Bernard Le Bouvier de Fontenelle fue un hombre sabio. Le faltó genialidad para desarrollar teorías científicas revolucionarias —en la historia, solo unas cuantas personas han tenido ese privilegio. Pero, culto e inteligente, entendía a la perfección la ciencia de su tiempo. Para ponerla al alcance de todos los hombres y todas las mujeres, la divulgó.

Hoy abundan los divulgadores de la ciencia, y qué bueno. El filósofo francés, en 1686, fue de los primeros en hacerlo con su obra Conversaciones acerca de la pluralidad de los mundos.

Es un libro pionero en muchos sentidos: hizo comprensible a la sociedad en general el conocimiento científico, que es la tarea principal del divulgador; lo escribió en francés, no en latín como se acostumbraba, y lo dirigió a las mujeres, esto es, contra las ideas dominantes, pensaba que ellas —no solo ellos— tenían la capacidad de comprender el complejo mundo de la ciencia.

Para explicar la teoría heliocéntrica, Bernard Le Bouvier de Fontenelle en la citada obra simple y sencillamente pone a platicar a una marquesa con un filósofo —cito a Wikipedia— “que accede al jardín de esta por las noches y contempla el firmamento”.

No sé si ese argumento inspiró la escritura de una de las mejores novelas que he leído, Julia, o la nueva Eloísa, de Rousseau, en la que por carta dialogan dos amantes: él, maestro y erudito; ella, una joven brillante y virtuosa de clase alta. Julia y Saint-Preux, quienes se conocieron en algún lugar de los Alpes —en la parte suiza, si no me equivoco—, expresan en tales escritos sus pasiones que no parecen tener futuro, pero también toda clase de reflexiones filosóficas.

¿Por qué menciono ahora a Bernard Le Bouvier de Fontenelle? Porque una frase atribuida a él sirve para explicar que la popularidad de Andrés Manuel se mantenga elevada, a pesar de los problemas que enfrenta el gobierno.

Dijo el filósofo: “La modestia es el complemento de la sabiduría”. ¿Por qué más del 70% de la gente aprueba el trabajo del presidente López Obrador? En mi opinión, ello se debe sobre todo a su estilo muy modesto de vida.

La población mexicana exigía que el poder lo tuviera alguien capaz de vivir como la mayoría, y lo encontró en Andrés Manuel, quien no deja de visitar cada fin de semana —como lo ha hecho durante tantos años— las comunidades más apartadas para estar en contacto directo con las personas más necesitadas.

La encuesta AMLOVEmetrics publicada ayer en SDP Noticias, refuta otros estudios manipulados que se habían publicado para dañar al presidente de México. Aquí la gráfica:

Las estadísticas son estas y no hay otras