Hoy el presidente AMLO a pregunta expresa en su informativo mañanero de si se va a poder ver, si se va a mostrar a los ciudadanos las particularidades del departamento que ya anoche ocupó formalmente en Palacio Nacional frente al Zócalo donde estará conviviendo con su esposa Beatriz y su hijo Jesús, insinuó que a lo mejor sí. Por lo que deducimos que quizá habrá tour para que se conozca por vez primera este espacio que será ahora aprovechado y que antaño se acondicionó para vivienda personal en el gran recinto del gobierno corazón de México.

Hablaba el presidente cuando provocó la pregunta anterior, sobre el nuevo ataque/nota del periódico Reforma, donde se publicitó que ahora sí viviría en su gran palacio, insinuando con mala leche como dice Federico, que sí goza de lo palaciego, desvirtuando un hecho que por donde busque uno no tiene para desvirtuarse porque meramente se basa en el pragmatismo de conservar el contacto familiar y asegurar el descanso sin tener que transportarse hasta su casa en Tlalpan a altas horas de la noche para levantarse en la madrugada y preparar su informe del día. 

Lo que no entiende El Reforma, es que éste presidente sí trabaje y lo haga para el bien de todos, algo nuevo y sorprendente en la vida pública mexicana. ¿Que esto no lo quería la clase dominante? Ni hablar, la mayoría de mexicanos sí lo quisieron y así lo exigieron. De hecho, serán más las inconveniencias para la familia presidencial a las que habrá de adaptarse, pues es primera vez en la historia moderna que una familia sencilla de clase media como cualquiera de nosotros, está en la presidencia. Y la realidad es, que es una minoría de la población mexicana la que lee el periódico Reforma, ¿qué buscan y obtienen de él con referencia a la presidencia sus lectores? La desaprobación, la exageración detonada por la saña, la opinión cargada hacia el desprecio del presidente y sus acciones de parte de los dueños regiomontanos de este periódico. 

Pero como el presidente de la república, al igual que cualquier ciudadano, cuenta con el derecho de réplica, respeta estas publicaciones constantes y ejerce su derecho de desmentir estas u otras opiniones habladas o escritas, trivializando la falta de profesionalidad con la que en lo particular se conducen estos señores Junco de El Norte, con el buen humor que siempre lo acompaña y lo caracteriza. Idea brillante ha sido el mantener un foro abierto de comunicación diaria donde se ventile la vida pública nacional, pero esto solamente lo puede lograr un líder comprometido y con plena autoridad moral, otro detalle que parece no entender y se le va al periódico Reforma. En definitiva, el informativo pierde rotundo contra AMLO, en cuestión de credibilidad.