Durante una ceremonia de entrega de becas para Educación Media Superior, en el Estado de México, el Peje le recomendó a la chaviza la película Calzonzin Inspector, de 1974 (recomendación que no debió caerle muy en gracia a la pejista Laura Esquivel, ex esposa del director de la cinta: Alfonso Arau).

Si el presidente quiere que los jóvenes se interesen en la política, lo mejor es recomendarles obras inspiradas en el gran politólogo florentino: Nicolás Maquiavelo.

1. El Padrino (Francis Ford Coppola, 1972)

La estructura de la mafia siciliana no es diferente a la de un partido político; además, en ambos ambientes uno debe cuidarse las espaldas y tener intuición para detectar las intrigas.

Aquí, las clases de maquiavelismo se las da Vito Corleone (Marlon Brando) a su vástago Michael (Al Pacino) como sucesor, a quien, además de darle consejos chidos, le brinda una valiosa advertencia: “Cuando yo muera, la primer persona que intente negociar contigo será un traidor”.

Otra frase memorable es cuando reprende a su hijo Sonny: “¡Jamás digas en voz alta lo que estás pensando, en presencia de un extraño!”

2. Toy Story 3 (Lee Unkrich, 2010)

Disney nos ha legado grandes villanos despreciables: la bruja de Blanca Nieves, el Capitán Garfio, el juez Frollo, Cruella de Vil, Scar, Ratigan, Jafar, etc., pero ninguno tan maquiavélico como Lotso, un oso dictador (peor que el Idi Amin de El Rey de Escocia), que mantiene el terror en el cuarto de juguetes de un orfelinato. Su gracia consiste es que primero se presenta como un osito tierno, amistoso y socialista, y cuando tiene a todos engatusados, enseña sus verdaderas garras.

3. El Lobo de Wall Street (Martin Scorserse, 2013)

Para tener mucho dinero y poder, no hay que hacerle gestos al estilo de vida propio de la corrupción, hay que pedir un whisky al mesero cada diez minutos, drogarse y comprar yates. También hay que saber cómo vender una pluma, maquiavélicamente.

4. Harry Potter y el prisionero de Azkaban (Alfonso Cuarón, 2004)

Si Roma no se hizo en un día, menos ésta súper-producción de la taquillera saga cinematográfica. Aquí descubrirás que tu peor enemigo quizás no sea el psicópata que prometió escapar de la cárcel para asesinarte, sino la ratita mascota de tu mejor amigo. 

5. Los Fernández de Peralvillo (Alejandro Galindo, 1954)

Un vendedor de electrodomésticos (Víctor Parra) vive en una humilde casa de Peralvillo con su madre, hermana y un tío maquiavélico (magistralmente interpretado por Andrés Soler); está en una mala racha cuando un viejo amigo de la infancia (David Silva) le ofrece unirse a una sociedad mercantil farmacéutica (corrupta, por la cual, tendrá que sobornar a la Secretaría de Salud para obtener permisos).

Lo más interesante, es que la seducción de la corrupción se desarrolla en bares elegantes de edificios de Paseo de la Reforma (donde el tío se sampa la botana con los cocteles de moda). Es el mero Lobo de Nahual Street, Peralvillo.

6. Relaciones peligrosas (Stephen Frears, 1988)

La Marquesa Isabelle de Martevil (Glen Close) utiliza sus habilidades de seducción para manipular y conseguir poder, pero lo más interesante es su confesión: “Fui educada para callar, eso me ayudó a aprender a observar, no lo que la gente muestra, sino lo que oculta”.

7. Cabo de Miedo (Martin Scorserse, 1991)

El ex convicto Max Cady (Robert De Niro) se venga del abogado que lo traicionó (Nick Nolte) de una forma maquiavélica: provocándolo, para que su víctima lo agreda en defensa propia y ahora la víctima sea él. La enseñanza consiste en sacarle raja política a la auto-victimización.

8. Caracortada (Brian De Palma, 1984)

El guion original de 1932 fue escrito por Ben Hecht y cuenta la historia de Al Capone. La versión de Oliver Stone para Brian De Palma, aunque trata de un cubano capo del narcotráfico de los ochenta, conserva la idea original: La búsqueda constante y desmedida de poder lleva a destrucción.

La mejor escena es cuando Tony Montana sobrevive a un intento de homicidio y confronta al autor intelectual del atentado, poniéndole una trampa psicológica.

9. Dicen que soy comunista (Alejandro Galindo, 1951)

Un activista comunista llega a la impresora de Resortes e imprime unos volantes para su partido, así lo convence de afiliarse. Después de pasar por excéntricos rituales, descubrirá que dentro de los partidos comunistas sí hay clases sociales.

10. Star Wars: Episodio III - La Venganza de los Sith (George Lucas, 2005)

En este capítulo de la saga conocemos la historia de un personaje más maquiavélico que el ChupacabrasIl Divo Andreotti y Lex Luthor juntos: Darth Vader, quien fuera el cachorro del grupo Atlacomulco de la Federación de Las Galaxias, entrenado por el mismísimo Canciller Palpatin.