Si de Felipe Calderón dijeron las encuestas de la UNAM que era considerado el mejor presidente de México de la historia, bueno por lo menos desde 1970, no hay duda de que el presidente López Obrador es el más popular y el que más alto tiene el nivel de aceptación, es el más querido y el más amado, pero está muy lejos de ser el mejor.

Cuando Ernesto Zedillo dio su segundo informe de gobierno parecía que era el primero, el primer año pasó desapercibido, el pueblo estaba tan golpeado que no se dio cuenta que dio su primer informe de gobierno, en aquel entonces había habido una crisis terrible generada en el año 1994, desde la incursión del ejército zapatista a la vida nacional, el asesinato de Luis Donaldo Colosio y el asesinato de Ruiz Massieu, el dólar se había disparado, la inflación estaba altísima, los empleos a la baja, el PIB cayó 0.9 billones de pesos, las reservas internacionales por los suelos, apenas habían 6500 millones de dólares de los 27 mil millones que había un año atrás.

Ahora sin haber crisis de por medio la 4T ha tenido el peor arranque del presente siglo, sin haber hecho nada, dejando que las cosas se siguieran haciendo igual habría un crecimiento del 0.8% al 2%, no es así, los resultados son peores, el crecimiento del segundo trimestre fue de 0.0%, el del primer trimestre se perdieron 0.8 billones del PIB, los proyectos de inversión están suspendidos, la salvación de PEMEX depende del redondeo pero México está feliz, feliz, feliz. Algunos aduladores señalan que la economía está muy bien porque la inflación prácticamente permanece en lo estimado, no hay mayor devaluación y no se ha endeudado al país, de estos puntos el sobresaliente es que no se ha endeudado al país.

La deuda sigue creciendo y ya es mayor que las reservas internacionales, a diferencia de la administración de Calderón que las reservas eran en un 30% más que la deuda externa; pero tanto la inflación, como el tipo de cambio, así como las reservas internacionales dependen de las políticas con las que se maneje el Banco de México, de ahí de su importancia de su autonomía. Por eso lo de aduladores, o es gente que no sabe de políticas económicas nacionales o es gente que utiliza esos datos para andar floreando al presidente. Digamos que no son logros del presidente, son resultado de los ajustes que hace el Banco de México para controlar la inflación.

Antes de Ernesto Zedillo esas políticas eran mal manejadas por el presidente en turno, hasta que el presidente Zedillo reconoció la autonomía del banco de México y a partir de entonces el presidente no le puede echar mano, mangonear o manipular los dineros de la nación como le venga en gana, hasta que le quite la autonomía al Banco de México promoviendo leyes, que le otorguen el poder de hacer uso indebido de los recursos de la nación, digo alguien que no entiende que no entiende que ir requetebién es tener un déficit en el PIB, no podrá hacer más que un uso indebido de los recursos de la nación.

No hay un solo indicador que muestre que el presidente Obrador esté haciendo mejor las cosas que cualquier ex presidente en el momento de su gobierno, si hablamos de Ernesto Zedillo en su momento en su primer trimestre de gobierno el país perdió 0.9 Billones de pesos y a partir del siguiente trimestre es que comenzó la recuperación de esa pérdida, tardó dos años para que el PIB volviese a estar de cuando lo recibió; si hablamos de Felipe Calderón cuando tuvo que enfrentar la crisis de inmobiliarias en Estados Unidos, en el primer trimestre de 2009 el país perdió 1.3 billones de pesos, pero las medidas tomadas hicieron que en un lapso de 9 meses se recuperaran esos 1.3 billones de pesos de PIB.

Si hablamos de López Obrador se observa que no solo no hay medidas tomadas de recuperación, el segundo trimestre presenta estancamiento y el tercer trimestre se verá repercutido por la segunda reprobada de PEMEX con los tenedores de bonos, por el informe de gobierno carente de información que otorgue confianza a los inversionistas, por las estimaciones nuevamente a la baja del banco de México, el nulo roce que tiene el presidente en el ambiente internacional, no con Guatemala, El Salvador u Honduras, con países con los que se debe hacer comercio, por ejemplo con los Chinos y ahora hay que agregarle las repercusiones internacionales como la guerra comercial entre los chinos y los gringos, la recesión en Alemania, etc.

El presidente es muy popular, pero eso no lo hace buen presidente, hasta hoy la mejor medida que haya podido haber tomado es la genuflexión que ha hecho con el magnate del poder económico, tal vez eso permita que comiencen a echarse a andar los “proyectos” con recursos privados y no los del pueblo, por ejemplo retomar el NAIM Texcoco, bueno recursos del pueblo ya no hay, ya se fueron entre la partida secreta y las becas ninis.

Don julio, hablemos de política

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