Al prestigio del Ejército Mexicano, reconocido en la opinión pública y las encuestas inclusive muy por encima de los aislados casos de sus intervenciones equívocas, se ha unido durante esta administración un conjunto de tareas basadas en su eficiencia y honestidad institucional fundamentales.

El modelo que fortalece economía y seguridad en cinco estados del sur del país, presentado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, y que asigna a las Fuerzas Armadas papel de administrador de tres tramos del Tren Maya, de los Aeropuertos que se construyen en Tulum, Palenque y de la Ciudad de México, además el que ya opera en Chetumal, enfatiza esa decisión estratégica del gobierno federal en contraste con los proveedores privados habituales y controvertidos en muchos casos, de las pasadas administraciones.

Se ignoró la creación de infraestructura para el crecimiento de la zona que tiene riqueza ambiental, turística y social. Existe controversia respecto de algunos elementos ecológicos, de la sustentabilidad en el largo plazo de los proyectos, de la concentración de tareas en ese acompañamiento militar de la obra pública del gobierno actual y, también, es necesario que en cada caso se valore el debate y no se le disocie de su probable origen, eventualmente de quienes han sido desplazados del usufructo del erario.

La doble razón para que Sedena administre la obra es evitar el riesgo de privatización y fortalecer presencia de los cuerpos de seguridad para que la seguridad se incremente en Chiapas, Tabasco y Quinta Roo, y mantenga los buenos indicadores en Campeche y Yucatán, entidades de mayor seguridad en la nación.

Proyectos y obras están en curso. Las Secretarías de Marina y de la Defensa Nacional tienen plena participación y ahora asumen una corresponsabilidad en la construcción, y en la viabilidad de la empresa para dar beneficio de las utilidades a jubilados y pensionados que han prestado servicio en ambas secretarías.

La administración del tren, de Tulum hasta Palenque, más los aeropuertos de Tulum, el Aeropuerto de Chetumal, el Aeropuerto de Palenque y el Aeropuerto Felipe Ángeles de la Ciudad de México, son obras mencionadas que dependerán de una empresa de las Fuerzas Armadas, en esa búsqueda de cancelar desorden o corrupción.

Además, la frontera sur tiene -como ya los tenía la frontera norte- una política fiscal favorable en la que, a partir del primero de enero, el ISR sólo será del 20%, el IVA a la mitad, es decir 8% y Chetumal, será de nuevo zona libre en materia comercial.

El servicio del Tren Maya, en palabras del Presidente de la República debe tener una tarifa justa, una mayor para el turismo, y una baja para el transporte de carga. En la zona habrá una base aérea de la Secretaría de Marina en Tulum, parte del complejo del aeropuerto, la estación del tren y del desarrollo urbano, que servirá para el reordenamiento urbano. El plan realmente constituye una mirada al sur por lo que es importante concretar los objetivos.

La población quiere desarrollo, los actores políticos controversia. Tal vez eso tenga que ver con los altos índices de aprobación del presidente.