Yo no tengo por costumbre pelear con borrachitos, porque no me gusta pegarle a personas que están en desventaja. ¿Por qué el “Peje”, tendría interés en meter infiltrados en el campamento de Frenaaa, cuando se trata de personas contratadas (y algunas pocas voluntarias) por un grupo derrotado, sin credibilidad, ni siquiera para la oposición que tiene más de dos neuronas?

Gilberto Lozano tiene todas las de perder. Cualquiera que haya visto una película de artes marciales sabe que “el que se enoja pierde”. Este empresario (y su gente cercana) constantemente están echando espuma por la boca, demostrando una absoluta falta de control, lo cual, a todos nos tranquiliza, ya que les puede dar un ataque cardiaco, antes de avanzar dos pasos.

El oligofrénico líder de Frenaaa (tan insensato que hasta sacó sus casas de campaña vacías ¡en camiones!) argumenta que los pocos que se quedaron en el Zócalo, “son pagados por el gobierno”, después del escándalo de abuso sexual al interior de su plantón cerrado y exclusivo, donde (con ayuda económica de otros empresarios) metieron acarreados de otros estados, gente pobre, en situación de calle, y fanáticos religiosos. ¿Qué esperaban?

Frenaaa se va del Zócalo capitalino (aunque amenaza con volver el 21 de noviembre), pero ya sabemos que se mudan a “Sí por México”, el otro frente de la derecha en el exilio, compuesta por otros afamados delincuentes: el PRI y el PAN (y su mascota PRD).

Dice su enloquecido líder que el presidente metió delincuentes a su circo, ¿y el PAN, asociado con el narco? ¿Y el PRI? Repasemos cuántos sujetos tienen problemas con la justicia: Emilio Lozoya, Roberto Sandoval, Rosario Robles, Juan Collado, Mario Marín, Luis Videgaray, Javier Duarte, César Duarte, Roberto Borge, Rodrigo Medina, Carlos Romero Deschamps, Enrique Peña Nieto (más los que se acumulen esta semana).

¿Para qué metería el presidente, delincuentes a su “movimiento”? Es como meter borrachos acarrados a una reunión de Felipe Calderón.

Es obvio que toda la derecha reunida (más sus lacayos “chayoteros”), no tienen ningún reconocimiento moral ante la vista de la mayoría de los ciudadanos, y más bien deben cuidarse de ellos mismos (vean la película “Diamantes en bruto” por Netflix, de los hermanos Safdie, con Adam Sandler, para que vean lo que le pasa a quienes se asocian con delincuentes).

Qué bueno que se agrupen en un solo conjunto, para tener el gusto de mandarlos todos a la goma en las próximas elecciones.

Lo que sí es digno de meditar, es su contante campaña de desprestigio contra la 4T, no porque logren hacerle cosquillas al tigre (por mucho que chillen, no son de peligro), sino porque mañosamente están preparando, con anticipación, un probable fraude electoral.

Sencillamente, con la ayuda de sus medios “chayoteros”, van a pregonar que la 4T “nunca fue querida”, durante la próxima campaña presidencial, para hacer un golpe de Estado “democrático”.

Saben que no son queridos, pero se volverán “salvadores” en el mundo virtual, apelando a la supuesta represión de que son objeto, con la única finalidad de retomar el poder y continuar enriqueciéndose a nuestras costillas.