El que no enseña no vende y al que enseña demasiado se le mosquea

Refrán

Hemos dejado de enseñar las bellezas de México y enseñamos demasiado las miserias del narco... Así terminaremos por mosquear a los turistas que sienten deseos de visitarnos

Cuando las circunstancias cambian, yo cambio de opinión. ¿Usted qué hace?

J. M. Keynes

Entiendo que desde 2017 son 14 las líneas aéreas que han operado en la Terminal 4 del aeropuerto de Cancún:

1.- Aeroméxico

2.- Air Europa

3.- Air France

4.- Air Transat

5.- Condor

6.- Frontier Airlines

7.- Interjet

8.- Lufthansa

9.- Southwest Airlines

10.- Sun Country Airlines

11.- Thomas Cook

12.- Thomas Cook Scandinavia

13.- Virgin Atlantic

14.- Westjet

La británica Thomas Cook ha quebrado. Supongo que Thomas Cook Scandinavia, también. Por lo que leí, su filial alemana, Condor, mantiene las operaciones y podría ser adquirida por Lufthansa. Los analistas no están seguros de que esto último ocurra, es decir, no hay certeza acerca de cuánto tiempo podrá sobrevivir Condor.

Según El País, la quiebra ha dejado a 600 mil personas —150 mil de nacionalidad británica— varadas en diferentes destinos turísticos. ¿Cuántos de los 600 mil turistas están en Cancún a la espera de que alguien les rescate, es decir, les lleve a su casa? No lo sé. Leí hace tiempo que al año llegan a nuestro principal paraíso turístico, desde aeropuertos del Reino Unido, 200 mil pasajeros. ¿Son pocos? ¿Son muchos? Depende del cristal con que se les mire. 

El hecho es que quebró una empresa histórica. Cito información de entornoturistico.com:

√ El señor Thomas Cook realizó en 1841 el primer viaje organizado en la historia. “Con motivo de un congreso antialcoholismo, trasladó a 500 personas en ferrocarril de Harborough a Leicester, Inglaterra”.

√ “En 1845 creó la primera agencia de viajes, llamada Thomas Cook & Son”. 

√ “En 1851 llevó a 150 mil trabajadores a la exposición universal de Londres”.

√ “Consiguió hacer convenios con varias empresas ferroviarias por todo Europa para organizar grupos de pasajeros y trasportarlos entre diferentes países. Además, en 1866 viajo a Estados Unidos para lograr obtener comisiones por llevar gente a ese país”.

√ "Fue precursor de las revistas de viaje actuales, pues en 1845 creó un folleto de 60 páginas, donde describía la ruta de uno de sus viajes”.

√ “En 1868 inventó los llamados ‘vouchers’, cupones que los turistas entregaban en los hoteles y que avalaban el pago del servicio de hospedaje y comida. También fue precursor de los ‘cheques de viajero’ que permitían a turistas obtener dinero local a cambio de una nota emitida por Thomas Cook”.

Tal empresa casi bicentenaria ya no existe. Es una mala noticia para el turismo. Los viajeros que traía al caribe mexicano ya no pasearán en el Tren Maya cuando este proyecto quede concluido. De acuerdo, los turistas seguirán llegando, pero ¿en las cantidades que necesita la economía de nuestro país? No lo creo.

Hay crisis en el sector turístico; si no la hubiera, no estaría en bancarrota una empresa enorme y simbólica como Thomas Cook. ABC habla de “la mayor quiebra turística de la historia”.

Además de la crisis global en el sector, cada día hay más competencia. Playas como las de Cancún —o las de Vallarta, Los Cabos, etcétera— hay muchas por todas partes del mundo.

“El que no enseña no vende y al que enseña demasiado se le mosquea”. Gran verdad.

Comprendo que había corrupción en el Consejo de Promoción Turística y que sus recursos eran necesarios para el Tren Maya, pero ¿quién va a promover las bellezas de México en el extranjero? Algunos pocos empresarios podrán anunciar sus hoteles en Estados Unidos y Europa, pero no basta.

Si alguien conoce y se ha beneficiado del valor de la publicidad es Andrés Manuel. Durante muchos años tuvo como prioridad salir en los spots de TV y radio de los distintos partidos políticos que lo han apoyado. De ahí, en parte, su gran popularidad.

El que no enseña no vende. Es la verdad. Y al que enseña demasiado se le mosquea o vende barato. Indudablemente es así.

Estamos dejando de mostrar las bondades de nuestros destinos turísticos y, al mismo tiempo, gracias a las “benditas” —"malditas" en este caso— redes sociales, México enseña demasiado sus miserias, sobre todo las relacionadas con la inseguridad.

No es culpa de nadie que colabore en el actual gobierno, sino de Felipe Calderón quien, para legitimarse después de un fraude electoral, declaró una guerra al narco que todos hemos perdido.

Para enseñar solo lo bueno y para tapar un poco de lo malo, el gasto en promoción en el extranjero es necesario.

“Cuando las circunstancias cambian, yo cambio de opinión. ¿Usted qué hace?”. La sabiduría de Keynes tendría que inspirar al presidente Andrés Manuel López Obrador en este momento.

El Tren Maya seguramente es un gran proyecto, pero quizá ya no es tan buena idea financiarlo con recursos que la promoción turística necesita.

Invito al presidente de México a que reflexione. La historia legendaria de Thomas Cooke, especialmente su final triste deben servir de lección.