Antes de cualquier interés mezquino, está la lucha social; por encima del beneficio y la ambición, está la base de principios, dignidad, ética y valores que han destacado en el Tabasqueño, en una larga dirección irrestricta de más de 30 años. Ese fue el mensaje que percibimos y podemos descifrar que envió a los integrantes de las columnas legislativas, y para todos aquellos que en especial, representan un cargo público como abanderados de Morena, desde una perspectiva de transformación, ante el nacimiento de ese anhelo que estuvo encapsulado durante décadas.

El pasado fue mucho más complejo para diversos sectores, que por años, se entusiasmaron por la avalancha de promesas que eran incumplidas por el giro descarriado y demagogo del PRIAN.

Esto, ha reconocido el sorprendente compromiso de AMLO con los sectores sociales, a partir de una realidad irreflexible que era el fundamento de la desigualdad que en gran medida, se extendió por todo el territorio Nacional. Ese es Andrés Manuel López Obrador, sinónimo de resistencia, dignidad y honestidad que nunca, al menos desde mi óptica, se ha percibido o comprobado, porque asimismo es demostrable ese esquema que ofrece la columna vertebral de la cuarta transformación.

Anteponer la ambición por los proyectos, es un fenómeno que comienza a reflejar una nítida dirección en algunas figuras que han sido oportunistas de la 4T; hay en todos lados, incluso en Michoacán.

Más que un punto de vista que menciona, es un mensaje claro y contundente. En Morena no hay cabida al oportunismo y la ambición desmedida que en ocasiones muestran algunos personajes en todo el país. Antes que ello, debe haber apertura a los procesos democráticos a través de mecanismos de consenso que desechen los dedazos, la fragmentación y la cargada hacia algún personaje. La consulta interna por medio de encuestas, me parece un instrumento que sustenta el alcance de posibilidades que tienen los futuros candidatos a distintos cargos, frente al resto de sus competidores. Abrirse paso con estos recursos, legitimara a cualquier candidato que tenga el mejor perfil, y no hacia aquellos ventajistas que aprovechan las coyunturas para posicionarse.

Tomen el ejemplo del PRD. Un partido que se enfatizó por muchos años, por esa estructura ideológica de izquierda, pero que terminó siendo un bloque de oportunistas que priorizaban más los beneficios políticos que daba el Estado, que el esquema progresista que se fragmentó por la génesis de los grupos o tribus al interior del seno perredista.

El impacto fue profundo, con futuro 21, que no tiene futuro….qué paradójico.

Ante ello el presidente ha ofrecido un mensaje que ha puesto a pensar algunos morenistas; ¿se imaginan si AMLO llegara a renunciar al partido que lo llevó al poder?, el resultado sería relevante y tendría un giro evidentemente notable, ya que AMLO es igual a Morena. Es la máxima figura; el liderazgo más visibles y la exponencial imagen que arrastra los bloques sociales, que se han acumulado a través del hartazgo generalizado de la partidocracia podrida del PRIAN.

En las definiciones a posteriori, debe haber planteamientos donde se consideren comprensibles los argumentos de los órganos institucionales de Morena, para definir liderazgos que den continuidad al programa de la cuarta transformación de López Obrador. Sin embargo, persiste el fuego de señalamientos que han instrumentado posibles fracturas en el seno institucional de Regeneración Nacional; eso se pudo observar a todas luces. El punto central, es que lógicamente tenía que elaborar un pronunciamiento el presidente, porque el clima entramado, comenzaba a levantar muchas suspicacias que incluso, podían ser aprovechadas por la oposición, quién de eso pide su limosna.

El discurso de AMLO penetró sin duda en todos aquellos servidores que han abrazado el impulso de la 4T, que han alimentado una nueva esperanza incluyente de los sectores sociales; empero, también aterrizó en aquellas figuras que envanecen el acecho del narcisismo político, por el simple hecho de ser actores de la esfera política. La retórica se pudo apreciar con nitidez, y trae consigo una lectura estricta de consolidación: que el compromiso es con la sociedad, y no de articular, orquestar y manipular concretamente en el tema de las definiciones.

Eso debilitaría la estructura no solo gubernamental, sino de Morena; y en términos políticos, abriría la posibilidad a que el conservadurismo del PRIAN se instalará por la ajetreada lucha por penetrar en el tablero político.

¡Muy bien Andrés Manuel!, es claro que tu liderazgo ha sido un referente para establecer un proyecto que se geste de la honestidad. Las tentaciones del sistema son muchas; el poder transforma a través del discurso elocuente que a grandes rasgos, constituía la desigualdad social. Sin embargo, el avance que han erradicado las frivolidades que sin pudor y vergüenza, estaban a la vista de todos, ha oxigenado la existencia de una verdadera base democrática, ante el florecimiento de la 4T.

Señor presidente su intervención fue oportuna; la lectura comprende ese bagaje de una lucha social, que han dejado a tras el cúmulo por el deseo de empoderar una figura, por medio de la corrupción. Tu imagen es distinta, y tiene el fundamento moral para enviar el mensaje a todos que dicen abrazar tu visión de transformación social. “Tienes mucha razón”, primero son los proyectos sociales de aquellos sectores populares, ante cualquier oportunismo que desvirtúa un movimiento. El poder es para servir a la gente, que salió hace más de un año, a plasmar ese cansancio que producía incertidumbre, pobreza y desigualdad.

La génesis de esta lucha, se fundamenta en tu figura presidente. No es necesario maniobrar el partido desde la gobernabilidad; es sano que cada quien por medio de su trinchera, construya los mecanismos para alimentar la democracia. El puro mensaje fue claro y contundente; la espuria, el oportunismo y la deshonestidad, no son parte del proyecto de la cuarta transformación, sino el continuismo de aquellas prácticas que se arraigaron en nuestro territorio.

Nos vemos pronto