El primero de enero del 2020, los negocios dejaron de entregar bolsas de plástico para guardar mercancías. Así, la sociedad mexicana comenzó la búsqueda incansable de bolsas de plástico para guardar la basura y recoger la caca de sus mascotas.

El 6 de Enero de ese mismo año, los Reyes Magos me obsequiaron una máquina del tiempo, con la que viajé al 2022, para ver si eso realmente ayudaba al medio ambiente. Estas son las notas que tomé de mi viaje al futuro.

 

Bolsas del pasado

Al principio, la población buscó las bolsas que tenían almacenadas. Se utilizaron las que estaban guardadas en alacenas, armarios, sótanos, etc. Al terminarse, trataron de usar aquellas que resguardaban documentos y objetos del pasado, descubriendo que tenían bolsas de tiendas que ya no existían, como Gigante; esto provocó severos shocks psicológicos.

 

Bolsas del mal

Algunas tiendas le sacaron provecho a las bolsas que se les quedaron antes del 2020, obsequiándoselas a políticos, celebridades y clientes preferenciales, generando una polarización en la sociedad.

También surgieron casos de marchantes que, en la trastienda, otorgaban bolsas de plástico a cambio de sexo.

 

Tiendas clandestinas

Como suele suceder en la humanidad, una vez que se prohíbe una cosa, la gente desea practicarla más.

Algunas tiendas publicitaron en secreto que ellos sí daban bolsas de plástico y aumentó su clientela.

 

Otros materiales

En la Condesa proliferaron “bolserías artesanales”, donde se vendieron costales, petates, huacales, hojas de mixiote, que compraron los hipsters, pero la mayoría de la población no pudo adquirirlas, pues sus precios estaban por arriba de una botella de mezcal, y no iban a tirar la basura en empaques más costosos que la propia mercancía que generó la basura.

 

Basura en casa

Con tal de no guardar la basura en bolsas de plástico, la gente empezó a echar la basura por excusados y fregaderos, provocando severos problemas de drenaje.

Otras personas almacenaron la basura en habitaciones sin usar, provocando malos olores y la proliferación de ratas y cucarachas.

También surgieron conflictos en el gremio de recolectores de basura.

 

Revueltas sociales

En los departamentos de frutas y verduras de los supermercados, les fue difícil sustituir las bolsas pequeñas de plástico transparente, por cucuruchos de papel, así que la gente se volvió vegana, con tal de echar su basura en bolsitas pequeñas.

Quienes dependían del negocio de la venta de carne iniciaron cacerías de veganos.

También hubo enfrentamientos entre ecologistas y usuarios de bolsas de plástico. A esto se sumaron guerrillas marxistas por la defensa del salario, ya que la compra de bolsas de plástico (que antaño eran gratis) afectó la administración de muchas familias, económicamente débiles.

 

Empoderamiento del narcotráfico

Los narcos empezaron a dar bolsas grandes en vez de bolsitas, para guardar cocaína, por ello, se redobló la adicción.

 

Aumentó la venta de bolsas de plástico

Muchas personas, temerosas de que la prohibición presagiara una escasez, adquirieron más bolsas de plástico que en los tiempos que eran permitidas, lo cual, fue contraproducente para el medio ambiente.

 

Se prohibieron las bolsas de tela

Cuando se descubrió que la fabricación de las bolsas de tela generaba más contaminación que las de plástico, también se prohibieron, por lo que la gente tuvo que llevar su basura en brazos al camión recolector.