Hoy, el diario The New York Times publica una nota sobre el manejo de la pandemia en Estados Unidos. El diario comienza diciendo: “Detener el Ccoronavirus ha sido especialmente difícil para Estados Unidos por su tradición de priorizar el individualismo y las equivocaciones de la administración Trump”.

Creo que no hay país que no se haya equivocado en el manejo de la pandemia, si hay alguno que lo ha hecho es raro y deberíamos de analizar por qué lo está haciendo tan bien. Lo que si es que no ha habido una cuota de cero muertes por COVID-19 en ningún país del que yo tenga conocimiento.

Los primeros errores

El primer error se dio en China cuando los servicios médicos de aquel país se quedaron callados y no avisaron a los demás países sobre el virus. Este silencio ha traído la peor crisis económica y sanitaria que ha visto el mundo al menos de los últimos 100 años. Esa falta de comunicación fue la que inicio todo.

Después fue Europa, que no pudo contener de una manera eficiente los contagios. Recordemos lo que paso en España e Italia, donde el COVID-19 les pegó un duro golpe y ahora les está volviendo a pegar con los rebrotes causados por la vuelta a la nueva normalidad, la que estamos aprendiendo a manejar.

Y aunque de este lado del mundo vimos lo que estaba pasando en Asia y Europa, no tomamos las precauciones necesarias para contener el virus. Con los tres primeros lugares en muertes y contagios, Estados Unidos, Brasil y México no están poniendo el ejemplo de manejo de la enfermedad a nivel mundial. No muy lejos están otros países del continente americano, pero si están a una buena distancia.

Primer Lugar

La situación económica y de servicios de salud en cada uno de los tres países es diferente. Se podría decir que, si buscamos similitudes, los más parecidos son Brasil y México. Con presidentes en ambos lados de la política, uno de derecha y otro de izquierda, no han podido controlar que el virus se expanda como lo ha hecho. Cabe también decir que ningún país lo ha controlado de forma contundente, inclusive Japón tiene una tasa de contagios que esta incrementado estos días.

Por ser un país de primer mundo con servicios médicos de primer nivel, Estados Unidos debería de tener tasas de muertes y contagios por Coronavirus similares a Europa, pero no es así. Estados Unidos tiene un ascenso sostenido de muertes y contagios por COVID-19 desde hace cuatro meses y no parece que esto vaya a detenerse.

Los números dicen que el último mes en Estados Unidos hubo más o menos 1.9 millones de positivos por COVID-19. Esto es 5 veces más que todos los casos que han sido positivos en Europa, Canadá, Corea del Sur y Australia combinados.

Pudiera parecer que las altas tasas de muertes y contagios se dan en países del tercer mundo, con muchos migrantes o condiciones diferentes a las que se tienen en Estados Unidos, pero no es así. Solo el estado de Florida tiene más contagios (300 mil) que toda España (50 mil) teniendo la mitad de población que el país ibérico.

Y sí, como en todos los países, la tasa de contagios más alta se da en las clases socioeconómicas más bajas y en los grupos raciales discriminados. Hay al menos 3 veces más contagios en las comunidades afroamericanas y latinas que los que hay en las comunidades anglosajonas.

Individualismo

El primer tema que encuentra el NYT es el individualismo. La “sensación” de libertad sobre las decisiones que se deberían de tomar de formar comunitaria. Promover el individualismo sobre la decisión de confinarse o no, o de usar cubrebocas o no, es una de las razones por las que no se ha podido tener control sobre los contagios.

Súmele también la falta de un sistema de asistencia médica universal para todos los habitantes. Hace algunas semanas escribí sobre el problema de contagios en los municipios pegados a la frontera sur de Estados Unidos. Como los habitantes de estas comunidades no se podía atender por el alto costo de los servicios médicos y como sus condiciones de vivienda y de salud hacían que los contagios fueran más graves y más fáciles de que sucedieran.

Seriedad

La segunda razón es la falta de seriedad que han tenido las autoridades gubernamentales sobre el tema. El presidente Trump ha dicho que el problema que trae el virus no es tan serio, que desaparecería, cuestionó el uso de cubrebocas, empujó a que se abriera todo aun y cuando los casos de contagio estaban aumentando, entre otras cosas.

Esta tan cerca la elección que en ocasiones los temas como este, que es de seguridad nacional, han sido tomados como temas partidistas, donde cada uno de los partidos políticos toma un lado, el problema es que el lado del partido en el poder es el que está ignorando las consecuencias que puede traer el virus.

El tema político y la polarización

El tema político con el uso del cubrebocas parece intenso. Durante los primeros meses de la pandemia hubo una gran discusión del uso o no del cubrebocas. Se decía que no servía, hasta la OMS dijo, al menos los primeros meses, que no era necesario. Tiempo después se descubrió que el uso del cubrebocas sí ayudaba a disminuir las posibilidades de contagio. El presidente Trump evitó usar cubrebocas por un buen tiempo, el candidato Joe Biden lo utiliza de manera regular. El uso del cubrebocas desde entonces también se convirtió en uno tema partidista.

También está el tema de abrir la economía, ¿Cuánto abrirla? ¿Mucho o poco? ¿Y cuándo?

La apertura de la economía está relacionada con el aumento de contagios, entre más grande la apertura, más grande el número de contactos. En Texas, las aperturas fueron grandes y descontroladas y ahora Houston es la nueva capital del Coronavirus en el país.

¿Se podrá controlar?

Al parecer sí, lo han hecho los países europeos que se equivocaron al principio y la misma China han empezado a tomar medidas sanitarias más fuertes. El uso del cubrebocas, el evitar formar tumultos y la distancia social, son las medias básicas para lograrlo.

En Estados Unidos, las ciudades también están logrando controlar la proliferación del virus. En Nueva York, que fue de las ciudades más afectadas, se tiene un mejor control de este con las medidas antes mencionadas.

Si la población de Estados Unidos se puede poner de acuerdo en el manejo de estos tres puntos, seguramente los contagios bajaran rápidamente y se podrá volver a la nueva normalidad.

El camino es fácil, no se necesita ser científico para hacerlo, si podemos utilizar de manera constante estas medidas y ser responsables en el manejo de la enfermedad, para invierno de este año podremos vivir gran parte de nuestras antiguas vidas. Si no pasa, seguiremos luchando contra este virus en una pelea donde no seremos los vencedores sino los vencidos. Este es el caso de Estados Unidos y del mundo.

Si ya conocemos la solución, ¿por qué no llevarla a cabo? Espero que en México seamos más consientes y logremos convencer a gran parte de la población para lograr que los números de contagios bajen. A los primeros que tenemos que convencer son a los que dirigen las instituciones sanitarias del país, teniendo a esos, lo demás debería de ser mucho más fácil. Esperemos que así sea.