“Solo pedimos a Dios que lo ocurrido en Culiacán no se repita”, me dijo una de las personas entrevistadas, en este reportaje que estoy haciendo después de de lo ocurrido en la capital de Sinaloa.

La gente hoy está tranquila, sin embargo, a casi 40 días, lo ocurrido no ha sido superado, los habitantes saben que, aunque se ha regresado a la normalidad, ese sentimiento de ser vulnerables está presente.

La detención de Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán Loera, la tarde del 17 de octubre, es para muchos, un evento realmente fallido, una operación que salió de las manos y del control de las autoridades.

 

“En Culiacán, no tenemos miedo, sin embargo estamos más alertas, lo ocurrido el jueves negro, provocó que la gente esté más alerta y también más solidaria”.

Es sabido de todos que Las fuerzas del gobierno están superadas por los grupos de Sinaloa, coincidieron en señalar trabajadores del transporte público, algunos taxistas y operadores de UBER, también coinciden en señalar que el gobierno se equivocó al pretender realizar un operativo sin estrategia, sin inteligencia.

En cuanto a la liberación del hijo del Chapo, la mayoría de la gente, opina que fue lo correcto, no pueden exponer a la gente buena dicen.

Llama la atención que las redes sociales propagaron el miedo y en breve dieron a conocer lo que ocurrió en Culiacán a nivel mundial, sin embargo también sirvieron para dar muestras de apoyo y solidaridad, vecinos comercios que abrieron las puertas para resguardar a la gente.

La inversión sigue, el turismo también, la directora de turismo del municipio de Culiacán Alma Patricia Elenes Bernal, sostuvo reuniones con los sectores hoteleros y restauranteros, sabe que lo ocurrido fue una situación atípica, focalizada y confían en los nuevos operativos de seguridad.

En cuanto a las alertas emitidas por el departamento de Estado de los Estados Unidos, la funcionaria señaló que están en todo su derecho, pero en Culiacán y en Sinaloa el número de turistas no ha bajado.