Ricardo Monreal Ávila es parte del primer círculo de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), en los últimos días se ha mostrado como el coordinador de la impugnación para anular la elección presidencial. Ha ejecutado funciones de vocero sobre los temas surgidos de la controversia legal que sigue el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la federación (TEPJF). También ha hecho públicas algunas pruebas presentadas a los magistrados electorales, la última sobre los estados de cuenta de Luis Videgaray.

 

Independientemente de la validez de las pruebas presentadas, cosa que se analizará más adelante, la intención es hablar sobre el verdadero Ricardo Monreal Ávila. No importa si ahora es un connotado “líder de la izquierda mexicana”, hay muchas personas que no comparten esta idea. Ya que su historia política lo coloca en muy mala posición ante la credibilidad, porque su participación en hechos vergonzosos para la democracia del país, no permiten tenerle confianza política a este personaje, desde hace mucho tiempo atrás.

 

En las elecciones legislativas de 1997 se dieron eventos históricos para la democracia, para arrebatarle ese gran poder que tenía el Partido Revolucionario Institucional (PRI) al interior de TODAS las instituciones políticas del país, la caída comenzó con la Cámara de Diputados en ese año. Los resultados dieron como mayoría simple a toda la oposición en su conjunto, fue la primera ocasión donde el PRI no controlaba de manera total la Cámara; eran 239 diputados príistas por 261 de la oposición.

 

Comandados por Carlos Medina Plascencia del PAN y Porfirio Muñoz Ledo del PRD, fue la oposición quién convocó a la instalación de la Cámara, cosa que se logró el 30 de agosto de 1997. Sin embargo, el PRI ocasionó una crisis constitucional al exigir el control de la Cámara, después ellos solo dieron pie a la publicación de documentos y convocatorias sin firmas que no respetaban plazos, formas ni redacción para considerarse legales. No hubo más problemas y el Presidente Zedillo dio su informe de Gobierno, que a su vez fue contestado por Porfirio Muñoz Ledo; convirtiéndose en el primer diputado de oposición en hacerlo en toda la historia de México.

 

Fue el Diputado electo del PRI (en agosto de 1997) Ricardo Monreal Ávila quien tuvo una participación más que importante en generar la crisis constitucional que se vivió por dos días. Citando crónicas periodísticas de ese momento (http://bit.ly/PTRslC) este señor se estuvo paseando por las instalaciones de la Cámara azuzando empleados, de hecho ellos se negaron a trabajar durante más de 60 minutos, “porque ellos laboraban para el PRI, no para los nuevos diputados”. Finalmente fue el Director de Crónica Parlamentaria, Sergio Becerril, quién dio la orden de comenzar las labores legislativas, así terminó la primera parte de la crisis cuando no querían reconocer la investidura de los nuevos diputados.

 

El 31 de agosto (http://bit.ly/RAJUG4), ya con la Comisión Instaladora en plena función para tomarle protesta, el en ese instante, Diputado electo Ricardo Monreal Ávila tomó la tribuna de la Cámara de manera ilegal; solo lo pueden hacer lo diputados que ya hayan tomado protesta. Para criticar y menospreciar los actos que se habían realizado el día anterior, Además de exigir un estado de derecho, cuando eran los príistas quienes estaban violando incluso la Constitución Política. Monreal Ávila intentó por todos los medios que no se instalara la Legislatura correspondiente al trienio 1997 – 2000, para permitir la perpetuidad del control de la Cámara por parte del PRI, solo la orden presidencial de Zedillo fue lo que lo aplacó.

 

Narró lo anterior para decir porque este personaje no debiese tener ninguna credibilidad política en la actualidad, ya que continuó haciendo de las suyas al violentar procesos institucionales. Sigo sin entender como fue posible que se convirtiera en Gobernador de Zacatecas postulado por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) solo un año después de este sainete violatorio de la Constitución… mostrando estar en contra de la oposición en su conjunto pero luego postulado por ella.

 

Cuando terminó su mandato en Zacatecas se negó a darle la estafeta al PRD, quiso manipular la elección del candidato y al no poder hacerlo volvió a violentar los procesos internos y legales. En los hechos se salió del PRD para apoyar a su hermano David como candidato por el Partido del Trabajo (PT). Por fortuna, fue Amalia García quien finalmente fue la Gobernadora del Estado, pero dejando presente toda la basura política generada por Ricardo Monreal Ávila, inclusive siendo expulsado de las filas del PRD.

 

Ahora aparece al frente de la campaña de AMLO pero haciendo más basura política con quien sabe cuales intenciones, pero de competencia legal y justa no lo son. En la semana presentó “pruebas” sobre supuestos estados de cuenta bancaria de Luis Videgaray que maneja una cuenta del Gobierno del Estado de México en Scotiabank. Sin embargo los documentos tienen fechas inexactas y erróneas, no corresponden a periodos de tiempo presentes sino futuros (http://bit.ly/Ndrjyh).

 

También el audio presentado tiene severas deficiencias, no solo en el menú de la grabación para entrar a Invertel de Scotiabank sino en la manera en cómo es atendido el “cliente” por la “funcionaria bancaria” al dar información sin verificar si es la persona titular de la cuenta o no. Fue tan burda la falsificación que dan la información bancaria y es hasta después cuando se identifica al cliente con las preguntas de seguridad. Es imposible que esa llamada se haya hecho a un sistema de banca electrónica (http://bit.ly/N8Qaok).

 

Por ello, Al mencionar a Ricardo Monreal Ávila estamos hablando de lo más bajo y vulgar que hay en la política mexicana, gente sin ética ni moral que hace hasta lo imposible por armar una mentira. Sin embargo, estas mentiras van encaminadas a mantener bajo fuego a AMLO en momentos dramáticos para la nación. No es momento de inventar pruebas que incluso son presentadas ante el Instituto Federal Electoral (IFE). Ya no más políticos nefastos que solo hacen daño a la nación para seguir satisfaciendo sus intereses personales, no debemos permitir la imposición de un presidente ayudado por personajes como Monreal Ávila.

 

Exijamos la nulidad de la elección, no a la imposición.

El TEPJF debe ser demandado por el pueblo para que ejerza la justicia.

Debemos ser miles para reclamar la democracia.