Recuerdo a mi mamá llevándonos con la lista de útiles escolares a comprar las cosas a la Papelería El Guerrero por el centro de Monterrey cuando yo estaba cursando la primaria. No había de esas papelerías con nombres gringos, ni papelerías de cadena. No íbamos a la papelería pequeña que estaba por mi casa pues esa solamente la usábamos para útiles de emergencia y las litografías para los trabajos escolares de los días patrios. El Guerrero tenía mejores precios que la tiendita cerca de casa, pero solo íbamos una vez al año a surtir la lista.

Recuerdo algunos de los útiles que jamás volví a usar en mi vida adulta: cuadernos de doble raya, diarios de 5 manos, libretas con cuadrícula chica y con cuadrícula grande, libertas con pentagrama, las libertas estilo italiano y libretas con espiral y sin espiral. Para escribir lápices de un número específico, creo que era del número 2, borradores (gomas les dicen los chilangos), plumas roja, azul y negra, y ya más grandes lapiceros con puntillas de 0.7mm.

El año pasado pasé por los útiles escolares de mi niño más grande y los requerimientos son más o menos los mismos, algunas libretas más, algunos plumones y marcadores diferentes, pero igualmente un montón de libretas de las que al final solo utilizas una parte y quedan bastantes hojas sin usar.

Hay mamás que se dan las habilidades utilizar lo que no se usó en el año escolar para el siguiente año con la ayuda de niños que cuidaran mucho el uso de los útiles de este año. No es el caso de una gran mayoría de niños que al final del día acaban usando las reglas como catapultas de bolitas de papel.

Este año es diferente. Las clases se llevarán a distancia y no necesariamente se tendrán que comprar las “mil” libretas y útiles para la escuela. Todo lo que se perdía en la escuela en cuanto a útiles,” mágicamente” no desaparece en casa. Entre el miedo de salir a la calle a comprar los útiles y el poco uso que tuvieron en el primer semestre del 2020, quedan al menos 6 meses con los útiles escolares del año pasado. Esas son malas noticias para todos los negocios que se dedican a vender este tipo de productos a las mamás y papás de los niños.

Si los padres y madres de familia no ven necesario el resurtido de muchos útiles escolares, ahora súmele los uniformes, las mochilas, los zapatos, los tenis que no se están comprando. El Norte le pregunto a Arieh Ruzansky CEO de Grupo Ruz fabricante de mochilas y loncheras en México sobre las ventas de este año sobre las ventas de este año atípico y contestó: “Cada año solemos colocar hasta 70 por ciento de nuestras ventas en cinco semanas, que abarcan julio y agosto; muchos padres están optando por comprar mochilas para el regreso a clases, pero estamos conscientes que la mayoría esperará al regreso físico”.

¿Qué problema puede traer para este tipo de industrias? Cuando las ventas se dan de manera cíclica o por temporalidades, los administrativos de las compañías hacen sus cálculos de inversión, reinversión, pagos y demás basados en la estacionalidad. Es decir, si yo tuviera una papelería sé que los meses antes del inicio a clases son los “buenos” para generar el ingreso que me mantendrá el resto del año. Con tiempo compró mi inventario de productos para ofrecerlo en los meses o semanas de mayor venta, igual para los fabricantes que planean su producción para tenerla lista justo cuando se dan estas compras y yendo un poco más atrás, los proveedores de materia prima están acostumbrados a esta estacionalidad. No es lo mismo vender un producto como papel de baño que tiene una estacionalidad más o menos pareja durante el año, salvo cuando la gente se alocó comprando a principios de la pandemia, que vender papelería, o atún y galletas para la Semana Santa.

La nueva normalidad trae como consecuencia una nueva temporalidad para muchos negocios que, si no tienen finanzas sanas y flujo de efectivo para aguantar este año, difícilmente sobrevivirán para el que sigue. Esto es un efecto colateral de la pandemia, y así pasará con muchos negocios que tienen las ventas estacionales, sino pregúntele a los que tienen sus negocios en playas y centros vacacionales.