La pandemia del Covid-19 ha dejado al descubierto el tema de cómo nos alimentamos en México, de los hábitos que ahora se sabe, son muy perniciosos para la salud y que agudizan enfermedades crónicas como las cardiovasculares, diabetes, obesidad, sida, y que, por supuesto, pueden agravar e incluso llevar a la muerte a quienes lamentablemente se contagian de Covid-19.

Se trata de un grave problema de salud que tiene su origen principalmente en el consumo de alimentos “chatarra”, sobre todo entre la población infantil, lo que lamentablemente ha sido utilizado como bandera política de algunos personajes como los gobernadores de Oaxaca, Alejandro Murat y de Tabasco, Adán Augusto López, y por algunos legisladores de Morena que, en al menos nueve estados, preparan una iniciativa para “prohibir” el consumo de alimentos y bebidas de alto contenido calórico a menores de edad.

 

¿Proteger a la población o ganar votos?

Estos políticos, simplemente pretenden asumir el discurso para ganar votos y no precisamente para mejorar la salud de la población.

Al no atender el problema de fondo, la iniciativa de Murat y de algunos otros gobernadores, se convierte simplemente en una postura político-electoral que generará efectos económicos negativos muy importantes en la economía formal y un efecto inverso en la economía informal y de salud por el incremento del consumo de estos productos “chatarra” en expendios no regulados que percibirán mayores ingresos.

Al final, ni se atiende el problema de salud, ni se inhibe el consumo de estos productos en la población infantil. Porque esta iniciativa no puede ser un asunto particular y de oportunidad electoral para los gobernadores, este asunto, tan grave y pernicioso para la salud, debe ser una medida de índole general.

El tema de los productos “chatarra” no es un asunto de venta en expendios, sino un problema de salud pública y eso corresponde al Congreso Federal legislarlo.

 

La alternativa del senador Paz y 4T digna

En medio del oportunismo de Murat y algunos de sus colegas, en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, afortunadamente fue dada a conocer una iniciativa impulsada por el senador del PAN, Raúl Paz Alonzo, junto con legisladores de otros partidos, como el diputado morenista Arturo Roberto Hernández; la diputada petista Claudia Angélica Domínguez y la coordinadora de los diputados federales del PRD, Verónica Juárez, encaminada a regular el consumo entre la población infantil de los productos “chatarra”.

Esta iniciativa busca reformar la Ley General de Salud y algunas otras leyes relacionadas, que tienen que ver, no sólo con la prohibición de la venta de este tipo de productos, sino que abarca otras leyes con el propósito de reducir los incentivos de venta y abatir el consumo.

El tema de la salud no es un tema local que se resuelva con una medida coercitiva como el prohibir la venta, que, como ya lo señalamos, no resuelve el problema de salud, tiene que ver con un plan que, por un lado, inhiba el consumo de estos productos nocivos y por otro, genere mejores hábitos de alimentación.

El problema de la alimentación en México, no tiene su origen solamente en el consumo de alimentos “chatarra” de alto contenido calórico, sino en otros hábitos, malos hábitos de consumo de alimentos que son tradicionales y poseen altos contenidos calóricos y grasos como las tlayudas, las guajolotas y demás, los que tanto recomienda AMLO, y que además son acompañadas con bebidas igualmente dañinas, como refrescos embotellados, atoles y otras bebidas que se venden sin control ni regulación alguna.

Morena busca la prohibición, un acto que de por sí atenta contra las garantías individuales y, sobre todo, contra el mensaje que ha sostenido el camarada presidente López Obrador, de que nada por la fuerza, nada de prohibir, incluso en temas importantísimos como las medidas restrictivas para evitar contagios por Covid-19.

Por ello, sería muy interesante que Morena y el PRI en lugar de jugar a lo electoral, se sumaran a la iniciativa que promueve el Senador Raúl Paz Alonso y otros legisladores de todas las corrientes políticas que con responsabilidad atienden el tema con una iniciativa que realmente impacte en la salud pública y en los hábitos alimenticios de los mexicanos.