El pasado 22 de agosto, la Secretaría de Economía, que está a cargo de Ildefonso Guajardo Villareal, informó que la Inversión Extranjera Directa (IED) a México fue de 9,733 millones de dólares en el primer semestre del 2014, lo que representa una caída del  59 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior.

Los factores que influyeron en la baja de la inversión foránea son varios, destacando que en los primeros seis meses de 2013 la empresa cervecera belga Ab Inved adquirió a la empresa mexicana Grupo Modelo por un monto de 13,249 millones de dólares y por otro lado inversionistas mexicanos compraron acciones del gigante de las telecomunicaciones América Móvil a inversores extranjeros, lo que significa para efectos estadísticos 4,500 millones de dólares que se restaron de la IDE entre enero y junio del presente año.

El total de la IED en el primer semestre del año provino de España (26.1 por ciento), Países Bajos (20.1 por ciento), Bélgica (13 por ciento); Estados Unidos (10.3 por ciento) y Japón (7.2 por ciento).    

La mayor parte de IED de este año en México provino de la reinversión de utilidades (8 mil 570 millones de dólares); mientras que las nuevas inversiones tuvieron una caída de 956 millones de dólares.   

La inversión extranjera directa aporta a la economía del país alrededor del 25 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que la inversión privada y pública aporta apenas el 16 por ciento. 

La caída de la IED en el primer semestre del año  no es motivo de alarma, ni significa que los inversionistas foráneos hayan dejado de ver a México como un destino seguro y   de grandes oportunidades  para hacer negocio, dada las facilidades que hay para estos inversionistas, pero lo que sí hace falta es infraestructura y  se frene la inseguridad  que hay en varias zonas del territorio nacional, para que fluya de mejor forma estos capitales y se creen las fuentes de trabajo que tanto se necesitan.    

La IED no siempre es benéfica para la creación de empleos en el país e inclusive muchas veces este tipo de inversión es contraproducente para la planta laboral, ya que los inversionistas extranjeros compran empresas ya establecidas en el país y para hacerlas más productivas y tener un mayores utilidades recorta personal.

El ejemplo de que no toda IED es benéfica para el país ni crea nuevos empleos  nos lo da la inversión de los grupos financieros hispanos en México, ya que desde un principio estos inversionistas adquirieron bancos ya establecidos  y con infraestructura, en muchos casos se recortó personal, para mejores eficiencias administrativas.  Dos bancos españoles adquirieron varios bancos mexicanos y los fusionaron, con lo que eliminaron sucursales, requiriendo, como consecuencia, menos personal para un solo corporativo. El Grupo BBVA Bancomer adquirió seis bancos en el país (Bancomer, Mercantil Probursa, Oriente, Cremi, Banco Unión) Grupo Santander adquirió dos bancos (Serfin y Mexicano).

BBVA Bancomer, tiene un único trabajador directo en México. El resto, casi 29 mil empleados, están contratados por su filial BBVA Bancomer, Operadora SA de CV, creada el 22 de noviembre de 2006. 

Mediante un convenio de sustitución patronal, esa empresa sustituyó a BBVA Bancomer SA como empleadora de todos los trabajadores del grupo financiero, que obviamente siguieron laborando para el banco. 

La operadora es una prestadora de servicios que asume las obligaciones laborales del banco, pero como empresa independiente de éste y de sus ganancias; esta acción ilegal se pudo hacer con la convivencia del sindicato, que accedió a cambiar su personalidad jurídica de bancaría de servicios, y con la complacencia de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje.  

Lo que ganó el banco con esa maniobra es que sus empleados perdieran el derecho a participar en sus utilidades y las prestaciones que corresponden al gremio bancario, puesto que dejaron de pertenecer a esta institución.

Al cierre de 2013, Grupo Financiero BBVA Bancomer registró un crecimiento de 34.3 por ciento en sus ganancias netas, comparado con el año anterior, al considerar la venta de su Afore y de 10.7 por ciento sin esta operación extraordinaria.

La utilidad neta del banco español  respecto al cierre de 2012 pasó de 26 mil 832 a 29 mil 696 millones de pesos, esto sin considerar la venta del Afore, lo que significó el mayor crecimiento en México en los últimos años; si el reparto de utilidades debe ser al 10 por ciento de las mismas, calcule usted lo que la institución financiera hispana ha dejado de entregarle a sus empleados mexicanos desde 2007 a la fecha.

Los bancos españoles que invierten en México no son los únicos inversionistas foráneos que han recortado personal a la hora de invertir en el país o de buscar lagunas legales para no cumplir sus obligaciones con la nación receptora; HSBC recortó personal, sucursales y horarios de servicio, cuando adquirió en 2002 Bital y la compra venta de Banamex por parte del grupo financiero estadounidense Citigroup no pagaron los impuestos correspondientes a la operación.                 

Guillermo Ortiz Martínez, presidente del consejo de administración de Banorte, el año pasado cuestionó el hecho de que los bancos de origen extranjero que operan aquí remiten una porción significativa de las ganancias que obtienen en México a sus matrices y nos las reinvierten en el México. ¿Cómo es posible que transfieran capitales de la periferia al centro?

La inversión extranjera en la industria automotriz, sí da grandes beneficios a la economía del país y sí genera fuentes de trabajo formales y bien remunerados, además de ser la segunda industria en capitación de divisas para México, actualmente la industria de los automóviles da  530 mil empleos directos, de este tipo de inversión es la que se necesita para el desarrollo del país.

La inversión pública, que es la que se hace  infraestructura y la inversión privada mexicana que es la que crea y desarrolla pequeñas, medianas y grandes empresas, deben estar bien complementadas y ser el motor del crecimiento y la IED debe ser un complemento pequeño. Por otro lado la inversión extranjera directa debería estar mejor regulada para que en verdad se beneficie  a la economía del país y no sucedan casos como la inversión foránea en los bancos.