El 6 de enero del 2016 fue recapturado Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”, seis meses después de su fuga del penal de Almoloya. En la casa de seguridad donde fue apresado, el ejército mexicano encontró un fusil de asalto Barret M82 calibre .50 y en febrero 21, un reporte de inteligencia del gobierno federal al que tuve acceso reveló que ese poderoso rifle -capaz de penetrar blindajes de nivel 5 y derribar helicópteros artillados- formaba parte del inventario de 2,500 armas que fueron vendidas de manera encubierta al gobierno mexicano en el operativo estadounidense “Rápido y Furioso”, entre el 2009 y el 2011, sí, durante la gestión de Felipe Calderón.

Les platico: Una fuente muy bien acreditada dentro del sistema de inteligencia del gobierno actual, a petición mía analizó minuciosamente las fotografías y videos del infierno -decir balacera es quedarnos cortos- que se desató este jueves en Culiacán.

Detectó cosas interesantes. El arma montada en la camioneta de redilas blanca que operaba el ya famoso gatillero de la cachucha al revés, es un Barret M 107 CQ de 12.7 milímetros.

El que dispara otro pecho a tierra es un Barret M 240 G de 7.62mm y ambos súper fusiles de asalto están en el mismo inventario de las 2,500 armas del operativo “Rápido y Furioso”.

En esa lista había 307 Barrets. El tercero, uno M82 calibre .50 apareció en escena el domingo 24 de marzo a las 9:35 de la noche en la emboscada que tendieron más de 20 narcos a elementos de la Secretaría de Marina en el poblado Vallecillos, en los límites de Nuevo León con Tamaulipas.

Un cuarto Barret de ese mismo inventario -también M82 calibre .50- disparó los proyectiles que derribaron el 6 de septiembre del 2016 un helicóptero de la Procuraduría de Justicia del Estado de Michoacán en el poblado de La Angostura, perteneciente al municipio de La Huacana, donde murieron cuatro efectivos policiacos.

Mi fuente me dice que la nave abatida cubría a un convoy de militares y policías estatales que perseguía a un grupo armado que a su vez protegía la huida de Ignacio Andrade Rentería, “El Cenizo”, jefe de sicarios del cártel “Caballeros Templarios”, que sigue operando fuertemente en Michoacán.

El 21 de septiembre del 2016 más de 150 militares aseguraron una avioneta Cessna con matrícula XB-MUY que volaba rozando apenas las copas de los árboles en el poblado Tecolotes para burlar los radares del gobierno, muy cerca de Mexicali.

Ahí decomisaron cuatro AK-47 y el quinto Barret, también M82 calibre .50. En ese operativo fueron apresados cinco personas que iban a reunirse con Ovidio, el hijo del Chapo Guzmán que fue detenido y luego liberado este jueves en Culiacán.

Entre 2007 y 2016, las autoridades mexicanas decomisaron -según mi fuente- 190 rifles Barret en Nuevo León, Tamaulipas, Jalisco, Guerrero y Michoacán, principalmente.

El arsenal de “Rápido y Furioso” estaba destinado a las fuerzas armadas y policiales federales de México, pero a la luz de lo que mi informante me reveló, la pregunta es: ¿Cómo es que -al menos- los Barrets llegaron a manos de los delincuentes, cuyos incidentes cito en este artículo?

¿Dónde está el resto de ese lote de armas y municiones? ¿Quiénes son sus custodios?

Barret Fire Arms Manufacturing es una empresa líder en el diseño y fabricación de rifles de gran calibre, creada por el norteamericano Ronnie Barret y que en 1982 inventó algo que nadie pensó que fuera posible: El rifle M82 calibre .50 capaz de ser disparado al hombro.

Que se sepa, en ningún operativo, las fuerzas armadas mexicanas han sido vistas disparando semejantes fusilotes. Solamente hay evidencia de su uso por parte de las bandas de criminales en emboscadas al ejército, las policías y ahora, en el terror que desataron en Culiacán para lograr la liberación del hijo del Chapo.

Entonces, don Alfonso Durazo, ¿sería usted tan amable de responder las preguntas que respetuosamente he planteado en este artículo?

 

“A juzgar por la forma en que el secretario de seguridad nacional y los altos mandos militares de México justificaron la liberación de Ovidio Guzmán, pareciera lo que ya has dicho antes, que la Guardia Nacional es más bien una ´guarida nacional´ en la que Durazo esconde su incompetencia e imprudencia para manejar hechos tan delicados como el que acaba de ocurrir en Culiacán que, sin duda, son un golpazo a la credibilidad del gobierno de López Obrador ”, dice la irreverente de mi Gaby.

placido.garza@gmail.com

PLÁCIDO GARZA. Nominado a los Premios 2019 “Maria Moors Cabot” de la Universidad de Columbia de NY; “Sociedad Interamericana de Prensa” y “Nacional de Periodismo”. Forma parte de los Consejos de Administración de varias corporaciones. Exporta información a empresas y gobiernos de varios países. Escribe para prensa y TV. Maestro de distinguidos comunicadores en el ITESM, la U-ERRE y universidades extranjeras. Como montañista ha conquistado las cumbres más altas de América.