El día del médico en México se celebra el 23 de octubre de cada año desde 1937, a propósito de la creación de lo que hoy es la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México, denominada en aquel momento Establecimiento de Ciencias Médicas, posterior a la clausura de la entonces Real y Pontificia Universidad de México, decretada por el médico y Presidente de la República, Dr. Valentín Gómez Farías, en 1833. De este modo se inició un reconocimiento público a los profesionales de la medicina en el país y a la misma medicina institucional en México.

Pero lejos de celebrar con un ánimo positivista, para el gremio las cosas han cambiado mucho en los meses recientes. Consecuencia de la degradación operativa y técnica de las instituciones públicas de salud y de frente a las reformas administrativas del sector por parte del Gobierno de la República, adicionalmente al desorden que priva en el mercado de la atención de primer contacto con la población, específicamente al relacionado con los médicos generales y familiares, los consultorios de bajo costo y aquellos gratuitos, los médicos, en particular quienes laboran en hospitales públicos, llegan a este 23 de octubre de 2015 bajo la inquisitiva mirada de la opinión pública que los juzga severamente con base en un cúmulo de deficiencias que, con frecuencia, están lejos de su esfera de dominio, desatando una oleada mediática de desprestigio social. Los médicos generales luchan por sobrevivir como consecuencia de la instalación de un modelo populista de apoyo a las clases menos favorecidas de consultorios populares de bajo costo y grandes carencias.

Al momento, la medicina mexicana ve con tristeza la grave falta de presupuesto y el desorden administrativo que impide la formación de nuevos especialistas y la mejora de horarios de trabajo y condiciones laborales, sin contar la retribución económica. Con tristeza vive el abandono gubernamental y la incomprensión de la población a la que sirve.

Estamos lejos de celebrar un Día del Médico que implique un reconocimiento verdadero a la noble tarea de asistir humanamente al pueblo de México. Atinadamente, y debido a una crisis provocada por una contingencia de la naturaleza, fue cancelada la celebración de este día por el Presidente Enrique Peña Nieto.

Tenemos poco que celebrar, en la realidad, por la medicina de México, y mucho que agradecer en lo personal a los más de 350,000 médicos de este grandioso y vapuleado país.

Felicidades a todos ellos.

Dr. Sergio García-López, médico, periodista y analista de los sistemas de salud

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