El 2020 será recordado como el año de la pandemia, el que nos hizo vivir encerrados y el día que la educación básica nos hizo diferentes.

Tal vez, si esta pandemia hubiera sido hace 40 años, el problema de impartir clases a todas las personas hubiera sido igual. Nadie podría salir de casa y lo único que podría ayudar sería tomar las clases por la televisión. Lo que llamaba mi mamá, la caja idiota, nos hubiera tenido que educar a todos de cierta manera. Las escuelas privadas hubieran tronado porque no hubieran tenido la capacidad de cobrar por clases que no se dan. Todos los estudiantes de cualquier nivel socioeconómico hubieran tenido que tomar las mismas clases, digamos que hace 40 años con la tecnología que existía la educación hubiera tenido un tinte más “socialista”.

En nuestra época, los colegios privados y los niños que atienden a esos colegios tienen la capacidad de tomar las clases desde casa. Muchas de estas familias tienen la capacidad económica para tener más de una computadora o Tablet para poder tomar las clases, además del internet que se ha vuelto un producto básico para las clases económicas de medias a altas. Los colegios privados pueden seguir cobrando por la educación, algunos con descuentos porque no se usan las instalaciones. Los alumnos tienen que trabajar desde casa mientras los mismos padres lo hacen haciendo esto un reto de organización logística pues en un lado el papá o la mamá tendrá reuniones virtuales con su equipo de trabajo, del otro el niño tendrá que tomar clases, tal vez con la ayuda de uno de los padres.

Como película de viajeros en el tiempo, solo cambiando de clase socioeconómica, el modelo de educación cambia. Las escuelas públicas transmitirán sus clases por medio de la televisión donde no se puede tener la educación interactiva que se tiene en los colegios privados. Los alumnos no podrán hacer preguntas o resolver dudas sobre lo que están escuchando en la televisión. No tendrán la oportunidad de regresar el video si no lo entienden para poderlo ver de nuevo y captarlo. No tendrán la oportunidad de convivir con sus compañeros, al menos de manera virtual. Y las evaluaciones no serán las mismas que tienen cuando están en clases. La educación será totalmente diferente al ser solo receptores de información y no poder hacer de esta una educación de dos vías.

Imagino que para las autoridades de educación pública en el país no ha sido fácil. Trabajar en un país que es tan disparejo en cuestiones económicas desde hace tanto tiempo no les da espacio para diseñar un plan homogéneo para todos. Muchos dicen, debería de haber las facilidades de tener un país con internet y computadoras para todos los niños. Yo creo lo mismo, pero reto a estas personas que lo dicen a que me señalen algún gobierno en el mundo que lo haga. En los países que he podido visitar no me ha tocado ver una red de internet público gratuito disponible para la población. Tampoco me he enterado de que todos los niños en escuelas públicas tengan la posibilidad de tener al menos una Tablet para tomar clases. Si el gobierno de México lo hiciera no tomaría ni uno, ni dos, ni tres meses pues involucra muchísimas cosas más que solo el deseo de hacerlo. Y aun haciéndolo, el dar este tipo de equipo a los niños, involucra una capacitación a los padres que tal vez no hay tenido la oportunidad de trabajar con algo así.

Los planes educativos de los siguientes ciclos escolares deberían de tener la tendencia de ser híbridos. Donde la asistencia al plantel escolar sea en grupos reducidos y que esta educación se complemente con las clases a distancia. Las escuelas públicas no serán lo que eran antes, al menos en un buen tiempo. Con un plan mixto, los niños deberían de poder ir al colegio en pequeños grupos cuando las condiciones de salud así lo permitan. Sería más trabajo para los profesores pues impartirían la misma clase varias veces a la semana, pero sería parte de la vida en la nueva normalidad.

El problema viene un poco más después, pues las escuelas, además de ser las que imparten educación a los niños en muchos casos cumplen la función de guardería diurna. Las personas que vuelvan a trabajar en la nueva normalidad, o las que están trabajando ahora, no tendrían con quién dejar a los niños o no podrían darle el seguimiento adecuado a la educación que estos tienen ya sea en una escuela privada o pública. ¿Cómo hacerle para que los niños aprendan cuando no se puede estar al pendiente de ellos?

Complicados los tiempos de aprendizaje en el 2020. Esperemos que estas carencias nos ayuden a desarrollar mejores modelos educativos que nos sirvan para tener una educación mejor y menos polarizada para el futuro. Mucha gente pensaba que los modelos escolares “antiguos” iban a desaparecer pronto, pero ya nos dimos cuenta de que no estamos preparados aún para ese cambio. Las nuevas generaciones la tienen difícil, pero puede ser que después de este año se diseñen nuevos modelos educativos que puedan llegar a más niños y jóvenes sin la necesidad de tener un modelo de educación presencial como el que tenemos ahora, esperemos.