Como no participo en redes sociales, impresiona saber que es en nuestro país donde más se utiliza esta práctica inmoral cuando es clandestina y no regulada en sentido de la transparencia. En otras naciones se conocen estas acciones, se investigan si es requerido, se informa al público quién o quiénes lo patrocinan, por lo tanto, no es una estrategia común utilizada. Dice el presidente de México, “que se sepa quién compra estos bots en Facebook, en Twitter, quién monta y paga estas campañas de desprestigio, de ataques, de noticias falsas”. El pueblo, los ciudadanos, merecen dicha transparencia, que puedan reconocer a quiénes practican esto, porque son insultos, porque son calumnias. No es censura el pedir saber, no es impedimento de acción, es noción, es claridad en lo que se refiere al comercio en línea de una automatización de mecanismo robotizado de ataque personal por allí adquirido.

Bajo la garantía inalienable de la libertad de expresión en el gobierno de la 4T--y mientras no se conozca el ejecutor--supongo podrán seguir comprando anónimamente este escogido producto, pero se espera que los especialistas opinen sobre el tema con conocimiento de causa, a partir de la meta comprometida de lograr la transparencia nacional para que ya no queden las acciones públicas --o privadas relacionadas con lo público-- en lo oscurito, sin ser expuestas, que los ciudadanos estemos bien enterados de quiénes pagan para mantener dichas manifestaciones, dichas campañas de difusión de voces inexistentes creadas ficticiamente para intentar hacer daño, en este caso específico al gobierno de México, al presidente o/y a su equipo de trabajo. Twitter respondió asumiendo la existencia de la automatización robótica pero naturalmente defendiendo a sus usuarios consumidores. Facebook no ha fijado aun posición, pero el tema ha sido aireado y está en la mesa porque es lo justo.

Positivo, necesario y parte del crecimiento civil de nuestra nación por la igualdad y la justicia, es que exista el diálogo ciudadano o exigencia de transparencia en este o cualquier otro tema, por lo que, si persiste dicha actividad, ésta seguirá siendo ventilada hasta llegar a fondo por ser un derecho ciudadano. Pero lo importante para México es que la presidencia de la república y su equipo-- a pesar de cualquier otra realidad viciosamente inducida--está dedicada a gobernar para el bienestar común, está concentrada en salvar vidas ante pandemia, está a la par atendiendo el prepararse para reanudar las actividades productivas, para la reapertura de la nación en breve con un gran ímpetu de noble trabajo, de solución, de confianza y con mucha prudencia dada la experiencia vivida de haber combatido proactivamente la propia batalla viral que ha enfrentado el planeta, en esta que habrá de ser conocida como la triste y fatídica primavera 2020 en el hemisferio norte.