En esta semana concluye la gestión gubernamental correspondiente al periodo 2013-2018, que impulsó una de las reformas educativas más profundas registradas en México.

En meses recientes, la SEP y algunos organismos han elaborado y publicado documentos que exponen con amplitud los resultados de la política educativa implementada en el país en los seis años de la presente administración.[1] Tal es el caso del documento “Educación en México 2013-2018. Balance y Perspectiva”, que constituye una memoria de la gestión educativa en ese lapso.

En esos materiales está documentada la experiencia y resultados de las estrategias, programas y proyectos impulsados para cumplir con el mandato fundamental de la reforma educativa, establecido en la Constitución General de la República: garantizar el derecho de las niñas, niños y jóvenes a una educación de calidad. La invitación a leerlos y analizarlos está abierta. Bienvenida la crítica basada en argumentos y evidencias sólidas.

 

 

En lo personal, concluyo mi responsabilidad al frente de la Subsecretaría de Educación Básica con la satisfacción de haber contribuido, junto a un gran equipo de colegas, servidores públicos, académicos, expertos y especialistas en educación, legisladores y, sobre todo, con la participación de miles de maestros, directivos, supervisores, madres y padres de familia, ciudadanos y organizaciones civiles y empresariales, a construir y poner en marcha una de las transformaciones educativas más ambiciosas no sólo en México, sino en América Latina: el modelo educativo para la educación obligatoria.

Pese a las turbulencias generadas por el periodo de transición, soy optimista por dos razones principales: en primer lugar, porque el nuevo Modelo Educativo, construido a partir de las demandas, aspiraciones y propuestas de los genuinos protagonistas de la tarea educativa -profesores, alumnos, madres y padres de familia, directivos, supervisores- está en marcha en la gran mayoría de las comunidades escolares del país. En segundo término porque el relevo institucional en la Secretaría de Educación Pública corresponde a un equipo de profesionales que, estoy cierto, sabrán continuar con los avances y transformaciones que requiere nuestro sistema educativo.

Diversos indicadores muestran que el país cuenta hoy con un sistema educativo cualitativamente mejor que hace seis años. Las tasas de cobertura escolar continúan en ascenso en todos los niveles educativos; las tasas de reprobación y deserción tienden a reducirse y la eficiencia terminal continúa su ascenso, de manera gradual.

No obstante, el mayor desafío en los niveles de la educación obligatoria, continúa siendo la mejora sostenida y generalizada de los aprendizajes de los alumnos, como lo muestran los recientes resultados de Planea 2018. La gran diferencia respecto a años anteriores, estriba en que hoy las comunidades escolares mexicanas cuentan con un conjunto de instrumentos, mejor articulados y sólidos, para el mejoramiento gradual de los aprendizajes de los alumnos.

Desde mi perspectiva, tres son los mayores logros de la política educativa durante el sexenio:

El primero consiste en haber impulsado la reforma al artículo 3º de la Constitución General de la República y las correspondientes de las entidades federativas, para establecer el derecho de las niñas, niños y jóvenes a servicios educativos de calidad[2]. Tal mandato ha sido la llave para conferir un profundo cambio al sistema y a la política educativa, con enfoque  integral y visión de largo plazo.

El segundo estriba en la articulación de los cambios al marco jurídico e institucional del sector educativo, que ha permitido al Estado mexicano reasumir –en un proceso no exento de resistencias- la rectoría de los procesos educativos, poniendo por encima de intereses particulares, el interés superior de la niñez.

El tercer logro ha sido la construcción del Modelo Educativo para la Educación Obligatoria[3], a partir de los planteamientos y propuestas emanados de amplios procesos de consulta nacional, realizados en 2014 y 2016[4], que definieron un consenso para lograr mejores contenidos, mejores escuelas y mejores maestros.

El Modelo Educativo establece una estrategia para la transformación del sistema educativo, articulada en cinco ejes:

El primero, un nuevo planteamiento curricular, contenido en el Plan y Programas de Estudios para la Educación Básica, Aprendizajes Clave para la Educación Integral, que entró en vigor en el presente ciclo escolar.

El nuevo plan y programas de estudio parte de la definición clara de los fines de la educación en el siglo XXI y del perfil de los alumnos y ciudadanos que México requiere formar para enfrentar con éxito los enormes desafíos del país, en el contexto de la economía y la sociedad del conocimiento.

El segundo eje, consiste en poner a la Escuela al Centro del Sistema Educativo Nacional, mediante una estrategia para articular los esfuerzos de todos los sectores involucrados en el proceso educativo y alinear los recursos a las prioridades educativas del país.

El tercer eje, es la Formación y Desarrollo Profesional Docente, como una estrategia que fortalece el papel de las maestras y maestros en el proceso educativo, haciendo del mérito y la mejora continua, los factores clave para la mejora de la calidad educativa.

El cuarto eje es la Inclusión y Equidad como estrategia transversal para lograr el derecho de todas las niñas, niños y jóvenes a una educación de calidad, considerando sus necesidades y su contexto.

El quinto eje, es la Gobernanza del Sistema Educativo, como estrategia para convocar e impulsar la participación corresponsable de los tres órdenes de gobierno, los tres poderes de la Unión y las organizaciones magisteriales, civiles y empresariales en el mejoramiento permanente del sistema educativo.

En los cinco ejes se registran avances considerables. El “Libro Blanco de la Reforma Educativa 2013-2018” los documenta de manera pormenorizada[5].

Los análisis de diversas reformas educativas en el mundo muestran que la variable clave en su éxito o fracaso, está en la eficacia de su implementación a lo largo del tiempo. Por ello, la SEP elaboró y publicó la “Ruta de Implementación del Modelo Educativo para la Educación Obligatoria”[6], documento que detalla las acciones, las áreas responsables de su ejecución, las metas y cronogramas hasta el término de la presente administración.

A escasos días de que concluya la gestión, los avances en la implementación del nuevo Modelo Educativo son considerables y evidencian el grado de apropiación de los cambios por parte de las comunidades escolares.

Sin duda, uno de los cambios más importantes que arroja resultados alentadores y motiva el optimismo de quienes participamos en los procesos educativos, es el fortalecimiento de la autonomía de gestión de las escuelas de nivel básico. El enfoque adoptado, tomando la experiencia y las mejores prácticas educativas, a nivel nacional e internacional, demostró que son las comunidades escolares quienes mejor conocen los retos específicos que enfrentan y tienen la cercanía y capacidad para tomar decisiones efectivas para atenderlos.

En esta semana especialistas del Banco Mundial presentaron los resultados del estudio de evaluación de impacto de la política de gestión escolar aplicada en México entre 2015 y 2018.[7] Los hallazgos en una muestra de 1,665 escuelas de nivel básico arrojaron no sólo que los niveles de gestión mejoraron en las siete entidades federativas analizadas (Estado de México, Durango, Guanajuato, Morelos, Puebla, Tabasco y Tlaxcala) y en todos los componentes de la gestión escolar, sino también registraron efectos positivos en los aprendizajes de los alumnos, medidos a partir de los resultados de la prueba Planea. El estudio confirmó los avances en la implementación del nuevo Modelo Educativo, evidenciando el grado de apropiación de los cambios por parte de las comunidades escolares.[8]

Hace unas semanas también el  Banco Mundial dio a conocer el estudio ¿Qué impacto tiene el Programa Escuelas de Tiempo Completo en los estudiantes de educación básica?[9] evidenciando los efectos positivos que ha tenido este programa sobre los aprendizajes de los estudiantes de las escuelas primarias y la reducción del rezago escolar. La investigación mostró que los impactos positivos del programa se mantienen a través del tiempo y sus beneficios son mayores en los alumnos de escuelas ubicadas en localidades de mayor vulnerabilidad social y de alta marginalidad. Se demostró, asimismo, que el Programa Escuelas de Tiempo Completo(PETC) constituye una de las más importantes acciones de la política educativa en la presente administración.

El número de escuelas cuya jornada escolar se amplió a 6 y 8 horas, pasó de 6 mil 708 en el ciclo 2012-2013 a 25 mil 134 escuelas en el ciclo escolar 2017-2018, en beneficio de 3.6 millones de alumnos. En poco más de 19 mil planteles –casi 70% en localidades indígenas o rurales-  el programa incluye la entrega de apoyos alimenticios del DIF o proporcionados por la propia escuela. Los resultados del estudio del Banco Mundial mostraron que el Programa de Escuelas de Tiempo Completo contribuye a reducir la proporción de los estudiantes en el nivel más bajo de desempeño en las pruebas de aprendizaje, tanto en Matemáticas como en Lenguaje y Comunicación. Asimismo, la investigación validó la decisión de priorizar la implementación del programa en escuelas ubicadas en contextos de alta marginación social, ya que es precisamente en estas escuelas donde la intervención registró el mayor impacto en los aprendizajes y en la disminución del rezago escolar grave.

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A partir del 1º de diciembre la Nación comienza un nuevo ciclo. En lo que concierne a la política educativa, el equipo entrante cuenta con un marco jurídico e instituciones robustas para consolidar los avances. Pero sobre todo, tendrá a su favor a las miles de comunidades escolares proactivas y empoderadas para ser actores principales de un sistema educativo a la altura de las necesidades y aspiraciones de todos los mexicanos.

[1] SEP, “Libro blanco de la Reforma Educativa 2013-2018”:

 https://drive.google.com/uc?id=1A8kqqE171LMHq3YHv7QOR4PLzoHo1L6O&export=download (Descargable)

 SEP, “Informe de Rendición de Cuentas, 2013-2018”

 https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/411123/Informe_de_Rendici_n_de_Cuentas_de_la_Administraci_n_2012-2018.pdf (Documento en pantalla)

 OCDE, Una Base Sólida para la Equidad y la Calidad de la Educación en México:

 https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/414157/OECD_Mexico_Schools_Report_FINAL.pdf  (Documento en pantalla, versión en inglés)

https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/414156/Resumen_Ejecutivo_OCDE__en_espan_ol_.pdf   (Documento en pantalla, resumen ejecutivo, versión en español)

[2]  La reforma al artículo 3º de la Constitución, aprobada en diciembre de 2012,  establece que “El Estado garantizará la calidad en la educación obligatoria de manera que los materiales y métodos educativos, la organización escolar, la infraestructura educativa y la idoneidad de los docentes y los directivos garanticen el máximo logro de aprendizaje de los educandos”.

[3] https://www.gob.mx/nuevomodeloeducativo

[4] Los Foros de Consulta Nacional para la Revisión del Modelo Educativo 2014 y 2016 pueden consultarse en los sitios: http://www.forosdeconsulta2014.sep.gob.mx/ y en el sitio: https://www.gob.mx/modeloeducativo2016

[5] SEP, “Libro Blanco de la Reforma Educativa 2013-2018”. México, 2018. Descargable en el sitio: https://www.gob.mx/sep/documentos/libro-blanco-reforma-educativa-2013-2018-182474

[6] Descargable en el sitio: https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/207248/10_Ruta_de_implementacio_n_del_modelo_educativo_DIGITAL_re_FINAL_2017.pdf

[7] Banco Mundial, ¿Qué impacto ha tenido  la política de autonomía de la gestión escolar sobre la calidad de los servicios educativos?. Se puede consultar en el sitio: http://documentos.bancomundial.org/curated/es/462241542754975539/pdf/132267-repl-Impacto-Servicios-Educativos.pdf

[8] El quinto transitorio de la reformas al artículo 3º Constitucional del 2013, establece la obligación de los ejecutivos y los congresos, federal y estatales, para fortalecer la autonomía de gestión escolar. La reforma a la Ley General de Educación también introdujo diversos cambios en materia de autonomía de gestión, particularmente lo previsto en los artículos 12, fracciones Vbis y VIIbis, 25 y 28 Bi.,

[9] Ver SEP, https://www.gob.mx/sep/prensa/comunicado-250-destaca-banco-mundial-impactos-positivos-del-programa-escuelas-de-tiempo-completo-uno-de-los-componentes-clave

 

*** El autor es Subsecretario de Educación Básica de la SEP.