En la mañanera del jueves, el presidente López Obrador dijo que el periódico Financial Times debería pedir perdón al pueblo de México por no haber dado a conocer la corrupción de los gobiernos que le antecedieron. Error, el diario sí lo hizo. Y no solo una vez; al menos en tres ocasiones durante la gestión de Peña Nieto.

1° de abril del 2018, el Financial Times fustigó: “la corrupción e impunidad con EPN tienen muy enojados a los mexicanos”. Es más, en ese momento auguró que López Obrador ganaría las próximas elecciones presidenciales.

√ Anteriormente, a raíz de la entrevista que le hizo el FT a Enrique Peña Nieto en marzo de 2015, la publicación destacó lo siguiente: “México ocupa el lugar 79 de 99 en lo referente a la vigencia del imperio de la ley.” El rotativo, además, citó a Gabriel Zaid interpelando al primer mandatario: “la corrupción no es una característica desagradable del sistema; es el sistema”, y le espetó un ¿qué hará usted al respecto?

√ El 14 de agosto de 2015, el diario criticó la inseguridad y la violencia imperante en el país. Tituló su nota “Las muertes de los buscadores de la verdad enturbian a México”. Las muertes en ese momento (las de Ayotzinapa y de diversos periodistas) habían “sumado a la desconfianza a un país sumergido en una crisis de seguridad”. Siguió con: “El fracaso del gobierno para hacer frente a estas preocupaciones está en agudo contraste con otros esfuerzos. Pero al mismo tiempo, el crimen organizado ha florecido en los estados de la costa del Golfo…”.

En fin, como se puede observar, el FT ciertamente no se quedó callado ante las injusticias y corrupción en el periodo de Peña Nieto.

La verdadera razón del enojo presidencial estriba en que, un día antes, la reconocida publicación financiera pidió que Andrés Manuel aceptara que la situación económica de nuestro país no era muy halagüeña, así como escuchar al novel secretario de hacienda, Arturo Herrera, y darle la oportunidad de restablecer la credibilidad de los mercados. Ello además de pedirle que “deje de confiar en sus datos”, pues estos son en ocasiones diferentes a la realidad.

En todo caso, ¿para qué enojarse ante una casa editorial si está convencido de que va por el camino correcto? Informado como pocos políticos, sorprende que López Obrador distorsione de esta manera la realidad periodística —no es la primera vez que lo hace— y se exponga a que se le refute con cualquier revisión hemerográfica. 

Tapar el sol con un dedo es de ingenuos o de mentirosos. ¿Tiene sentido que el presidente de México se arriesgue a que se le califique de esa manera?

Y, por lo demás, el presidente Andrés Manuel queda como alguien inmaduro al exigir a un medio  de comunicación pedir perdón a la ciudadanía. No, así no son las cosas. No debe solicitar ese tipo de acciones porque existe la libertad de expresión. Eso sin olvidar que debe separar la crítica hacia su persona, de lo dicho sobre el país. En este caso, el editorial del FT no se opone a México, ni si quiera a él, solo lo pide que escuche al nuevo secretario de Hacienda —¡escogido por él!— y usar cifras verificadas y contrastadas. Eso es todo.

El gran Abraham Lincoln dijo: “Se puede engañar a todo el mundo algún tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todo mundo todo el tiempo”. Lo mismo con respecto a la respuesta emitida por López Obrador.