¡Te equivocas de nuevo Vicente! Porque una amplia popularidad y aceptación llevan Andrés Manuel López Obrador, a su primer grito como mandatario del ejecutivo Federal.

Envuelto en una serie de críticas que fueron acompañadas por aquellos personajes que no superan y han podido persuadir la imagen que representó la esencia más antipolítica que encabezaron Felipe Calderón y Vicente Fox. Dos perfiles que se envanecieron durante seis años desde palacio Nacional, por los lujos, excentricidades, cenas, vinos, invitados y un sinfín de elementos que solo producían irritación en la sociedad.

Ya no tienen impacto sus posturas, más bien, producen la existencia de dos imágenes totalmente desdibujadas, sin elocuencia, con una nula credibilidad que ha sido ratificada por vergonzosas actuaciones; esos bochornos, no han hecho que penetren en los temas de la agenda pública, ni mucho menos recuperan el poco arrastre que algún día tuvieron.

Ese clima que prolifera especialmente en “Chente Fox”, ha matizado un viraje que hasta cierto punto produce risa; las señales que envía más bien reflejan un cuadro sintomático de megalomanía y una afección neurológica obsesiva por el Lopezobradorismo, que se ha ido agudizando con una narrativa cada vez más desconcertante.

La estrategia de confrontación al presidente, ratifica paradójicamente el dominio que tiene Andrés Manuel a través de la popularidad (no populismo). Resulta atípico, pero mientras atacan más al mandatario, lo fortalecen especialmente en un grado de popularidad.

Eso nos pone a pensar y reflexionar que la sociedad entró a una etapa de hartazgo, que es interpretado por la animadversión de “Jelipe y Chente” dos perfiles que están cosechando lo que sembraron durante años en la política.

Previo a la participación del presidente en el tradicional grito de independencia, no cesó la avalancha de críticas, señalamientos, burlas y descalificaciones que a diferencia de otros mandatarios, mostraron la animadversión al jefe del ejecutivo Federal. Entre ellos perfiles políticos, actores, periodistas y esa oposición que envía señales de sobrevivencia para poder instalarse nuevamente en el terreno competitivo.

Sin embargo, el clima y el mensaje del presidente se centró en lo medular: saltar desde palacio Nacional a festejar con un Zócalo volcado a la imagen de López Obrador, y una verbena popular que sobrepasa aquellos episodios de la aristocracia, la oligarquía y la opulencia en nuestro país. Efectivamente, fue un esquema diferente, que tuvo más énfasis en nuestras tradiciones y fiestas patrias, y sobre todo, en una misiva que subraya el nacionalismo con conciencia, que se inclina al programa de transformación de México.

No le encuentro ninguna lógica a los comentarios de Felipe Calderón y Fox; AMLO nunca ha estado solo, ni mucho menos el día domingo 15 de septiembre del 2019, donde observé una participación nutrida de mexicanos que asistieron sin torta ni despensa, con plena libertad y conciencia.

Eso que hace alusión “Chente” son las prácticas de aquella aplanadora del PRIAN que maximizaban su imagen con el acarreo masivo para envanecer la figura presidencial. “Esos tiempos ya se acabaron Vicente”, al menos con Andrés Manuel, ¿eso te tiene molesto?

“AMLO no estuvo solito Fox”: lo acompaña una popularidad imponente, que incluyó también el zócalo. Asimismo, una aceptación clara en cada uno de los Estados donde ustedes perdieron credibilidad por el sinnúmero de hechos antidemocráticos que fraguaron de forma voraz y exponencial.

Vicente: ¿te sientes bien?, ¿en qué país vives?, ¿por qué no te has centrado en esta realidad?, ¿sabías que Andrés Manuel goza de un arrastre superior al que tuviste?, ¿por qué ese odio tan irracional?, ¿te genera aún malestar la aplastante derrota del 2018?, tu estrategia ha fracasado ¿sabías?, se acabó la ostentación en palacio Nacional ¿Tienes conciencia del derroche que se hacía?, la tradición que mantuvieron durante años asumió un giro más austero ¿sabes por qué?, porque los mexicanos se cansaron por su intransigencia y despilfarro que quebrantaba sensiblemente heridas provocadas por el escepticismo que desplazaban esas imágenes llenas de lujos y frivolidades, y que solo contrarrestaban la enorme desigualdad social que dejaron ustedes.

Nos vemos pronto