Bajo la premisa de que en la guerra y en el amor todo se vale, el PAN ha reactivado a nivel nacional una embestida en contra de sus contrincantes políticos; en especial, del mexiquense Enrique Peña Nieto, como si éste fuera el candidato del partido gobernante, cuando que ese triste papel le corresponde a la panista Josefina Vázquez Mota.

 

En la guerra sucia implementada por el español Antonio Solá se vale de todo: desde la campaña “de contraste” en contra de Peña Nieto, al que atacan de la misma forma que como lo hacían con Andrés Manuel López Obrador hace seis años, pasando por la descalificación  de las encuestas que se dan a conocer de manera regular y en las que el puntero de todas es EPN.

 

La lucha encarnizada por la silla presidencial bien vale meter el acelerador a fondo. En el estado de Colima, a tono con lo que se ha iniciado en todo el país, la dirigencia estatal desde la semana pasada emprendió una campaña en la que se desconocen los resultados de todas las encuestas que se han dado a conocer a la fecha, varias de las cuales colocan a la candidata presidencial panista en un vergonzoso tercer lugar.

 

El argumento de los panistas colimenses, encabezados por el sicópata Raymundo Mano de piedra González Saldaña, es que todas las encuestas están manipuladas para favorecer al abanderado tricolor, pues en realidad Josefina Vázquez ya casi se encuentra en empate técnico con Peña Nieto. Así, en la distorsionada visión de los blanquiazules, con un poco más que trabaje la plaza, la abanderada del PAN se echará el triunfo a la bolsa.

 

Por supuesto, en ningún momento han presentado los panistas las encuestas en las que su candidata está a un tris de rebasar al puntero en la carrera presidencial; peor aún, desvarían feamente cuando señalar que todas las encuestas conocidas han sido manipuladas a favor del priísta, cuando algo así es prácticamente imposible si se toma en consideración que Peña Nieto no es el candidato del gobierno, sino uno que está dando la pelea desde la oposición.

 

Podría concederse que la encuesta diaria de GEA ISA, que se publica en el diario Milenio, estuviera copeteada para favorecer los intereses del ex gobernador del Estado de México; sin embargo, resulta que en todas las que han sido dadas a conocer últimamente (como las de los periódicos capitalinos El UniversalReforma y  Excélsior) el que aparece invariablemente a la cabeza de todas, con algunas variantes, sigue siendo Peña Nieto.

 

Así, pues, por mucho poder que pueda tener el PRI, resultaría casi imposible que pudiera manipular los resultados de esos y otros medios de comunicación que han presentado trabajos con resultados similares; en cambio, el partido en el poder, que es el PAN, podría contar con mayores argumentos para presionar sobre los resultados, siempre y cuando Felipe Calderón estuviera muy interesado en hacerlo para darle una ayudadita a su candidata presidencial.

 

No sé si Felipe Calderón haya leído a Mario Puzo, pero con todo el poder del presidencialismo autoritario, al estilo de El Padrino, en más de una ocasión le ha de haber pasado por la cabeza hacerle a los medios de comunicación una oferta que no podrían rechazar: hacer creer que Josefina Vázquez es la que encabeza todas las encuestas y que ya no hay nada que le impida al PAN la retención del poder por seis años más.

 

De que ha de estar tentado a hacerlo, no hay duda. El problema es que ni el mismo Felipe Calderón, con todos los poderes metaconstitucionales que le da ser el presidente de México, podría tener el control sobre todos los medios de comunicación para que tergiversen los resultados en provecho de su candidata. Podrá tener influencia sobre dos o tres periódicos y otras tantas revistas y noticieros de radio y TV; pero jamás podría controlarlos a todos. Y si FCH no tiene esa  capacidad de manipulación, menos la tiene el PRI.

 

Sería mucho más sencillo que los panistas aceptaran la triste realidad: que su candidata ya no la hace, que no pegó por el hecho de ser mujer y que su peor lastre es pertenecer al mismo partido al que los mexicanos responsabilizan de los 60 mil muertos a causa de la unilateral guerra contra el crimen organizado, los miles de empleos perdidos, el aumento de la pobreza; en fin, el causante de todos nuestros males desde hace doce años.

 

Tan fácil que es darse cuenta que a la candidata del PAN a la presidencia no le vieron mucho futuro ni siquiera algunos de sus correligionarios que apenas hace poco se habían integrado al enésimo nuevo equipo formado por la Vázquez Mota, como Gustavito Madero y Francisco Ramírez Acuña. El primero mejor se regresó a su curul en el Senado de la República; el segundo, por su parte, se fue de embajador a España por todo lo que le resta al fatídico sexenio, supongo que para no ser testigo de la debacle que viene en camino.

 

Y aún así, los panistas no cejan en su estrategia de hacer creer que las encuestas que favorecen al puntero están manipuladas y que la candidatura de la Vázquez Mota va viento en popa. ¿Así o más perdidos?

 

CAMBIOS EN CANDIDATURAS. Cuando se integró la fórmula original del PRI al Senado de la República, integrada por el yuppie José Ignacio Peralta Sánchez y el acapulqueño tropical Nabor Ochoa López, nadie dudaba que la misma era altamente competitiva. Cuando bajaron del caballo a Nachito para poner en su lugar a Mely Romero Celis, la fórmula seguía siendo competitiva. Hoy que salió el acapulqueño tropical para ser sustituido por Itzel Ríos de la Mora (la Scarlett Johansson de los pobres), la fórmula quedó casi al parejo que la del PAN, de tal suerte que ahora podría ganar cualquiera.

 

Las dos fórmulas quedaron casi parejas, pues tanto la del PRI como la del PAN avanzan con sus lastres a cuestas. No obstante, la fórmula tricolor aún está en la pelea por las dos posiciones en el Senado de la República, en virtud de que la panista cuenta con saldos aún más negativos.

 

Veamos: el segundo lugar de la fórmula con Itzel Ríos de la Mora (la Scarlett Johansson de los jodidos) representa un lastre para la competitiva candidata Mely Romero; pero si la aún coordinadora de la fracción del PRI en la 56 Legislatura local no hace ningún esfuerzo por lograr la victoria en las urnas, su peor castigo será no obtener la curul senatorial. Ah, pero si logran sendos triunfo, las dos serán catapultadas hasta el firmamento político en el 2015.

 

En cambio, en el blanquiazul sus dos candidatos son impresentables. En el primer lugar de la fórmula aparece el porrillo Jorge Luis Preciado Rodríguez, señalado en el libro Las manos sucias del PAN como uno de los que operaron con fondos de la Sedesol (en ese tiempo a cargo de Josefina Vázquez Mota) en la elección federal del 2006; en el segundo va Brenda del Carmen Gutiérrez Vega, la alcaldesa que dejó un cochinero en Villa de Álvarez, donde ni siquiera solicitó licencia para retirarse del cargo.

 

No faltarán los que aseguren que la fórmula del PAN vencerá a la del PRI; sin embargo, por diversas razones, los dos candidatos concitan el rechazo incluso entre sus propios correligionarios, de ahí que se pueda asegurar que ahorita no hay nada para nadie. Más adelante ya se verá, pero la fórmula de Preciado Rodríguez y de Gutiérrez Vega está muy lejos de tener la aceptación que supone  tener de los colimenses, que se la cobrarán por partida doble: por lo ocurrido tanto a nivel local como nacional.

 

@BibianoMoreno