No hay que confundir: que los ciudadanos se sientan seguros en San Pedro Garza García no significa que la ciudad sea segura.

Lo digo por una nota que sale en la prensa local acá en Nuevo León y que presume, a ocho columnas, que la otrora “joya de la corona” del panismo es la ciudad con mayor percepción de seguridad y se apoya en datos de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Insisto: que se sientan seguros, no significa que los sampetrinos sean dueños de sus calles y sus antros.

Lo sabe bien el alcalde Miguel Treviño de Hoyos, quien presume ser un experto en seguridad: las calles sampetrinas tienen dueño y esos dueños cargan pistola.

¿O en qué ciudad civilizada se da el caso de un supuesto empresario haciendo drifting y payasada y media con su auto a plena luz del día para que lo filmen?

Si tan bien identificado está el autor de esa maniobra temeraria, tanto que ofrece una disculpa al verse destapado por las mismas redes sociales que dice manejar, ¿no debería de haber una reacción enérgica de la autoridad municipal?

Y si la anarquía, la verdadera dueña de las calles sampetrinas no fuera la poseedora no habría accidentes de país bananero como el desprendimiento de un balcón en un edificio de departamentos de lujo, de esos que se cotizan en dólares, en la colonia de las dos mentiras, porque ni es Valle ni es Campestre.

ENCIMA DEL COVID, LA LEPRA

¿Qué falta en Nuevo León? ¿Qué cabalguen los Jinetes del Apocalipsis?

En tanto la Secretaría Salud confirmó ayer que ya hay rebrote de Covid en el estado ya que han ido en aumento las hospitalizaciones, los ciudadanos hacemos como que la Virgen nos habla.

Pero como si esta mala noticia no fuera suficiente, ayer circuló el rumor de que en Nuevo León se tienen registrados al menos 11 casos confirmados de lepra.

Una versión atribuida sin confirmar al secretario de Salud señala que al menos los pacientes se encuentran estables.

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