Sintetizo la columna de hoy viernes de Francisco Garfias, publicada en Excélsior:

1.- Circula una lista “de los veinte ‘periodistas huachicoleros que succionaban dinero a Pemex a través de sus sitios de internet’ —así se titula— en cinco de los seis años de gobierno de Enrique Peña Nieto (2013-2017)”.

2.- “Mi nombre estaba allí (el de Pancho Garfias, sí, pero el mío, Federico Arreola, también)”.

3.- Hay otros “destacadísimos y prestigiados colegas acusados de complicidad con los ladrones de combustibles”.

4.- A Garfias le atribuyen 580 mil pesos. Dice el columnista: “revisé las cuentas. La cifra es correcta. Es lo que nos pautó Pemex  en banners y videos a lo largo de ese lustro, para el portal que dirijo: ElArsenal.net”.

5.- “Nada de qué avergonzarme. Dividida entre los 60 meses que tiene un lustro, esa cantidad da un promedio de 9 mil 666 pesos al mes” (Yo tampoco me avergüenza, ni creo que se avergüence nadie de esa lista. En mi caso, no he recibido nada. Seguramente SDP Noticias, uno de los portales con más lectores en México, ha difundido publicidad de Pemex, como de muchas otras empresas públicas y privadas e instituciones de gobierno).

6.- “Al principio no le di importancia. Me pareció uno más de los vomitivos textos que abundan en las redes sociales. Mala leche de un desconocido ávido de reflectores”.

7.- “Es más, coincido con Federico Arreola, quien ayer escribió sobre el tema, en que hay dinero detrás de la difusión de esas listas. Me canso ganso”.

8.- “No conozco al señor Julio C. Roa, autor de texto.  Nunca había escuchado de él. Por esta vía le pregunto, ¿Recibir pautas publicitarias de Pemex nos hace aliados de la mafia huachicolera? ¿Nos arrebata el derecho a criticar? ¿Un reportero no tiene derecho a dirigir un portal y buscar cómo sostenerlo sin caer en señalamientos baratos? ¿Quiere exhibirnos como ladrones? ¿Intimidarnos?”.

9.- “Apenas me entero que ese señor Roa es un activista que vive en Toronto, Canadá. Tiene una lavandería”. (Roa, hace algunos años, publicó artículos en SDP Noticias, en los que me inclusive me calumnió; se le respeto su punto de vista, luego el tipo enloqueció. En mi opinión, es un imbécil”.

10.- “Por el intercambio que sostuvo (Roa) el pasado domingo en Twitter con Raymundo Riva Palacio, nos enteramos que nadie le dio trabajo como periodista en México”.

11.- “Esto escribió el respetado columnista de El Financiero sobre Roa: ‘Es un difamador que usurpa la profesión de periodista. Es un lavandero que vive en Toronto y que lleva años difamando periodistas’. Y le dice directamente: ‘La mentira es tu interpretación. No te escondas en medias verdades. Eres un manipulador. Por eso nadie te dio trabajo en México’…”.

12.- “Las respuestas de Roa en Twitter, por cierto, fueron borradas. ¿Por qué sería?”.

13.- “Es lamentable que utilice esa lista para intentar desprestigiar, difamar, acobardar, lastimar a los periodistas que critican”.

14.- “Ayer mismo volvieron a la carga. Replicaron por todos lados” la calumnia. Una bajeza.

15.- “Hago mías las palabras publicadas, ayer, por Federico Arreola en SDP Noticias: me honra que me ubiquen en esa lista junto a profesionales del periodismo tan destacados”.

16.- “Destaco, también, los señalamientos de Marco Levario Turcott, el mero-mero de la revista Etcétera: ‘La difamación contra periodistas está empezando a ser recurrente, como un método para presionar e inhibir la pluralidad en las redes sociales y en los medios tradicionales’.”.

17.- Si eso es lo que buscan, se van a quedar con las ganas”.