La prensa ha querido hacer arder los grupos feministas y los ha colocado en contra de otras compañeras que militan en la misma causa. Sin citar a los responsables para no agraviar otras casas periodísticas, han usado encabezados como "Viajaron a CDMX para apoyar protestas; les queman camioneta" o "Colectivo de mujeres feministas de Guerrero acude a CDMX en apoyo a marcha... y les destrozan su camioneta" , casi casi en tono burlón.

No es novedad la actitud que toman, pues de la división entre las mujeres esperan que las mismas defendidas sean las que desvirtúen la causa. Sin embargo, ante la manipulación que se ha dado en los medios sobre esta información, el Colectivo Zapata Vive lanzó un comunicado en el que las feministas originarias de Guerrero que recibieron ataques en su camioneta, señalaron como responsables al Estado y a infiltrados.

El comunicado dice lo siguiente:

"Al señor estado,

Pero también a la sociedad mexicana.

A las compañeras feministas,

Y también a los machistas.

A los medios de comunicación.

Señor estado: el problema no son solamente los infiltrados disfrazados de feministas (que aún no sabemos quién los mandó) que ayer nos destruyeron nuestra camioneta y nuestro bus en los que venimos 60 integrantes del colectivo para apoyar la marcha feminista... El problema no es la estación de metro dañada ni los edificios destruidos. El problema es mucho más de fondo. El problema es generacional, sistémico, sistemático y transversal. Luego entonces así debiera ser la solución que se tiene que empezar a construir ya: generacional, sistémica, sistemática y transversal.

El problema es este sistema gubernamental y económico que está diseñado para que el rico tenga más privilegios que el pobre, para que el fuerte aplaste al débil y el hombre por su fuerza física mayor a la mujer la someta y despoje de sus derechos, como lo hicieron esos policías que además de su fuerza física tenían herramientas para matar proporcionadas por usted, señor gobierno; igual que lo han hecho los militares en nuestras sierras de Guerrero, como lo han hecho todos aquellos que con un poco de poder en sus manos aplastan a las y los débiles de este país. El problema se llama crisis de colectividad. Nos hemos convertido en un país individualista lleno de personas que pensamos solo en nosotros mismos y no en los demás, en un país donde nos asumimos como individuos y no como comunidad, no como familia, no como sociedad empática.

Ayer gritábamos con todas las fuerzas de nuestras gargantas, el aire en los pulmones y el dolor, la rabia, el coraje y la impotencia en nuestro corazón: ¿por qué nos asesinan, si somos la esperanza de América Latina? Ni del estado, ni de la iglesia, ni del marido, ni del patrón; mi cuerpo es mío, solo mío, y mía la decisión. Gritábamos porque eso nos gritaba nuestro instinto desde nuestras entrañas, entre gente cercana lo mismo que con quienes estábamos conociendo en la marcha. Gritábamos hasta quedar afónicas porque en nuestras comunidades también nos matan, también nos violan, también nos golpean, también nos torturan, y mucho, muchísimo; pero hay una ausencia del estado, ausencia que parece burla. La que debiera ser la oficina de agencia especializada en feminicidios se usa como bodega allá en Ometepec, cabecera del distrito judicial y donde además hay alerta de género. Las que debieran ser las funcionarias con decisiones libres sobre cómo erradicar la violencia contra la mujer, ellas mismas son violentadas por sus superiores, supeditadas siempre.

Hemos llevado los juicios de feminicidios y de tortura y graves violaciones a derechos Humanos teniendo que toparnos con la "justicia" burocrática del estado, con los agentes del ministerio público machistas y con las agentes aún no liberadas de las garras de este sistema patriarcal; hemos conseguido, con mucho trabajo, sí, los 40 años de cárcel para los feminicidas pero ni así hemos podido regresarles la vida a las mujeres que dejaron hijos sin tener pecho que les dé de comer ni madres que les eduquen a ser personas de bien, solo porque hombres se sintieron superiores a ellas."

Después de que la noticia se diera a conocer, muchas compañeras feministas contactaron al colectivo Zapata Vive para ayudarles a reparar los daños y lograr su regreso a casa, por lo que las activistas agradecieron el apoyo y aclararon que es el Estado el que debe pagar, así que mediante el boteo en casetas se postraron durante este sábado para recolectar apoyo.

"A las compañeras feministas que nos contactaron por todos los medios posibles para preguntarnos en qué podían apoyar: les agradecemos infinitamente su sororidad y solidaridad, y por este medio les decimos: la forma de apoyarnos es seguir construyendo ésta como una sociedad igualitaria y justa, unir nuestras voces y nuestras fuerzas para lograr un cambio profundo, empezando por nuestra ideología. Necesitamos asumirnos todas y todos como una comunidad para sacar adelante a este país. El Colectivo Zapata Vive lo estamos haciendo en nuestra región, nos cuidamos los unos y las otras, ellos nos cuidan y nosotras los guiamos, y si alguno de ellos nos hace algo malo lo sancionamos y reeducamos de acuerdo al sistema comunitario. Ayer ellos sintieron miedo de ser golpeados, pero hoy por la mañana razonan: "así se sienten ustedes cuando tienen miedo de nosotros los hombres, cuando caminan solas por las calles, hoy las comprendemos".

A los machistas y a quienes tienen intereses para desvirtuar la lucha feminista porque les estorba en sus privilegios, que han aprovechado el incidente para hacer escarnio de la movilización y han estado comentando en redes sociales que "para que vayamos más a las marchas feministas", que "quién nos manda" y que si tendremos que irnos a "putear" para arreglar nuestras unidades de transporte, les decimos: sí vamos a seguir participando en todas las actividades necesarias para visibilizar el tema de violencia contra la mujer y para lograr una sociedad más igualitaria, al mismo tiempo que los invitamos a ustedes a talleres de formación ideológica con el colectivo para que dejen atrás esa retrógada y tonta manera de pensar. Somos mujeres libres de pensamiento y también de decisión, y usamos esa libertad para luchar contra las desigualdades que a ustedes les da privilegios que a nosotras no.

Sobre el recurso para reparar nuestras unidades, creemos que como es problema de estado, el estado lo tiene que resolver. Hoy iremos a hacer levantamiento de pluma en alguna caseta de cobro para impedir que el estado haga ese injusto cobro de carretera y al mismo tiempo poder reunir la cooperación necesaria para reparar nuestras unidades y regresar a nuestras comunidades.

Por último, a la sociedad mexicana: dejemos de ser indiferentes ante tanta violencia, no esperemos a que seamos nosotrxs o algún familiar, alguna hija o hermana para reaccionar y salir a exigir justicia, paz, igualdad. Cuando apliquemos todas y todos la regla de oro: así como quieres que te traten, así trata tú a las y los demás, pondremos cambiar este país; cuando cuidemos al ambiente como nuestro hogar, podremos sacar adelante a este planeta."

El comunicado es firmado por las siguientes activistas:

Margarita Neri Vive!

Josefa Espejos Vive!

Josefa Ortiz de Domínguez Vive!

Leona Vicario Vive!

¡La Generala Vive!

¡La Coronela vive!

¡Zapata Vive!

¡Villa Vive!

¡Morelos Vive!

¡Vicente Guerrero Vive!

Revolucionarias y revolucionarios viven

y vivirán mientras sigamos luchando por justicia, libertad, paz e igualdad.

¡¡¡La lucha sigue!!!

Firmamos:

Kenia Montalván

Grecia Hernández

Alejandra Fajardo

Paola Baños

Sandra Quirino

Sofía López

Jazmín Benito

Leslie Santiago

Fátima Santiago

Nohemí Lezama

Julia Álvarez

Andrea Ramírez

Deysy Rivera

Zafiro Néstor

Bonfilia Castañeda

Verónica Hernández

Flor Hernández

Yamileth Acosta

Mirna Medina

Victoria Román

Emma Delgado

Martha García

María Oralys Añorve

Marisol Santiago

Florentina Santiago

Benita Clementina

Silvia Hilario

Jaír De Jesús

Adriel Hernández

Franklin Hernández

Edgar Gutiérrez

Alfredo Hernández

Israel Santiago

Alberto Cuevas

Luis Mesa

Jhonatan Hernández

Jaime Luna

Manuel Sampeiro

Santiago Hilario

Jesús Velásquez

Uriel Zamora

Miguel Ángel Vásquez

Víctor Medina

Pedro Hilario

Guillermo Silva

Ignacio De Jesús

Marcos Carbajal

Fernando Carbajal

Yurem Zamora

Eloy López

Francisco Díaz

José Manuel Estrada

Andros Ramírez

José Ángel López

Adán Hilario

Zenaido Ruiz

Elías Adame

Pedro Ruiz

Luis Alberto Cabañas

(Firmamos con nuestros apellidos maternos, integrantes todxs del colectivo Zapata Vive. Nos identificamos para reafirmar que somos un colectivo de lucha legítima que hacemos trabajo real en nuestras comunidades, y nos desvinculamos de toda acusación de acarreo que puedan hacer quienes están explotando el incidente para criminalizar la protesta social. Responsabilizamos al estado por lo que pudiera pasarnos al revelar nuestra identidad)."

Nos quieren peleando, pero no lo van a lograr. Desde la diversidad de los feminismos hay una exigencia universal y clara: Dejen de violarnos, matarnos, desaparecernos y permitir que lo que nos pasa quede en impunidad. No sean cómplices de ello y si es que observan las imágenes de las protestas, identifiquen cómo es que grupos de infiltrados intentas desvirtuar una causa legítima y urgente.