No somos el primer mundo pero las reacciones de los candidatos que perdieron fueron más que respetables. La verdad estoy gratamente sorprendido de la civilidad y la amabilidad con la que anunciaron que no fueron ganadores en la contienda electoral del 2018.

Sabemos que fue una contienda electoral dura y difícil donde hubo una campaña durísima y complicada. La vivimos por redes sociales y eso la hizo todavía más cercana. Tuvimos las campañas hasta en la sopa y hoy en no habiendo pasado más de una hora los 3 contrincantes aceptaron que no ganaron.

Chapeau Meade

El que pega primero, pega dos veces.  Hoy José Antonio Meade se ha convertido en ejemplo para todos los políticos mexicanos. El partido en el poder aceptó su derrota, con un Meade visiblemente emocionado. Solo habían pasado 10 minutos del cierre de campaña en todo el país y Meade salió al ruedo y aceptó que no iba a ser el ganador, además enunció que el ganador de la contienda era Andrés Manuel.

Después de eso habló de irse a meditar y reflexionar sobre la derrota. Buscar entender dónde se equivocaron y por qué no tuvieron la preferencia del voto. Desde hoy me declaro admirador de Meade pues supo reconocer su derrota a pesar de ser el representante del partido oficial en el poder.  No es costumbre del PRI pero no sería mala idea que Meade fuera de nuevo el candidato para 2024. Si no es para el PRI podría ser para cualquier otro partido, coalición, alianza o de manera independiente. El 2024 podría un mucho mejor candidato y José Antonio podría tener una mucho mejor oportunidad para llegar a la presidencia. Espero que Meade y su equipo de trabajo se lo piensen.

Bien Anaya

Siguiendo lo que hizo Meade, cuarenta y cinco minutos después del cierre de casillas aceptó que no era el ganador y que AMLO era el vencedor. No tenía que hacerlo y lo hizo. Después de una campaña tan dura, es complicado aceptar que no se gana.

Después de aceptar la derrota, condenó al actual gobierno de México por el supuesto ataque que tuvo durante la campaña. Aunque aclaró que este ataque no tuvo injerencia en la derrota de su coalición y en la victoria de Morena.

A diferencia de Meade, Anaya dio un discurso más partidista. Se presentó como la real oposición. Dijo que apoyaría en las cosas en las que tienen visiones que coinciden pero que en las cosas que difieren serían duros e imbatibles.

Sorprendente la declaración de Anaya y un ejemplo a todos sus seguidores para que sepan aceptar la derrota.

También el Bronco

Aunque todos sabíamos que el Bronco no representaba gran amenaza para ningún candidato, también aceptó que no iba a ser el ganador y aceptó que López Obrador sería el ganador de la contienda.

Habló de la relación de Nuevo León con el nuevo gobierno con el cual convivirá 3 años. ¿Podrán llevarse bien después de todo lo que le dijo el Bronco en los debates y durante las campañas? Seguramente sí, le conviene a Andrés Manuel y le conviene al Bronco.

Empezamos una nueva era

Creo que empezamos bien. Las cúpulas de los partidos no se pelearon, aceptaron su derrota. Ahora el sueño de AMLO comienza y las propuestas se tienen que convertir en acciones. También suena que Morena tendrá mayoría en el Congreso y en la Cámara. Exigimos lo que nos prometieron y esperemos un futuro mejor.

Hoy ganó la democracia. AMLO debe de aceptar que no fue el ganador absoluto y tiene que buscar la aceptación de la mitad de las personas que no han votado por él. Esperemos que esta mitad del país trabaje también para que México sea mejor para todos. No vale decir “Andrés Manuel no es mi presidente”, lo qué hay que decir es “México es mi país y voy a trabajar porque sea mejor para mí, para mi familia y para mi comunidad”. Creo que eso es lo que debe de ser.

Esperemos un mejor México porque hoy México expresó su opinión y esta opinión fue respetada por las instituciones políticas representadas por sus candidatos.