El gobierno de México, como nunca está inmerso en el proceso electoral de Estados Unidos y como nunca está fuertemente inclinado hacia uno de los candidatos, el presidente Donald Trump.

Uno de los temas que muestra el nivel de involucramiento a las campañas electorales en Estados Unidos donde el gobierno mexicano está actuando deliberadamente en favor de uno de los candidatos, es el tema del T-MEC.

 

Seade: el negociador solitario

El subsecretario y negociador único Jesús Seade, con tal de llevar el protagonismo del cierre del acuerdo, ya había cedido las inspecciones unilaterales cuando fue parado en seco, pero ¿lo paró el Consejo Coordinador Empresarial? O fue AMLO con quien en su misma columna que publicó esta semana, o dice que habla directamente

 

Preferible quedarnos con el TLCAN a ceder soberanía

Cuando todo parecía que el T-MEC se aprobaría, incluso hace una semana, en la conferencia mañanera el compañero presidente y camarada López Obrador y el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, informaron que se enviará un informe a la presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Nancy Pelosi, en el que se comprobaba que México cumplió con todos sus compromisos adquiridos para la ratificación el T-MEC que deja sin pretexto el aval que debe dar aún ese país.

Sin embargo, ahí mismo Jesús Seade, subsecretario para América del Norte y negociador del tratado por parte del gobierno de México abrió una puerta que en ese momento nadie tomamos nota. Comento que el diálogo permanece abierto debido a que en las últimas semanas han resurgido posturas contrarias a la ratificación del mismo.

 

Canadá

Al salir Seade de una sorpresiva a reunión con el Primer Ministro canadiense donde se calificó como satisfactorios los cambios sugeridos al T-MEC, aseguró que algunos involucran al sistema de resolución de controversias para todos los temas, no solo laborales.

En otras palabras, se movieron los acuerdos que se habían llegado entre los tres países y que significó la reforma laboral en México que habían exigido el partido Demócrata a través de la líder de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi.

 

Parecía triunfo de los Demócratas

Los cambios pareciera que llevaban toda la intención de mover el estatus quo Demócrata en favor del interés de la campaña de Donald Trump. Si se firmara cómo estaba, la capitalización política de la aprobación del tratado será de los Demócratas y no de Trump.

En algo que parece inconcebible, de que el subsecretario se movió por cuenta propia, situación que se nota casi imposible, para reunirse con la Representación Comercial de la Casa Blanca y proponer a los legisladores demócratas algunos cambios al acuerdo, los cuales afirmó, fueron aprobados por México y que dejaban casi listo la confirmación del Acuerdo por parte del congreso norteamericano.

Después de toda esta polémica, de que si Seade trae su propia agenda, que se fue por la libre, que negocio en lo oscurito dejando fuera al equipo negociador oficial, a asesores, a técnicos y al llamado “cuarto de junto”.

Ahora sabemos, que Seade no se fue por la libre, el mismo Canciller Ebrard anunció que el subsecretario y negociador regresó a Estados Unidos para terminar la revisión sobre la implementación del T-MEC, con temas de derechos de los trabajadores, medio ambiente y protección de biogenéticos..

¿Qué pasó? Quien filtró el evento las negociaciones de Seade en Estados Unidos Y por qué lo ventilaron? A quien le beneficia que se reabran las negociaciones y por qué?

 

Se ratifique o no ya gana Trump

El presidente Donald Trump está llevando al límite, no solo las negociaciones del T-MEC sino también la guerra comercial que tiene con China, temas de la OTAN y otros más que le sirven para presionar a sus rivales, los demócratas en torno al posible juicio político que se le está tratando de iniciar por haber mandado investigar al vicepresidente demócrata John biden.

En el ir y venir de la información, el periodista Carlos Loret en su columna del Universal del 3 de diciembre, da cuenta de cómo el medio especializado Inside US Trade débela a que el gobierno del presidente López Obrador aceptaba que inspectores del gobierno estadounidense visitaran las fábricas mexicanas para ver si éstas cumplían las leyes laborales de nuestro propio país. Y si no cumplían, los productos (no queda claro si de esa empresa en particular o de toda una industria) serían frenados en la frontera.

Al final tanto ruido sobre la reapertura de las negociaciones del T-MEC, la filtración de la información, el supuesto enojo de los representantes empresariales mexicanos sobre la supuesta aceptación de condiciones inaceptables, benefician directamente a Donald Trump y de paso a AMLO.

 

El juego de AMLO y Trump

Primero, Trump queda como quien protege a su población, el empleo de los gringos y desinfla las exigencias que en su momento tuvieron los demócratas en el aspecto laboral.

Segundo, AMLO sale como garante de la soberanía nacional, ante un supuesto intento de Estados Unidos de intervenir en México.

Tercero: las negociaciones del T-MEC en la 4T rompieron un tradicion y una experiencia negociadora de México desde el TLC con Jaime Serra, Herminio Blanco, Jaime Zabludovsky, Humberto Jasso hasta Idelfonso Guajardo.

Cuarto: los criterios de la negociación del T-MEC de ser comerciales pasan a ser políticos.

Quinto: México se convirtió en un aliado de Trump en su campaña presidencial y el T-MEC en un instrumento muy útil a sus intereses.

Mi apuesta: Se ratifica antes del 20 del 2019.