En las pláticas de los alcohólicos anónimos el común denominador de los enfermos, es la fuga de la realidad y es que la realidad suele ser cruel y tienen miedo a enfrentarla, digamos que los sobrepasa y su refugio es el alcohol y es que cuando se está en alta tensión, con el estrés hasta arriba, con la depresión al máximo, el alcohol es un “despresurizador” de alto impacto, simplemente te lleva a un viaje fuera de este mundo y te otorga el relajamiento extremo, nada cambia, de hecho la realidad se pone peor, pero ese momento es único, es como estar volando y convirtiendo todo en felicidad.

Hay un viejo y conocido refrán de los pueblos alpinos en Francia que dice “quien vive en el pasado es porque en el presente no tiene ni p… idea de qué hacer”, digamos que el vivir en el pasado es como el refugio que tienen los alcohólicos en el alcohol, válgase la redundancia. El alcohólico no sabe qué hacer con su realidad, el que se refugia en el pasado no sabe qué hacer con su presente.

Las culpas que echa el presidente López al ex presidente Calderón, porque le robaron la presidencia o por todo, es solo el resultado de un complejo no superado, la estructuración de soluciones está totalmente fuera de lugar, su retórica en referencia a la no violencia, la repite y la repite y la repite, y sigue habiendo violencia, lo que no repite es cómo solucionar el problema, y si ya lo dijo y lo ha repetido, pues no ha servido de nada, los índices de violencia siguen a la alza y cada vez más atroces.

El merolico repite todo su guion con el objetivo de vender, pero el que el presidente repita y repita lo mismo, no vende nada, dice que la violencia genera más violencia, ok esa es una frase muy común desde 1650 años antes de nuestro señor Jesucristo ¿y luego? Si bien es cierto que la violencia genera más violencia, no está estipulado en la constitución, en ninguna ley secundaria ni reglamento ni tratados internacionales firmados por México, no se habla de utilizar la violencia por parte del estado. Solamente habla de la necesidad del estado de utilizar la fuerza pública y este gobierno ha sido especialista en utilizarla, y sin ningún motivo o razón, pero en contra del pueblo bueno y sabio.

El presidente López es de los principales que usan la fuerza, a través de la ofensa a distintos sectores de la sociedad, los funcionarios del SAT, están amedrentando por ejemplo a ministros de la SCJN a través del bloqueo de activos y amenazas en contra de familiares si no se someten a sus bajos instintos, a los alcaldes los rociaron de gas lacrimógeno, a los niños enfermos de cáncer les negaron el derecho a sus medicinas que millones de derechohabientes hemos pagado mensualmente para que no falten, pero a la delincuencia al parecer les otorga licencias de operación además de darles bonos.

Cuando la ley habla de la necesidad de utilizar la fuerza pública, no se refiere a llegar ametrallando y bombardeando a los posibles delincuentes, de hecho el operativo de Culiacán había sido todo un éxito sin soltar una sola bala, pero su ineptitud no les permitió avanzar, habían llegado al objetivo, me imagino, estando muy lejos de ser un “estrategiólogo” en seguridad, que llevaron a cabo un trabajo de inteligencia del tipo películas de Hollywood, de meses de arduo desempeño, pero resultó que luego no supieron qué hacer, porque no previeron que les fuera a resultar, ahora sí como dicen en las tierras de Zacazonapan, ni ellos se la creyeron.

La violencia la generó el hecho de no contar con las competencias necesarias para desempeñar ese tipo de labores, como dice el perro Bermudez, los tenían, eran suyos y los dejaron ir. Ahora el presidente López no solo no asume la responsabilidad de su gobierno, si no que han entrado en la fase de inacción y la violencia crece. Claro que el estado no está para generar violencia, está para evitarla, pero no se está evitando y no se está haciendo nada para hacerlo.

El presidente Trump, ofrece toda su inteligencia en situaciones de seguridad, para llevar a cabo una acción rápida y precisa para apoyar al presidente López, el presidente López dice no, eso no, con su argumento de la no violencia, no gracias. A ver no entiendo, el presidente López acepta utilizar a México con todos los gastos incluidos como muro de contención de toda la migración que llega a Estados Unidos, para seguridad de los gringos, pero el presidente López rechaza el apoyo que ofrece el presidente Trump para seguridad de los mexicanos. Acepta que seamos patio trasero de los gringos, pero no acepta que los gringos vengan a barrer el patio.

Don julio, hablemos de política.

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