El acoso no es normal, no importa cuántos años tengas ni cuál sea tu trabajo

Como profesores, hemos padecido de un tiempo a la fecha, campañas donde nos exhiben como los malos de la película y últimamente como los sinvergüenzas que sólo con la vigilancia del ejército, pueden dejar de hacer trampa para acreditar las evaluaciones que exige la SEP.

Lo que afirma el discurso oficial es cierto: el bullying o acoso escolar es un problema multifactorial que no se origina en la escuela, pero es ahí donde se manifiesta de formas tan atroces, que ya ha cobrado la vida de varias víctimas. Si, es en la escuela donde se refleja la violencia y es ahí donde debemos intervenir directamente los profesores.

Sin embargo, gracias a las campañas contra el gremio, la figura del profesor está cada vez más desvalorizada, entonces ¿cómo crear conciencia en nuestros alumnos si en su casa escuchan frases como “no le hagas caso a tu maestro. Está loco” o “pinches maestros revoltosos, así fueran buenos para dar clases”?

Seamos claros. Protestar es un derecho constitucional y si bien es cierto que el acoso escolar no es normal, muchas de las situaciones que los mexicanos estamos padeciendo tampoco lo son, pero nos hemos acostumbrado a verlas así, a no cuestionarlas y mucho menos a exigir que cambien.

El maestro luchando, también está enseñando, por muy discutibles que sean sus formas de protesta o el usufructo de los líderes que la encabezan. 

Por el bien de todos, los profesores debemos volver a ser los aliados por excelencia de las familias mexicanas, en lugar de representar la figura del advenedizo que devenga un sueldo sin merecerlo, como los medios de comunicación afirman cada cierto tiempo.

El último agravio al gremio magisterial, provino del IMCO y del estudio que presentó a la opinión pública donde denunciaba los sueldos de 70 profesores mexicanos y afirmó:

"Ser maestro sindicalizado es lo mejor que se puede ser en este país evidentemente, Es más rentable que cualquier profesión, ingenierías, esto es ya la lotería de los profesionistas en México"[1]

Usted debe saber, estimado lector, que la afirmación anterior no solamente es malintencionada, también es falsa. La gran mayoría de los maestros mexicanos, PADECE al SNTE, una organización que en este momento realiza cualquier clase de funciones político-electorales, excepto proteger los intereses laborales de sus agremiados.

Si Juan Díaz de la Torre, el señor que le firmaba los cheques a la ex lideresa magisterial continúa como secretario general del SNTE, es porque así conviene al actual gobierno y todavía se atreven a declarar que “el SNTE es un asunto que sólo compete a los profesores”. Ni hablar.

Por otro lado, ante el gravísimo problema del acoso escolar, el secretario de educación sigue dando bandazos. Tal vez ahora aquellos que aplaudían la continuación de políticos al frente de la SEP, se den cuentan de una vez por todas por qué no es posible continuar la tradición.

Por un lado, Emilio Chuayffet limita dolosamente el radio de acción de los docentes frente a este fenómeno:

“Hoy un maestro no puede suspender, sacar del salón, dejar sin recreo, dejar tarea extra, regañar, hablar fuerte y mucho menos expulsar a un alumno a pesar de que hiciera LO QUE HICIERA. Sí, así es, no es una exageración, las faltas administrativas del reglamento SEP vigente, dicen que ante la falta nivel 5 (violar, amotinarse, golpear, violentar, agredir, vender o consumir drogas, entre muchos otros DELITOS), la consecuencia sólo será: Una plática con el alumno, sus padres, maestros y directivos.
La firma de un compromiso en donde se promete no volverlo a hacer.
Sugerencia para ir a USAER a tomar terapia psicológica, no obligado, por supuesto.
La restitución del daño… (todavía no sé cómo se restituye un daño así).
En caso de ser delito, se turnará al menor a las autoridades, quienes por ser menor de edad no le pueden hacer nada…”[2]

Y por otro lado, la propuesta de ley contra el bullying plantea multas a padres e inhabilitación hasta por cinco años a docentes

“La iniciativa presentada durante la sesión de hoy por los senadores Mariana Gómez del Campo, Angélica de la Peña y Omar Fayad, plantea sanciones económicas hasta por cinco mil salarios mínimos, es decir 350 mil pesos de multa, a maestros y padres de familia que sean omisos en casos de violencia escolar con sus hijos o alumnos.

Ello al margen de las responsabilidades civiles o penales que correspondan, así como se establece la inhabilitación hasta por cinco años del cargo a maestros y directivos de planteles escolares que solapen o no actúen a tiempo en contra del llamado bullying”[3]

¿Entonces en qué quedamos?

Los profesores sabemos por experiencia, que los niños más agresivos son los que tienen padres que presentan rasgos mucho peores. La mayoría de ellos, aún ante la evidencia, prefieren cerrar los ojos y “voltear” la acusación, señalando al docente de tener “mala voluntad” a su hijo, en el mejor de los casos.

En ambas situaciones, los profesores estamos en estado de indefensión, mientras Emilio Chuayffet implementa una línea telefónica para denunciar el acoso, pero no atiende las quejas que docentes de todo el país presentan en su contra en calidad de acosados.

Kafka tendría material de sobra para una nueva Metamorfosis.

Entre tanto, los profesores seguimos teniendo claro que el acoso no es aceptable ni en la escuela, ni en la oficina ni en la secretaría de educación pública, ni en Mexicanos Primero ni en el IMCO. Hagamos todos la tarea ¿no?

¿Usted qué opina, estimado lector?

 

[1] http://www.notiguia.tv/notas/14-05-15/70-maestros-ganan-mas-que-epn-segun-imco.html

[2] http://fundacionenmovimiento.org.mx/blog/articulos/496-icuantos-mas

[3] http://www.informador.com.mx/mexico/2014/531454/6/ley-contra-bullying-plantea-multas-a-padres-y-maestros.htm