El académico y analista financiero Carlos Elizondo Mayer-Serra publicó el pasado 19 de enero en el diario Reforma una columna que lleva por nombre “Crudo sin valor” en la que manifiesta su molestia por los dichos del Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), en la conferencia mañanera de este miércoles ocho de enero en la que el primer mandatario se refirió a la subasta de bloques petroleros que "fueron un rotundo fracaso [...] Esto no es un asunto político, ideológico, es [un] juicio práctico. ¿Para qué quieren contratos, si no invierten?".

Para el columnista del Reforma esta es una equivocación del líder del ejecutivo ya que “Las empresas sí lo están haciendo. Ya pagaron por el derecho a hacerlo, pero es una inversión que requiere tiempo. AMLO no parece haber aprendido que es un negocio incierto donde no basta hacer un hoyo y extraer el crudo como si fuera un pozo de agua”.

El Dr. Elizondo agrega que el gobierno de la Cuarta Transformación apuesta al petróleo, pero no quiere comprometerse a sacarlo, ya que la actual administración federal quiere tener congelados los recursos que hay en aguas profundas, "aquel tesorito con el que Calderón quiso vender su reforma petrolera”. En el subsuelo, no vale nada. Dado el cambio tecnológico en el sector automotriz y de transporte, en general, no falta mucho tiempo para que no tenga sentido extraerlo. Sobre todo, el crudo caro e incierto en aguas profundas”.

La negativa de López Obrador para no licitar reservas petroleras en aguas profundas es un error, por lo que el analista propone que se licite a los privados campos en aguas profundas. “Licitar estas reservas, tanto las de Pemex como las del Estado. Así, se recibe algo de dinero como pago por el derecho a desarrollarlas, y si el inversionista tiene éxito, el gobierno obtiene un porcentaje de lo encontrado. Éste puede ser muy alto si las licitaciones se hacen bien”.

Al parecer al analista financiero le hacen falta datos sobre la inversión que se ha hecho en aguas profundas y las licitaciones que ya se hicieron. En mi opinión al Dr. Mayer le hace falta leer y comprender el Plan de Negocios de Petróleos Mexicanos (Pemex) 2019-2024 , en donde aparecen cifras que comprueban el fracaso de la Reforma Energética impulsada en el gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto.

El pasado 17 de julio fue publicado el Plan de Negocios 2019-2024 de Pemex, en el documento de 221 páginas se plantean 11 objetivos estratégicos para enfrentar la crisis que atraviesa la petrolera nacional y mantener su viabilidad financiera y de operación a corto y largo plazo.

El diagnóstico del Plan de Negocios de la hoy empresa productiva del Estado contiene datos precisos sobre la situación operativa de la petrolera en lo que se refiere a las reservas de hidrocarburos, exploración de nuevos yacimientos, la producción de petróleo, gas natural, productos refinados y la inversión de los últimos años.

El texto informa que la producción de petróleo en México ha tenido una baja considerable en los últimos años y esto se debe a “La fuerte caída en años pasados de los precios del petróleo y la baja inversión, así como la complejidad en los yacimientos maduros y la declinación natural de los campos son elementos que contribuyeron a la reducción de los niveles de producción del país; si consideramos los 3,256 Millones de barriles diarios (Mbd) de crudo producido en 2006, respecto a los 1,823 Mbd de 2018, la reducción alcanza más de un 40 por ciento”.

En el diagnóstico del plan de negocios de Pemex, en lo que respecta a la inversión se observa que "en el periodo 2000-2018, el 39 por ciento de los recursos de exploración se orientaron a proyectos en aguas someras, lo que representa 258 mil millones de pesos".

Los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto invirtieron 213 mil millones de pesos que se destinaron a los proyectos de agua profundas, lo que corresponde a un 32 por ciento de la inversión total disponible, mientras que cerca de un 20 por ciento correspondió a proyectos en campos terrestres, principalmente.

En el periodo 2008-2018, Pemex destinó un 45 por ciento de sus recursos para exploración en proyectos de aguas profundas. Lo paradójico de esta inversión en aguas profundas es que no ha dado los resultados esperados ya que en 17 años de esta inversión la empresa no cuenta todavía con algún campo nuevo de producción de este tipo, "no obstante, le ha permitido estimar recursos prospectivos por 27 mil millones de barriles de petróleo crudo equivalente, a tener recursos contingentes por 2,036 Millones de barriles de petróleo crudo equivalente".

Los datos con los que tampoco cuenta el egresado del Colegio de México y con doctorado en la Universidad de Oxford es que en enero del 2018 se llevó a cabo la Ronda 2.4 en aguas profundas donde la petrolera Shell fue la gran ganadora, al llevarse nueve de las 29 áreas licitadas en el proceso, ya sea en consorcio o de manera individual.

La empresa anglo-holandesa ganó los campos dos, tres, cuatro, seis, siete, ubicados en la provincia de Perdido, así como los contratos de las áreas 20, 21, 23 y 28 localizados en la Cuenca Salina, en el Golfo de México.

PC Carigali –filial de la malasia Petronas- obtuvo en esa licitación dos áreas en solitario y cinco más en consorcio.

Pemex se adjudicó cuatro de los bloques licitados que corresponden a aguas profundas del Golfo de México, dos en asociación y dos de manera individual.

La columna de Carlos Elizondo Mayer-Serra aporta cifras interesantes que no favorecen su argumento cuando dice que: “Según datos de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, en noviembre del 2019 se produjeron 98 mil 400 barriles diarios derivados de los contratos privados, casi 30 mil barriles diarios más que en noviembre del 2018. En contraste, en noviembre del 2019 Pemex produjo 1 millón 606 mil barriles diarios, 19 mil menos que el millón 625 mil de noviembre del 2018. Frente a lo prometido por Pemex, es un fracaso. Siguiendo su lógica, ¿AMLO le recortará dinero a Pemex?”.

La producción de petróleo por parte de las empresas petroleras privadas es muy poca y no representa ni el 10 por ciento de lo que extrae Pemex, esto a pesar de que esta inversión privada está explotando yacimientos en aguas someras y terrestres desde el 2016. Empresas como: Eni, Total Repsol, Shell, Lukoil y Petronas que obtuvieron licitaciones en consorcios o individuales, no han podido contribuir a una mayor producción de crudo, lo que provoca un desencanto de la Reforma Energética.

El Plan de Negocio de Pemex del gobierno de la Cuarta Transformación contempla recortes a la inversión en aguas profundas, y en aguas someras y terrestres ésta contempla mayor presupuesto y ésto ya está dando resultados, ya que Pemex descubrió en diciembre de 2018, 20 nuevos campos (16 marinos en aguas someras del golfo de México y cuatro terrestres) con reservas probadas de 400 millones de barriles de petróleo crudo equivalente de mil 100 millones de barriles de petróleo crudo equivalente de reservas probables (2P), a una profundidad de 34.9 metros.

El mayor error a mi parecer del texto de Reforma del académico es cuando habla de que “Los barriles producidos por los privados no le costaron nada al gobierno y una parte importante de las ganancias son para éste. La inversión en Pemex proviene de recursos fiscales. Implicó recortes del gasto público”.

No sabrá el Dr. Carlos Elizondo que Pemex era y sigue siendo la empresa petrolera que más impuestos y derechos paga en el mundo y este recurso es una parte considerable del Presupuesto de Egresos del país, por lo que es injusto que se diga que lo que produce la hoy la empresa productiva del Estado es a través de recursos fiscales, cuando a las empresas privadas no les cobran ni la mitad de las contribuciones que le cobran a la petrolera estatal.

La columna del egresado del Colegio de México, tuvo gran aceptación entre varios columnistas de negocios como Valeria Moy, Jorge Suárez Vélez, entre otros a pesar de lo limitado del análisis del texto.