“El problema con el mundo es que los estúpidos están seguros de todo y los inteligentes están llenos de dudas”

Bertrand Russel

La crisis de la pandemia provocada por el coronavirus y la caída en los precios del petróleo han venido a significar para el compañero, presidente y camarada Andrés Manuel López Obrador, la oportunidad de consolidar su proyecto personal de nación.

La crisis es propicia para que los gobiernos débiles lancen políticas “por debajo del agua” para incrementar medidas de seguridad,cierre de fronteras y separaciones nacionalistas y desde ahí, estructurar gobiernos totalitarios que les permitan mantenerse en el poder.

 

Cero resultados

Para nadie ha sido un secreto que la famosa 4T no está dando resultados en ningún sentido, como muestra ahí están el crecimiento cero, la crisis en el sector salud, el desabasto de medicamentos, la implementación de programas fallidos como el INSABI, las muertes en el hospital de Pemex por comprar medicamentos piratas, la inseguridad a lo más alto de la historia, PEMEX con una deuda nunca antes vista, el dólar rebasando la barrera de los 24 pesos, con la impunidad y la corrupción igual o peor de la que se tenía con Peña Nieto y con un movimiento de mujeres capaz de paralizarpor un día a la nación.

Lo anterior tiene como resultado la caída de más de 20 puntos en la popularidad, el indicador que a AMLO más le preocupa, desde el inicio de 2020 hasta la fecha pasó del 70% de aceptación a poco más del 50%.

Sin embargo, la grave crisis por la que atravesamos le permite al gobierno de la 4T por un lado “borrar” las protestas de mujeres, justificar la crisis económica y financiera y por otro, retomar el control a través de la militarización de la nación y pasar una serie de políticas disimuladamente.

 

Distractores y el ejército

Mientras nos distraen con los “Detente”, los fetiches y demás amuletos de la suerte, las cosas empiezan a cambiar en contra de la democracia.

AMLO ya dijo que el nuevo aeropuerto de Santa Lucia además de que lo va a construir el Ejército, también lo va a administrar y sus ganancias serán para ellos. En la mañanera del 19 de marzo señaló que la administración del Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles”, quedará a cargo de una empresa de la Sedena, es decir, una paraestatal bajo control militar y las ganancias que se generen de la operación de la base aérea serán para el Ejército.

También comentó que, debido a la falta de sucursales bancarias, la Guardia Nacional ayudará en la dispersión de apoyos para los adultos mayores, y que estarán en todos los rincones de la nación repartiendo dinero.

En el tema del coronavirus, AMLO dio la instrucción de que el Consejo Nacional de Salubridad, que en teoría y por ley deberíaser la autoridad máxima en temas de epidemias y pandemias, quedara supeditada al Ejército, una vez que se implemente el Plan DNIII para salubridad.

Cabe señalar que este plan está diseñado para la atención de catástrofes naturales como terremotos e inundaciones para apoyar a las autoridades federales y locales. En temas de pandemia el Ejército no tiene el plan, pero lo están realizando apenas, según señaló el jefe del Ejecutivo.

¿Será por eso que AMLO se mofa con sus fetiches de las acciones científicas que anuncia el subsecretario de Salud y lo deja en ridículo?

Deja al descubierto la descoordinación e ineficacia con las que actúan y ante eso decide dar el control de la pandemia y los recursos necesarios al Ejercito.

Y frente a esto, el Congreso, este congreso de mayoría lopezobradorista con Morena y cómplices, sumisos y lambiscones, organismos autónomos debilitados y cristianos controlando programas sociales queda el totalitarismo impuesto.

Al final de todo esto, cuando despertemos, cuando termine la crisis actual, en las calles encontraremos al Ejército, y a los grupos cristianos, tomando las decisiones políticas y económicas de la nación.