yucatán. Trascendió que IEnovea presionó para hacer la planta en Puerto Progreso que representaría un costo del gas de aproximadamente 11 dólares frente a los 3 que costará llevarlo por ducto. Los yucatecos se salvaron, no por AMLO, sino por imposibilidad técnica, el bajo calado de las costas yucatecas que impiden que lleguen grandes barcos. Ahora será Salina Cruz.

Por supuesto, esta trama, este favoritismo a la empresa Sempra no saldrá en el circo de Emilio Lozoya, a pesar de que el esquema de la venta de plantas sea similar al de agro nitrogenados a AHMSA.