Definición de ‘pretendiente’.<br>Que aspira al noviazgo o al matrimonio con alguien<br>

Diccionario de la lengua española

Los que quieren

Le sobran pretendientes a la guapa, culta, inteligente, valiente e independiente doña Susana Distancia —señora de la que en gran medida depende el futuro de México.

1.- Don Engreimiento es un garboso caballero que aspira a conquistarla. A veces pienso que aparece con excesiva frecuencia, solo para exhibir su cola de pavorreal, en las conferencias de prensa de los voceros del sector salud. Los reflectores marean y esta es una enfermedad política para la que no se ha encontrado un remedio realmente eficaz. Enfermedad que mata no solo grillos en lo individual, sino también proyectos de gobierno y hasta sociedades enteras.

2.- El señor Canalla. Tiene como sus aliados a gobernadores de partidos distintos a Morena, a dirigentes de oposición y a no pocos columnistas incapaces de entender que vivimos tiempos de necesaria unidad, no de vulgar guerra sucia con el pretexto de la tragedia epidemiológica.

3.- El recatado, modesto y discreto Sentido Común. Creo que, por buena suerte, apareció en la reciente reunión del presidente AMLO y su jefe de Oficina, Alfonso Romo, con cuatro dirigentes de organizaciones empresariales, Carlos Salazar, del CCE; Antonio del Valle, del Consejo Mexicano de Negocios; Francisco Cervantes, de Concamin, y Luis Niño de Rivera, presidente de la Asociación de Bancos de México.

Tal vez no llegaron al acuerdo que necesitan decenas de miles de empresas de todo tamaño —de las que dependen millones de empleos formales; en efecto, los que sí pagan impuestos para mantener al Estado—, pero acercaron posiciones y se comprometieron a seguir dialogando para analizar el desarrollo de la crisis económica, que es global y que no acabará solo porque la consideremos pasajera.

¿Qué se necesita para que todo México vaya a la boda de doña Susana Distancia y don Sentido Común? Cuatro cosillas, a saber:

(i) Que Juan Ramón vaya al grupo de expertos del gobierno, de preferencia como jefe

Urge que en la familia de Susana —pienso en los y las especialistas en epidemias del gobierno mexicano— acepten ya como pretendiente oficial al menos común de los sentidos y dejen de poner trabas a todas aquellas personas, de gobiernos estatales y hospitales y laboratorios privados, con ganas de invertir en pruebas rápidas de coronavirus. En naciones avanzadas se utilizan tales pruebas, ¿por qué aquí no?

Estoy seguro que la parentela de Susana Distancia no pretende minimizar el número de contagiados; entonces, la negativa a las pruebas rápidas obedece, nada más, a un deseo de controlarlo todo. Típico pensamiento del burócrata que ha despegado los pies del suelo: como puedo impedir que algo se haga, lo impido sin importar las consecuencias.

No hay ninguna razón para tener pocas y no muchas pruebas. Los análisis rápidos algunos requisitos tendrán, evidentemente; que se exija su cumplimiento, y ya está. Como el diagnóstico masivo es importante, una dosis mínima de humildad y de pragmatismo evitará que todo un país vaya a terapia intensiva.

No estaría mal, para terminar de ubicar a quienes andan mareados, sumar al grupo de médicos del gobierno a un personaje mayor, con trayectoria académica pero con sobrada experiencia política, Juan Ramón de la Fuente. Este rápidamente se entendería y haría aliados a expertos de fuera del equipo de AMLO —tan capacitados o más que quienes hoy dirigen la estrategia— , especialistas hoy convertidos en estorbos porque, al no ser escuchados, se sienten tratados como enemigos.

(ii) Que ya, por favor señores grillos: ¡sosiéguense!

Que los políticos de oposición, gobernadores incluidos, dejen ya de usar la pandemia como un pretexto para la propaganda. El gandallismo no tiene el menor sentido. Habrá elecciones el próximo año, entonces que guarden sus ambiciones para 2021 cuando la crisis haya pasado.

No puede la IP seguir con esa Coparmex que es sucursal del PAN y del partido de Calderón

Que los dirigentes empresariales que se reunieron con Andrés Manuel López Obrador y Alfonso Romo se comprometan a exigir a un colega de ellos, Gustavo de Hoyos, de Coparmex, a que se olvide durante la crisis de su loca idea de que debe golpear a la 4T porque ello fortalece sus aspiraciones de ser candidato presidencial en 2024. La Confederación Patronal de la República Mexicana es demasiado importante en el sector privado, como para no levantar sospechas de que, más que divididos, los hombres y las mujeres de negocios de México en su relación con el presidente AMLO practican el perverso e hipócrita juego de negociación de las películas de Hollywood, el del policía bueno y el policía malo. Andrés Manuel aprecia y confía en los cuatro empresarios con quienes acaba de reunirse, pero evidentemente debe preocuparle bastante que todos ellos juntos no sean capaces de controlar a un loquito a quien le dan cuerda el PAN, Felipe Calderón y no pocos columnistas

(iii) Que algunos/muchos periodistas empiecen a ser un poquito serios. ¿Es demasiado pedir?

Más difícil de conseguir para hacer posible el matrimonio entre Susana Distancia y Sentido Común es un compromiso de periodistas y dueños de medios de, sin renunciar a la crítica —fundamental en un sistema de libertades—, entender que el barco llamado México tiene un capitán, elegido por una mayoría de votantes, al que se debe apoyar en lo que decida. Reitero, sin abandonar la crítica, pero al menos señalando los desacuerdos con el presidente AMLO sin mentiras, que abundan en los medios; sin odio, demasiado presente en algunos espacios del columnismo, y sobre todo sin gritar de felicidad cada vez que se piense que algo le ha salido mal a Andrés Manuel.

(iv) Que Andrés Manuel escuche más a los moderados

El presidente de México, por su parte, debe comprometerse a reflexionar con absoluta seriedad acerca de lo que ha propuesto el sector privado como receta para salir de la crisis. Cabe la posibilidad, y Andrés Manuel debe aceptarla con la honestidad intelectual que le caracteriza, de que sea su equipo el que esté equivocado, y no los empresarios con quienes ha dialogado.

La decisión de lo que va a hacerse desde luego es  solo suya: para eso  gobierna a México por voluntad de la mayoría, pero convendrá a todos y a todas que en esta crisis, terrible, escuche menos a sus colaboradores excesivamente de izquierda que tanto desconfían de los hombres y las mujeres de negocios, para analizar las cosas en un diálogo más estrecho con quienes en su equipo —Alfonso Romo, Julio Scherer, Marcelo Ebrard, Olga Sánchez Cordero, Jiménez Espriú— ven al sector privado como el motor de la economía. Debe AMLO pensar fuera de la caja de la ideología y del proyecto de izquierdas que lo ha guiado toda su vida. No hay opción. Además de los mencionados, sobran personas con experiencia de cuya lealtad no puede dudar el presidente de México, como Agustín Gutiérrez Canet, que podrían dar un punto de vista objetivo. De lo que se trata es de torear la recesión global sin que nos dañe excesivamente. Hoy por hoy, lo único seguro es que, gracias a Sentido Común, no habrá despidos en este abril de Susana Distancia. Pero, ¿a partir de mayo qué pasará? Urge crear ahora mismo las condiciones para que se dé el mejor matrimonio posible entre el necesario combate a la pandemia y el elemental razonamiento económico para impedir que se destruya el sector productivo nacional, del que dependen millones de empleos formales.