Cabrito

Acá en el norte las recetas de estado en estado, son diferentes, pero tanto en Chihuahua como en Nuevo León, se come cabrito.

Como quedó consignado en la columna de M.A. Kiavelo, el domingo en El Norte, los gobernadores de ambos estados, Javier Corral y Jaime El Bronco Rodríguez Calderón comieron juntos tan suculento manjar en un afamado restaurante especializado del poniente de Monterrey.

Tras la reunión, teorías hay muchas, desde el simple degustar la diferencia del cabrito cocinado en una y otra tierra hasta teorías más plausibles, pero no tan sabrosas. He aquí algunas:

1) Tenían hambre y casualmente pasaban por el Gran Pastor de Gonzalitos

Cero probable. Si algo caracteriza a nuestros gobernadores es que hambre nunca tienen y lugares para comer jamás les faltan. Ellos, como dijo la clásica, merecen su abundancia.

2) Fue una comida de cortesía

Algo probable. Dado que Corral fue a Monterrey no como gobernador, sino como miembro del PAN para apoyar a Felipe de Jesús Cantú en una elección que sigue causando problemas y ruido en Nuevo León. En esa calidad, de panista no de funcionario, el chihuahuense se dio tiempo de compartir el cabrito y el también delicioso atropellado con un viejo conocido de las épocas de oposición de ambos. 

Teoría desechada, porque ninguno de los dos guardan las formas políticas ni las cortesías como tal. Esto es, se venden no como amables diplomáticos, sino como duros, casi patanes del sistema. Les ha funcionado, lo que demuestra que Trump es un caso menos raro de lo que parece.

3) Los dos gobernadores son grillos empedernidos

Teoría muy probable. En tanto grillos, están empezando a forjar alianzas políticas. Corral tiene sus miras puestas en el 2024 y requiere placearse y verse cerca de los panistas (y de quien se deje) en todos los estados. El Bronco, dígase lo que se diga, sigue representando en sí mismo una fuerza política. El pasado julio él solito obtuvo más votos que partidos que apoyaron a AMLO y otros institutos que perdieron su registro.

4) Traen un plan en conjunto para presentar a López Obrador

Probable con ciertos asegunes:

a. No son estados limítrofes Nuevo León y Chihuahua, por lo cual el plan conjunto a analizar con AMLO no será sobre vías de comunicación o de problemas fronterizos, es decir, no hay mucho qué hacer juntos.

b. Ambos gobernadores tendrán súper delegados de Morena y representan la oposición más visible al nuevo partido hegemónico, así que: ¿cómo seguir representando esa oposición sin perder recursos para sus estados?, ¿algún contacto o forma para lograrlo?

c. Al requerir ambos una mayor inversión por parte de la federación, ¿cómo presentar en la reunión de la CONAGO algún plan conjunto o parecido para solicitar mayor inversión?

El dinero como explicación viable

Si bien todo es posible, el dinero es lo que gana a todas las demás opciones y como tal, ambos gobernadores deben unir esfuerzos y buscar aliados para presentar proyectos ante el presidente electo y lograr mayores recursos para sus estados.

¿Cómo conseguirlo?, ¿quiénes estuvieron con ellos para fortalecer sus peticiones, proyectos? y ¿quiénes tienen esa cercanía con AMLO y con el equipo del macuspano?

El Bronco y sus acompañantes

Quizá El Bronco sabía que, formalmente, Corral quería comer cabrito con él para ver la opción 4 (una alianza para presentar proyectos conjuntos a AMLO), pero que en el fondo le interesaba más al de Chihuahua la opción 3 (alianzas para el 2024).

Quizá por eso a El Bronco lo acompañó Manuel Vital, amigo leal y quien lleva proyectos importantes de Nuevo León. Sin embargo, Vital no tiene cercanía con el nuevo gobierno federal. Lo suyo no son las relaciones políticas.

Así que también se encontraba dándole con ellos duro al cabrito Waldo Fernández, actual representante de Nuevo León en la Ciudad de México, quien sí tiene dichos acercamientos con el equipo de AMLO, al que ha apoyado solo por ganas de abrir el sistema ¡desde 2006!, algo que el mismísimo Andrés Manuel sabe a la perfección.

A Corral, por su parte, lo acompañó en la comida Gustavo Madero, ex líder nacional del PAN y senador electo por ese partido, un hombre más que conocido en la grilla nacional y sin duda respetado por los pejistas que ya mandan en todas partes.

Por un lado, trabajo y no grilla

Sin duda, aun en el caso de dos políticos profesionales tanto la grilla como la ideología quedan de lado cuando se requiere trabajo en conjunto para concretar los proyectos prioritarios para ambos estados.

De eso fue la comida, pues: trabajo por el bien de Chihuahua y Nuevo León. Al menos una parte de la comida.

Sin demagogia, se requiere de personas que sirvan de puente, comunicación y logro entre los gobiernos de Nuevo León y Chihuahua y el impredecible gabinete de AMLO.

Por otra parte, el 2024 con el que sueña Corral que pasa por el 2021 que ya quita el sueño a El Bronco

Javier Corral se siente presidenciable, y sin duda lo es. Falta mucho, pero a medida que se acerque el 2024 será una de las tres figuras que podrían unificar al PAN y al resto de la “derecha” mexicana.

¿Corral es de derecha? Milita en el partido conservador, por lo tanto lo es. Sin embargo, a veces actúa como más liberal y hasta de izquierda que no pocos militantes de Morena.

Será Javier Corral, de cualquiera forma, una de las tres figuras que tendrá el PAN para volver a pelear por la Presidencia.

¿Las otras dos opciones fuertes del panismo? Rafael Moreno Valle y Margarita Zavala, por más que esta mujer haya abandonado el partido y busque crear uno que reemplace al PAN: en efecto, algo parecido a lo que hizo AMLO que fundó Moreno y aniquiló al PRD.

Corral, pues, para cumplir con su sueño necesita alianzas y la de El Bronco es buena, casi fundamental. Más lo será si Jaime hoy apoya la causa que llevó a Corral a Monterrey: la de rescatar para el PAN la alcaldía de Monterrey que las viejas mañas priistas en los tribunales electorales pretenden arrebatarle a Felipe de Jesús Cantú.

¿A cambio de qué apoyaría hoy El Bronco Rodríguez a Cantú y por lo tanto a Corral? A cambio de que el PAN se sume a la gran alianza que el gobernador independiente debe tener en mente para que alguien de su confianza, bien visto en los distintos partidos, gane la gubernatura.

Porque eso buscaba El Bronco al placear a Waldo comiendo cabrito con Corral, ¿o no?

Es decir, el mensaje de El Bronco fue el de que hay juego para el 2021 en Nuevo León y que en la siguiente lista de aspirantes —cito la que se dio a conocer en SDP Noticias—hay que mejorar la posición de W. Fernández. ¿Mejorarla cuánto? El tiempo y más cabrito lo dirán

1. Ildefonso Guajardo, priista de moda por su papel en el TLC. 

2. Luis Donaldo Colosio Riojas, que como se ha dicho, tiene el peso de la historia a su favor.

3. Miguel Treviño, que en San Pedro derrotó ni más ni menos que a una Clouthier, Rebeca.

4. El mencionado Waldo Fernández. Independiente bien visto en el PRI, en el PAN, en Morena... Y ahora metido, quizá contra su voluntad, pero no es algo que le estorbe, en la disputa nacional por el 2024. Falta mucho, es cierto. También es cierto que hoy falta menos que ayer.

5. Manuel González, que sigue siendo el favorito del Bronco, aunque haya hecho un entripado por no haber estado en la comida con cabrito en honor del tal Corral. Se tuvo que comer él solo y a solas sus frijoles y debe traer la panza ruidosa en serio.

6. Judith Díaz, súper delegada de AMLO.

7. Rogelio Hernández, un regio no muy conocido que está en el ánimo del presidente López Obrador.

8. Tatiana Clouthier. Como se ha dicho, más popular que nadie, puntera hoy mismo.

9. Felipe de Jesús Cantú, sobre todo si conserva la alcaldía de Monterrey, una lucha en la que está cohesionando al dividido PAN.

10. Margarita Ríos-Farjat, la abogada y poeta a la que AMLO ha ofrecido el SAT.

11. Yo agregaría a Poncho Romo, que ya metido en la grilla quizá le guste y, bueno, caso en el Palacio Nacional pronto empiece a extrañar el sabor y el olor del cabrito y de los otros caprinos de por acá y le pida al presidente López Obrador una oportunidad de buscar cambiar su oficina del Zócalo a la Macroplaza.