Ante la caída en la producción de gas etano por parte de Petróleos Mexicanos (Pemex) el país se ha visto en la necesidad de importar este producto lo que le ha ocasionado problemas financieros a la hoy empresa productiva del estado dado que el contrato firmado por la petrolera con la empresa Braskem, filial de Odebrecht, fue muy ventajoso para la trasnacional, en detrimento de la petrolera estatal.

El gobierno mexicano firmó un contrato en 2010 para que la empresa petrolera que dirige actualmente Octavio Romero surtiera de gas etano a un precio preferencial a la planta Etileno XXI, de la mexicana Idesa y la brasileña Braskem, lo que ocasionó grandes pérdidas a Pemex.

La Auditoría Superior de la Federación (ASF) informó en el resultado de la Cuenta Pública 2017, que las pérdidas se han multiplicado porque Pemex negoció desde 2010, durante el gobierno de Felipe Calderón, un contrato ventajoso a 20 años para la sociedad Idesa-Braskem, el cual fue ratificado durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.

De acuerdo con la ASF, en 2017 Petróleos Mexicanos perdió 1,707 millones de pesos por vender etano 36 por ciento debajo de su costo real a la planta de Etileno XXI.

El contrato que negoció   el gobierno calderonista con la empresa mexicana-brasileña en 2010 desencadenó un desastre industrial en Pemex: tan sólo durante los primeros 10 meses de operación de la planta establecida en Veracruz, el corporativo petrolera perdió cerca de 2 mil millones de pesos y dejó sin etano a sus propias plantas procesadoras de etileno –que dejaban altos márgenes de rentabilidad– para favorecer a Odebrecht, so pena de pagar multas multimillonarias.

La hoy empresa productiva del estado acumuló hasta noviembre de 2019 penalizaciones de poco más de 2,800 millones de pesos por incumplir con el suministro de gas natural al complejo petroquímico Etileno XXI, de la firma Braskem-Idesa, dice la ASF.

En su Informe del Resultado de la Fiscalización de la Cuenta Pública, la ASF añade que Pemex “solo le suministró al Complejo Etileno XXI, 92.1 por ciento del volumen pactado contractualmente (66 mil barriles diarios); por el suministro faltante (7.9 por ciento) pago penalizaciones por 810.16 millones de pesos”. Para frenar las pérdidas y revertir el déficit de etano, Pemex y Braskem-Idesa negocian este año los términos de su contrato a 20 años.

En el contrato Petróleos Mexicanos también se comprometió a asumir los costos para transportar el etano a Etileno XXI, y para cumplir con ello construyó un ducto especial de 226 kilómetros –en el que gastó más de 6 mil 110 millones de pesos, y arrendó un buque para completar el suministro.

El país ha tenido que adquirir del exterior grandes volúmenes de etano para poder surtir al complejo mexicano-brasileño, tan sólo en marzo del 2019, la petrolera importó 22 mil 346 toneladas de etano, 126 por ciento más que el mismo periodo del año antepasado, cuando la compra al exterior fue de 9 mil 886 toneladas, de acuerdo con datos del Sistema de Información Energética (SIE).

Los inversionistas de planta petroquímica, no solo obtuvieron de parte del gobierno de Felipe Calderón, un precio preferencial, sino también recibieron financiamiento de la Banca de Desarrollo mexicana. Nacional Financiera (Nafin) le otorgó un crédito a Braskem por 280 millones de dólares y el Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext) otros por 120 millones de dólares, todo esto en las mejores condiciones y ventajosas tasas de interés.

Hay que recordar que la justicia de Brasil lleva a cabo desde hace varios años una investigación sobre los sobornos que el gigante de la construcción Odebrecht repartió en nueve países de América Latina y dos africanos para obtener contratos millonarios, conocido como caso “Lava Jato” alcanzando a la Presidencia de México –durante la gestión de Felipe Calderón, por el sospechoso contrato que se firmó en 2010 con Etileno XXI y Pemex.

La actuación de Felipe Calderón a la hora de negociar el contrato para que Pemex surtiera el gas etano por debajo del costo real a la planta donde esta de socia una filial de Odebrecht llama a sospecha y tal parecía que de lo que se trataba era quebrar a la petrolera estatal. La empresa pública subsidiaba a la empresa privada.

El gobierno de Calderonista no solo subsidio a Etileno XXI, también fue capaz de vender por debajo de su costo gasolinas y diésel por más de un billón de pesos. Este subsidio a los combustibles ocasionó un daño patrimonial a las finanzas públicas del país y a Pemex.

Con los subsidios que entregó el gobierno de Felipe Calderón a la empresa mexico-brasileña y a los consumidores de gasolina y diésel, cuántos hospitales, escuelas se hubieran podido construir y dar servicio a la población que tanto necesita de esos servicios.