La carismática y honesta hija de Maquío

Es Tatiana, sí. En el partido Morena, desde luego. No puede haber la menor duda. La señora Clouthier —hija, no lo olvidemos, del gran Maquío— si ella quiere, y seguramente es eso lo que desea para su futuro político, será en 2021 la candidata morenista al gobierno de Nuevo León.

¿Por qué es necesario subrayar que será Tatiana la candidata? Porque un maniobrero personaje, representante del viejo PRI, Abel Guerra, insiste en que su esposa, Clara Luz Flores, se quede con la candidatura de Morena.

Como el PRI ha dejado de ser un instrumento eficaz para llegar al poder, ahora los más listillos entre los priistas ofrecen sus servicios al partido de López Obrador, favorito en casi todos los estados en los que, en 2021, habrá elecciones de gobernador.

Pido un aplauso para el grillo Abel

El señor Guerra es eficiente en sus enredos, ni duda cabe. A todas las personas de Nuevo Léon interesadas en la política con quienes he hablado, les ha convencido de que ya amarró en Morena la candidatura de su señora. Pero los argumentos de Abel, que todo el mundo le ha comprado, son absolutamente falsos. Por lo tanto, conviene analizarlos uno a uno.

Embaucó a Yeidckol

Primer argumento de Abel: Dice el viejo priista que él ya ha embaucado a quien considera es la presidenta de Morena, Yeidckol Polevnsky.

Mi comentario: No dudo que haya embaucado a la embaucable Yeidckol, pero ella no en es legalmente hablando la presidenta de Morena. O sea, hay en lo anterior algo así como pérdida de tiempo.

Estructuras y dinero o mejor perder con Waldo/neutro que “ganar” con Clara Luz/Abel/viejo PRI

Segundo argumento de Abel: La aspirante natural de Morena, Tatiana Clouthier, no tiene lo que a él y a su esposa Clara Luz les sobra: estructuras electorales y dinero para financiarlas. Sin tales estructuras no se gana una elección de gobernador. De ahí que si en el partido de izquierda se impone el pragmatismo, la candidata tendrá que ser la esposa de Abel Guerra. Porque Tatiana, por popular que sea, resultaría derrotada por las fuertes estructuras del PRI, del PAN y hasta de Movimiento Ciudadano.

Mi comentario: Probablemente Abel Guerra y Clara Luz Flores sí han negociado la candidatura con Yeidckol Polevnsky en tales términos. Y resulta altamente probable que Polevnsky haya aceptado la lógica del argumento. El problema para Abel y Clara es que Yeidckol ya no preside Morena, aunque siga dando la pelea en los tribunales para mantener a la fuerza una posición que las bases del partido le quitaron en asambleas perfectamente legales.

Polevnsky sí es partidaria de seguir llevando a Morena a priistas sin ideología de izquierda, pero que ven al partido de AMLO como el único instrumento eficaz para ganar elecciones. Eso desea Yeidckol. Pero no es lo que quiere lo mejor de la militancia, integrada por personalidades que han luchado durante años por el cambio político sin jamás haber siquiera aspirado a tener cargos públicos.

Si el sector más idealista de Morena termina por derrotar a Polevnsky, la señora Flores no tendrá ninguna posibilidad de ser candidata, ya que si bien puede ser una buena persona, le perjudican dos pasados: el suyo y el de su esposo. Y en la medida en que el pasado sirva para pronosticar el futuro, lo más probable sería que en los primeros tres años de gobierno de Clara Luz —y de Abel: gobernarían en pareja—, los tradicionales escándalos de los políticos priistas en el poder llenarían las páginas de El Norte, de Monterrey, y también de su hermano más joven, Reforma, de la Ciudad de México.

El costo de los posibles escándalos de la gobernadora Flores lo pagaría Morena a nivel nacional. Nuevo León es un estado muy importante y el impacto que una situación como la descrita tendría en las campañas presidenciales de 2024 sería demoledor para el partido de López Obrador.

¿Tatiana gobernaría sin problemas? Desde luego que no, pero a la hija de Maquío jamás se le señalaría por los excesos a que nos han acostumbrado los viejos priistas, que en este caso si, como han prometido, pagan las estructurales electorales que Morena no tiene, tendrían que recuperar la inversión ya al frente de la administración pública nuevoleonesa. Y está también el tema, inocultable, de la cercanía entre la pareja y el actual gobernador Jaime El Bronco Rodríguez, al que no molestarían para nada, lo que también generaría mala imagen a Morena.

Mucho se ha dicho que si Tatiana no quisiera ser candidata, el plan B sería la priista Flores. Dado lo expresado anteriormente, no lo creo así. Pienso que Morena preferiría perder el próximo año con un candidato no popular como Waldo Fernández, pero de trayectoria más o menos limpia, al menos neutra, que no se metería en escándalos, antes que ganar en el 2021 con priistas que complicarán con sus posibles excesos la victoria presidencial en 2024.

Ya dejen de perjudicar a la ministra

Tercer argumento de Abel: Que Clara Luz le cae muy bien a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.

Mi comentario: No dudo que a Olga le caiga de maravilla la esposa de Abel, pero ¿y qué con eso? Daña a la ministra en retiro que Abel y Clara presumen tanto que cuentan con su apoyo. Afortunadamente para la señora Sánchez Cordero, ella es una mujer muy inteligente, con bastante experiencia y, sobre todo, absolutamente institucional, que no se va a meter donde no debe meterse. Morena no es su responsabilidad, menos aún influir en la candidatura de ese partido en Nuevo León. Si el presidente López Obrador no anda en politiquerías locales, la titular de Gobernación menos lo hará.

Olga debería pedirle a alguien —quizá al subsecretario Ricardo Peralta, quien se alquila para los encargos duros— que llame a Abel y a Clara Luz para que dejen de involucrarla en chismes, como el de que tiene la pareja entre sus asesores a un tal Sergio José, supuesto experto priista en redes sociales, que según cuenta por todas partes tiene a todo su equipo de colaboradores en Gobernación. Por cierto, ese asesor también le hace trabajos, dicen, a Movimiento Ciudadano. La verdad de las cosas, la señora Sánchez Cordero, destacadísima jurista, no merece andar en hablillas tan baratas.

Poncho Romo y su decisiva influencia 

Cuarto argumento de Abel: Que él ya ha negociado la candidatura de Morena al gobierno de Nuevo León con el jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo.

Mi comentario: Eso es falso. El empresario Romo, más que influyente en Nuevo León, goza de la total confianza de su jefe Andrés Manuel porque conoce el secreto del éxito en las estructuras jerárquicas: jamás tratar de intervenir donde su superior no le ha pedido que intervenga. Por lo demás, muy probablemente Romo no conoce a Abel. Es decir, no en persona, o no lo ha tratado con frecuencia. No son amigos, pues. Poncho sí está enterado, por los periódicos, de la trayectoria política del esposo de Clara Luz, y seguramente, como casi todos en el sector privado de Monterrey, la desaprueba y no desearía que nadie ligado a él llegara al gobierno.

Alfonso Romo, nuevoleonés, en su calidad de funcionario público de alto nivel debe haber tratado con Clara Luz, ya que esta mujer es la presidenta municipal de Escobedo. Si en la plática que Romo ha sostenido con ella se ha tocado el tema de la sucesión de Nuevo León, el empresario le debe haber dicho que nadie le ha pedido que se meta en ese asunto, pero honesto y claridoso como es, quizá le debe haber confiado a la alcaldesa: “Que quede claro, señora, no me han ordenado que me meta en la política de Nuevo León, pero si me metiera, de una vez le digo, sería para apoyar mil por ciento a Tatiana Clouthier”. Es pública la extraordinaria relación entre la coordinadora de la última campaña presidencial de AMLO y el jefe de la Oficina de la Presidencia. Más allá del cariño, Romo no ignora el hecho de que Tatiana es una de las figuras más conocidas, populares, queridas y creíbles de la política en Nuevo León.

Posdata

Más tarde, Desiderio Morales, estudioso de la opinión pública, difundirá como columna suya en SDP Noticias, una encuesta para ver quién es más fuerte electoralmente hablando., Tatiana Clouthier, de Morena, o Clara Luz Flores, quien acaba de renunciar al PRI después de muchos años de militancia para ver si la izquierda la adopta y le regale la gubernatura. Ya veremos los resultados.