La noche en que Jaime Rodríguez Calderón ?El Bronco? rindió protesta como nuevo Gobernador de Nuevo León, sobre su antecesor, Rodrigo Medina, pendía una Espada de Damocles: Los rumores sobre su arraigo corrían como pólvora en los mentideros del estado.

Nadie sabía que Rodrigo también previó ese y otros riesgos?

Por ello llegó triunfante al Congreso y saludó a la prensa, aunque salió por la puerta de atrás.

El caso es que Medina tenía tan presente la posibilidad de su detención que tomó las precauciones pertinentes: los 15 hombres de Seguridad Gubernamental que regularmente lo acompañaban fueron relevados por otros policías de Fuerza Civil.

Al final de la noche, y aunque ya lo había pensado, Jaime prefirió irse a festejar que enredarse en el proceso que podría llevar al ex Gobernador a los tribunales, o? Absolverlo en caso de que no se reunieran los pelos de la burra.

Pero bien, a los 15 primeros hombres de la guardia, se les unieron otros 15, que ya los esperaban ex profeso en la Ciudad de México.

A estos 30 se los llevaron con todo y familia a residir en la Capital, donde también vivirá su patrón, quien pidió gente nueva que residiera allá, para evitar las filtraciones.

Cada elemento sacado de Fuerza Civil, ganará alrededor de 120 mil pesos mensuales. Los primeros 68 mil los pagará la corporación con los mismos fondos federales que recibe para sueldos y el resto, Tesorería Estatal, a través de Seguridad Gubernamental.

Esto porque se les dio el ascenso a Inspector, que es el grado más alto de Seguridad Pública del Estado y de la corporación uniformada, haciendo a un lado a la Ley de Ascensos y Recompensas.

De acuerdo a la Ley de Seguridad Pública de Nuevo León existe la obligación de darle seguridad a nuestros ex gobernantes ?hasta por el tiempo que estuvieron en el cargo?, así que al señor Medina y familia que le acompaña los nuevoleoneses tendremos que pagarle, eso sí, como dice la misma ley, ?conforme al presupuesto? nada más en sueldos 3 millones, 600 mil pesos mensuales, para que tenga los 30 oficiales que lo cuiden.

Esto al año suma 43 millones 200 mil pesos. A los tres años 129 millones, 600 mil pesos. Y a los seis años 259 millones, 200 mil pesos?

Insisto en que no considero el gasto de viáticos, gasolina, vehículos, seguros de los vehículos, armas, parque y otros minucias.

Dineros que sería bueno considerar como abonos a la gran deuda que precisamente Medina nos deja, ¿o no?

MAHUACATAS

Oiga, conste que no estamos contando aquí los otros millonarios gastos en seguridad de los alcaldes que se van, se van y se fueron.

Ahí tiene usted los 18 minutos perdidos del Tercer Informe de Gobierno, el último, de Margarita Arellanes, quien quedó en eso, en una cara bonita nada más, ya ve usted que Monterrey está entre el desastre financiero, la parálisis y los baches, que la administración de esta dama no pudo combatir.

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