México no está en una situación económica como para sustentar todo lo que necesitan las personas que huyen de su país por diversas situaciones. En otras administraciones, el problema migrante fue tratado de otras maneras. Ahora, por solicitud de los Estados Unidos, se le tuvo que poner un candado al paso libre de migrantes que suponemos “no se quedaban en México” pero que sabemos que se quedaban más tiempo de los que todos tenían planeado.

Migrantes buenos, pregúntenle a los regios

Monterrey es una de las ciudades donde muchos de estos migrantes residen mientras llegan o cuando son regresados de la frontera norte. No es la distancia más corta desde el sur, pero sí es una de las ciudades donde pueden encontrar algo de trabajo, siempre de manera ilícita.

Si usted escucha los noticieros locales, podría encontrar notas donde hablan de centroamericanos haciendo atracos como si la nacionalidad influyera en el perfil de las personas. El temor de posibles atracos aumenta cuando un limpiavidrios le pide una moneda y lo hace con acento centroamericano. En resumen, a los regios no les gustan tanto los migrantes.

Delincuencia en el camino

No es difícil caer en las redes de la delincuencia cuando se busca comer mientras se llega al destino final, que son los Estados Unidos. No todos los que cruzan el país viven de la caridad que se les pueda dar en su peregrinar. Los que no quieren comer tortillas y frijoles buscan de otras maneras aprovecharse de los habitantes de las regiones que están a su paso.

Ojo, sería una falacia que todos los que buscan cruzar a los Estados Unidos lo hacen de una manera ordenada y sin hacer líos en su éxodo. También sería ilógico pensar que todos los que cruzan son blancas palomitas y no tienen otras intenciones mientras cruzan. Se puede decir que son más los buenos, pero ¿para qué queremos más malos en nuestro país?

Controlar las fronteras no es ser xenófobo

Mucho hacemos con lo poco que tenemos, o al menos eso es lo que he visto en los últimos meses donde multitudes de migrantes pasan por nuestro país. Muchos de los recursos que se invierten en el cuidado de migrantes no se les pueden dar a los nuestros. México no es un país que deteste a los que buscan el sueño americano, pero sí creo que se abusó en el usar a México como paso y basurero.

Entiendo lo que dice Marcelo Ebrard cuando comenta que no se puede tener a 600 mil personas transitando por el país sin saber quiénes son.

¿Hubo algún ganador?

Los gobiernos de ambos países entienden que el resultado de la negociación fue un ganar-ganar. Los estadounidenses lograron que se les escuchara y que se les cumpliera una gran mayoría de su pliego petitorio. Los mexicanos logramos que no se impusiera una tasa de impuestos que resultaría más dañina que si no hubiera T-MEC.

¿Ganaron todos? Según la prensa de ambos países no.

En México conocemos los discursos en contra del régimen del presidente López Obrador, todo lo que parezca un buen arreglo es algo que no lo es. Empiezan a gritar por la dignidad del país y un montón de frases prefabricadas. Sabemos también la guerra en redes sociales donde se descalifica el resultado de cualquier cosa que haga bien o se aumentan las implicaciones de los errores cuando las cosas nos salen como lo planeado.

Muchos comentócratas en México ven que el arreglo fue malo, que pone a México como el verdadero muro contra los intereses de los mexicanos. ¿Cuáles intereses? Recordemos que el T-MEC está en vías de ser aprobado y justo ahora no se puede hacer mucho en cuestión de aranceles. El presidente Trump encontró el momento justo para lograr lo que quería en cuanto a política migratoria. Y a México lo agarró con los dedos en la puerta.

En Estados Unidos, al menos en una de las columnas del New York Times de Michael Shear y Maggie Haberman, no ven lo de Trump como una victoria tampoco. Dicen que todo lo que accionó México en esta crisis fue algo que ya había prometido en meses pasados. Más que una victoria, ellos lo ven como una reafirmación de lo ya negociado.

Del otro lado, Carlos Loret de Mola, dice hoy en su columna de El Universal que nada estaba escrito y que el resultado de la negociación fue cierto hasta la tarde del viernes pasado después de un incansable estira y afloja con los representantes del gobierno de los Estados Unidos.

En lo que todos coinciden es que el resultado de esta negociación no es final y que será revisado con los indicadores de migración resultantes de los siguientes meses.

¿Ganó o perdió México? Amanecer hoy  sin un arancel del 5% a los productos mexicanos y sin el dólar apreciado, creo que es un buen indicador de una victoria. Solo recordemos que esta negociación no es un partido de béisbol, donde alguien tiene que ganar y otro tiene que perder. En esta negociación pueden ganar o perder los dos involucrados. Creo que hoy, al menos para México fue una victoria.