AMLO, desconocía  el “pacto patriarcal”

Ayer por la mañana el presidente Andrés Manuel López Obrador defendió nuevamente su posición de no interferir en la selección de Félix Salgado Macedonio como candidato a gobernador de Guerrero. Según AMLO, aseguró que desconocía hasta hace unos días el significado del “pacto patriarcal”, y con ello, el vendaval de polémicas generadas en torno a su apoyo tácito a Salgado Macedonio.

Sin embargo, la candidatura de un presunto violador como Félix Salgado Macedonio no atenta exclusivamente contra los principios del movimiento feminista, sino contra la integridad de toda la población mexicana, incluidos los varones. La defensa tácita de AMLO al candidato es reprobable, y aún más, al tratarse de un partido político que ha abanderado históricamente la promesa del “Renacimiento de Mexico”, “La Esperanza de México” y la renovación moral de la vida pública de nuestro país. ¿Dónde yacen ahora los principios de Morena? Pues según hemos atestiguado, en el sostenimiento de candidaturas como la de Félix Salgado Macedonio.

Por otro lado, AMLO aseguró ayer mismo que debíamos dejar todo en manos del electorado guerrerense y de la ley. Vamos a ver. El estado de Guerrero es, de acuerdo a CONEVAL, una de las entidades más pobres del país. Según estimaciones de CONEVAL, el 66.5% de la población guerrerense vive en pobreza, mientras que el 23.2% es población vulnerable por carencias sociales.

En materia educativa, Guerrero se localiza en los últimos peldaños, a nivel nacional, en las pruebas de resultados de logro de los estudiantes. Y aún, el estado ha sido severamente golpeado por la violencia provocada por la irrupción de la delincuencia organizada. No en vano la tragedia de la escuela normal rural de Ayotzinapa tuvo lugar en el municipio de Tixtla, Guerrero.

Y aún con ello, el presidente pretende que los guerrerenses, quienes sufren diariamente estas debilidades estructurales, hagan uso de una madurez política y electoral para elegir libremente a su gobernador… como si el populismo rampante del partido en el gobierno no interfiriese deliberadamente para explotar la popularidad del presidente López Obrador y su extraordinaria estrategia de comunicación política.

La exhortación de AMLO de “dejar el caso de Salgado en manos de la ley” evoca las polémicas – y desafortunadas- declaraciones del presidente cuando éste buscaba atentar contra la letra constitucional, en el marco de la reforma educativa, previamente a que fuese abolida por el congreso morenista. El presidente aseguró que la justicia debía imperar sobre la legalidad, siendo él -inferimos- la fuente de esa justicia. Y ahora, AMLO busca dejar el caso de Salgado de manos de la ley y de la interpretación que de ella hagan los jueces responsables. Es una pena.

En conclusión, AMLO y sus correligionarios conocen bien las posibilidades de triunfo de Félix Salgado Macedonio; ciertamente no por su carisma, ni por su desempeño como alcalde de Acapulco, ni por sus conocimientos sobre las problemáticas del estado, y mucho menos, por su altura moral. Por el contrario, puede ganar gracias a las siglas que le postulan; un partido que echa mano de mañas populistas con el mero propósito de encumbrar al presidente, y de hacerse de lo que queda del país.