El arte circense durante décadas predominó como la diversión principal de los niños en México; domar animales desde caballos hasta tigres que saltaban sobre aros de fuego, maniobras en el aire que ponían en peligro la vida de los acróbatas, equilibrismo y payasos? los inolvidables payasos.

Como parte de la evolución y preocupación humana en el trato cada vez más hostil sobre los animales, este arte ha dejado de ser una atracción familiar donde niños y grandes puedan reír a carcajadas o pasar un buen momento. Los actos bajo la carpa se han diluido, los acróbatas, los animales y el equilibrismo pasaron a ser un personaje terciario, ni siquiera secundario, del entretenimiento mexicano.

Pero como a todo le encontramos reemplazo, en este país el circo ha tomado un nuevo giro, en una nueva arena y con nuevos personajes principales; personajes que actúan desde los honorables congresos ? que de honorables tienen poco y nada ? alcaldes que ´roban, sí, pero poquito´ y presidentes incapaces de citar más de tres libros. En el ambiente popular le llamamos: ?El nuevo circo de la política mexicana?.

Desde que tengo noción sobre la política en México me ha tocado saber de alcaldes que roban poquito y así lo confiesan, legisladores sin título universitario, senadores dormidos en plena sesión, gobernadores sacados de las telenovelas y presidentes que ´no son la señora de la casa´.

Creí que no podríamos llegar a un cuento peor, y qué sorpresa me estoy llevando en las elecciones del 2015, un nuevo show aparece para el entretenimiento de la población nacional, una película tan cómica como frustrante que es digna de ser presentada en los cines principales del país.

Como en el circo aquí también tenemos payasos. Un ejemplo es ?Lagrimita?, quien buscó contender por la alcaldía de Jalisco con el slogan ?Es hora de que un payaso de verdad gobierne?, aunque hace algunos días le negaron la posibilidad por la anulación de gran parte de sus firmas.

También tenemos animales representados por el popular ?Candigato Morris? dispuesto a acabar con las ratas del poder mediante su postulación como candidato a la alcaldía de Xalapa, Veracruz, y en la cual obtuvo la honrosa cantidad de 550 votos, colocándose como la quinta fuerza política en la región.

Actrices de telenovelas tan carismáticas como Carmen Salinas, que muy pronto podría legislar en materia de seguridad, vialidad, obra pública y educación cuestiones vitales para el incremento de la calidad de vida en el país.

Deportistas de la talla de Cuauhtémoc Blanco, quien esta semana se retiró del fútbol profesional para poder contender por la alcaldía de Cuernavaca. O Ana Gabriela Guevara, actual legisladora de nuestro H. Congreso de la Unión.

El nuevo circo mexicano parece sacado de un libro en comedia, suena como la mejor broma del día de los inocentes e incluso tendría lugar en los mejores espectáculos cómicos de Nueva York , pero no,  para desgracia nuestra, es la realidad en la nueva clase política mexicana que vive de la popularidad más que de los resultados, dispuesta a perder la dignidad, capaz de mostrar el lado ?sexy? de la mujer por ganar elecciones y en donde lo único que se mantiene es la poca importancia del ciudadano común.

¡Bienvenidos al circo! La función de gala será el 7 de Junio.