Hoy expresó AMLO que su mayor desafío es combatir la inseguridad y la violencia porque aún no se han podido bajar los índices delictivos en el país. Nos aseguró que en ello está cada día. Porque los demás proyectos de la 4T van avanzando, pero el reto a conquistar finalmente, es la paz. Que la presencia protectora de la guardia nacional funcione, que se gane el respeto social para que su presencia aminore los actos criminales a través del territorio nacional. Que la renovación moral y el buen ejemplo desde arriba comience a permear. Existe la alta probabilidad de éxito porque se está actuando diferente. La transformación del carácter gubernamental se manifiesta en todos los rubros de su administración. Con especial énfasis en el apoyo a los jóvenes de bajos recursos, a la población indígena, ambos abandonados por décadas, excluidos y orillados a caer en la delincuencia, o a pasar por el sufrimiento y peligro de perecer en el anonimato del éxodo migratorio. Para la 4T el incorporarlos a la sociedad productiva del país es una prioridad y se volcarán esfuerzos para sacarlos adelante porque la paz de México también está en sus manos.

Aunque la intolerancia e impaciencia irracional de detractores de la 4T los mantenga inmersos en la negatividad sin aportar para la paz, el pueblo que sí cree en esta profunda transformación porque la está viviendo se encuentra satisfecho con las exitosas acciones a favor del bienestar incluyente que ha tomado el presidente de la república. La gente está consciente que aún persisten núcleos corruptos activos porque “…ahí viene ya el ajuste—la purificación-- y hay que apurarle a sacar el máximo jugo a los sobornos, porque ya pronto no se va a poder…”. Así se oye por acá el runrún y supongo se oirá por otros lares de los retirados municipios tan arraigados a la normativa de la constante y añeja tranza. Pero no obstante la batalla contra la corrupción se irá ganando poco a poco, se nota que México está contento con el nuevo formato gubernamental en el que impera la honestidad, la austeridad, la confianza, la credibilidad y la esperanza.

Ha sido y es notable geopolíticamente hablando, simplemente porque es el reverso de la moneda, lo opuesto de lo que sucedía antes en gobiernos mexicanos de perenne opacidad, mala reputación y desconfianza. Pero hace falta cuajar otras estrategias conjuntas entre gobierno y sociedad demócratas para atacar la violencia en México. El trabajo arduo y creativo para detonar la autosuficiencia y el desarrollo interno de la economía. La educación de cada ciudadano dirigida hacia el humanismo. Educación integral sin miramiento de raza, credo o situación económica. Ésta es la nueva ola de pensamiento que se desea para la nación y el gobierno de la 4T trabaja para que tome forma. Para que no ejerzan poder ni influencia sobre los asuntos del pueblo las jerarquías ajenas a la democracia, aunque posean derecho a expresarse coexisten con el derecho de réplica. El gobierno de la 4T trabaja para que la idea poetizada por el oaxaqueño Juárez como mantra universal “el respeto al derecho ajeno es la paz”, sea meditada, sea escudriñada por la especie humana en su profundo significado e implementada con letras de oro y estrategias adecuadas por las sociedades del planeta.