La lectura de los acontecimientos y del ejercicio periodístico, aparecen como una competencia que vamos adquiriendo, pero de igual forma, se lleva genéticamente a través de un acompañamiento de esa expresión que alimenta el conocimiento político; de este modo, nace el gusto por esta actividad que históricamente nos formó profesional y humanamente.

José Javier Lozano Solís es mi padre; el prestigio que tiene, se lo ha ganado por su profesionalismo dentro del medio, donde han desfilado diversos actores políticos que aparecieron en un momento fructífero de su carrera.

Esta columna lleva una dedicatoria especial, a una trayectoria que por años, se ha dedicado a analizar desde su principal contenido temático que se configura como el hilo conductor del debate, el análisis y la discusión del devenir sociopolítico de nuestro territorio michoacano; y ha puesto en evidencia, un nuevo enfoque al paradigma, asumiendo también, una ruta plural interna ante el clima discursivo de algunas administraciones gubernamentales, que envían señales de un centralismo comunicativo, o de la manipulación.

Aunque el semanario atravesó por momentos críticos, ha sabido sostenerse porque el empuje profesional de mi padre, tiene atributos sustanciales que van asociados a la cultura del trabajo, el esfuerzo, y de ser siempre objetivo con la noticia.

En síntesis, el 15 de octubre de 1983 tiene su génesis el periódico “Presencia de Michoacán”; se inicia en sociedad con Miguel Peraza Romero, exdirector fundador del Sol de Morelia, siendo Gobernador el Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, y el doctor Roberto Robles Garnica, como secretario de gobierno.

El primer número se editó en el taller de Manuel Caballero Lobato “El Caballo”, quien tenía su estudio tipográfico. Evidentemente ese fue el detonante especial de una connotación que ha ido definiendo una dirección de una comunicación periodística veraz, consciente, crítica, que confirma el compromiso y la responsabilidad que ha sido reconocido por un sinnúmero de lectores que han hecho posible el avance sustancial de este periódico. Presencia de Michoacán ha figurado una plataforma y un mecanismo de transformación política, sobre todo, en un esquema de veracidad y respeto de no censurar el contenido de sus colaboradores.

Asimismo, la segunda edición y hasta hoy en día, se imprime en los talleres de Don Rigoberto Caballero Guillén, un personaje clave, que ha sostenido de igual forma, una ética estrictamente profesional, pero sobre todo humana. Los personajes formadores que han hecho y hacen posible que Presencia de Michoacán siga su curso, merecen el reconocimiento por su aporte que accede desde su principal epicentro de su dominio, y su irrestricta participación que ha incentivado la aceptación a lo largo y ancho de Michoacán.

Durante los primeros ocho años Presencia de Michoacán se elaboró por el método Tipográfico, que operaba con Linotipos, tipos móviles y prensa plana. Esa fue evidentemente la palanca que convirtió al periódico, en un elemento que despertaba el interés de los principales actores e imágenes del ejercicio político, asimismo, de todo el público en general que gusta por el acontecer de nuestro territorio Estatal (Michoacán).

En esa época se utilizaron los fotograbados que consistía en manufacturar un grabado de la imagen o foto en una lámina de Zinc, que era a su vez montada en un triplay de madera. Eso evidentemente hacía posible gestar y construir un esquema de elementos, cuya mezcla tenía concordancia con el objetivo principal de emprender un periodismo de calidad para la sociedad.

Fue el 8 de septiembre de 1991 cuando se cambió al sistema Ofset y hasta la fecha sigue vigente esta misma dinámica de impresión.

Presencia de Michoacán ha tenido el privilegio de tener como colaboradores a los destacados periodistas y columnista de la talla de Raúl Carapia (finado), Jorge Arturo Chávez Páramo (finado), Javier Zepeda Rojas (finado), Cuauhtémoc Méndez (finado), Ramón Méndez (finado), Agustín Rosas Montes, Juan Manuel Belmonte, José Cruz Delgado González, Antonio Robles Soto, Pedro Heredia Naranjo, Manuel Bernal Saucedo y Jorge Vílchez Pella.

A los talentosos y destacados caricaturistas como Juan Castro Rico, Efraín Vargas (finado), Héctor Gaona (finado), Gilberto Ramírez (finado), Manuel González Sauz (finado). Y a los artistas de la lente como Vicente Fernández Vigila, Pablo Pérez Chacón y Lázaro Alejandre.

Presencia de Michoacán circula en Morelia, la Región del Valle de Apatzingán, Buenavista Tomatlan, Parácuaro, la Piedad, Numarán y Penjamillo.

Mi agradecimiento al editor Don Rigoberto Caballero Guillén y para el equipo de Redacción de esta casa editorial como son: Alejandro López Bucio, Bernabé Vázquez Zavala, Jaime Galván Farfán, Saúl Barrera Ávila y Juan Ignacio Ponce Ramos. Asimismo, un reconocimiento a mi tío que falleció hace 16 años en un aniversario del semanario (Héctor Lozano Solís), cuyo ejemplo y legado quedaron plasmados en de igual forma en el umbral de Presencia de Michoacán. Es necesario reconocerlo, porque su figura fue clave a fin de definir la exigencia que requería el semanario, sobre todo en el corazón del valle de Apatzingán.

Felicidades a Presencia de Michoacán por la capacidad y el fervor que durante 36 años ha matizado a través de un esquema ético. A mi padre le debo esta herencia del quehacer de este ejercicio, que es apasionante porque expresa esa lectura subjetiva desde el clima político-social; esa es una de mis grandes pasiones y, es un legado genético familiar.

Presencia de Michoacán mantiene una dirección con mucha firmeza; y con una intención medular: llevar la información aquellos lugares que han considerado pertinente su difusión.