Todos Santos, BCS.- Lo tuvieron en lista de espera como un mes. Fue de los primeros mexicanos que le echaron el ojo a Facebook y quería a toda costa tener acciones de esa empresa apenas saliera a Bolsa.

Les platico: En julio de 2012 andaba de vacaciones en Tulum y cada mediodía le llamaba al ejecutivo de banca patrimonial del único banco que aún no cae en manos de los españoles, para saber si ya le tomaban su postura para comprar los primeros papeles públicos de Mark Zuckerberg.

Cuando le llegó la buena noticia, entró a la primerísima emisión de acciones y compró los títulos a su precio de salida: $41 dólares.

Un año más tarde lo sorprendió la inusitada andanada de llamadas del mismo ejecutivo bancario tratando de convencerlo de que vendiera sus títulos.

La acción había sufrido una racha de bajones que le permitirían ―si vendía― recuperar muy apenas su inversión.

Y se deshizo de su participación en Facebook. Un año después el precio de la acción rebasaba los $100 dólares y, según me dijo, por el monto que había invertido le dieron ganas de comprarse una pistola.

Buscó al ejecutivo del banco y este le explicó que había firmado todos los papeles para deshacerse de esos títulos.

“Eso no te lo discuto, lo que vengo a preguntarte es, ¿por qué tanto afán el tuyo en que vendiera? Hasta parece que sabías lo que iba a ocurrir”, le dijo y luego se lo envió por escrito.

“¿Cómo cree usted eso?”, le replicó el otro haciéndose el ofendido.

Obviamente nada logró y hoy que la acción de Facebook alcanzó un máximo histórico de $263.50 dólares, me dijo ayer que por segunda vez quiso comprarse una pistola.

Pero lejos de hacerlo, se concentró en una alternativa que no es muy común en estos días de pandemia, de mercados cerrados y, por el miedo imperante, muy complicados:

Si sus planes para este año eran mesurados y excesivamente cautelosos debido a la incertidumbre circundante, al escuchar y ver a sus colegas cómo se enconchan en el carey de sus confinamientos, decidió DETONAR su desempeño de negocios y se encontró con lo siguiente:

1.- Los honorarios de los notarios están bajando porque según le escuchó a uno de ellos: “¿Quién en su sano juicio se pone a abrir empresas en medio de esta crisis?

2.- Los precios de productos, servicios y honorarios de sus proveedores están bajando, porque como se lo dijo uno de ellos: “¿Quién en su sano juicio anda comprando lo que yo vendo y hago en medio de esta crisis?”

3.- Los clientes de su nuevo negocio ―amigos en principio― se sorprenden de que en vez de estar encerrado en su casa, se ande moviendo como nunca y les ofrezca una creativa y festiva oportunidad de hacer negocio, corriendo los mercados a la inversa, como nadan los salmones que por hacerlo así se comen lo mejor de las especies del río donde los peces convencionales nadan con la corriente, o de plano ni siquiera nadan y, por ende, se quedan con la NADA del mundo.

4.- Para operar su negocio encontró fácilmente a gente muy capacitada que quiere ganar la mitad de lo habitual, porque ¿quién en su sano juicio anda contratando cuando la mayoría está despidiendo?

“Este es el mejor tiempo para detonar nuestro potencial”, me dijo, y apenas pronunció eso, se volvió a colocar el cubrebocas, mientras la gran mayoría de los rodantes, en vez de ponérselo en la boca, se lo ponen en la cabeza y se amarran con ese aditamento las manos.

CAJÓN DE SASTRE

“Más qué cajones, se necesita la misma palabra pero con una “o” en vez de la primera “a”, dice la irreverente de mi Gaby.

placido.garza@gmail.com

PLÁCIDO GARZA. Nominado a los Premios 2019 “María Moors Cabot” de la Universidad de Columbia de NY; “SIP, Sociedad Interamericana de Prensa” y “Nacional de Periodismo”. Es miembro de los Consejos de Administración de varias corporaciones. Exporta información a empresas y gobiernos de varios países. Escribe diariamente su columna “IRREVERENTE” para prensa y TV en más de 50 medios nacionales y extranjeros. Maestro en el ITESM, la U-ERRE y universidades extranjeras, de distinguidos comunicadores. Como montañista, ha conquistado las cumbres más altas de América.