Las autoridades federales en Nuevo León dieron a conocer lo que, en periodismo clásico sería calificado como “un duro golpe al narcotráfico”.

Se informó que las fuerzas federales capturaron a dos hombres y una mujer a quienes les aseguraron casi 8 kilos de cocaína y unos 15 kilos de heroína, así como 7 mil 400 dólares en efectivo.

¿Dónde ocurrieron estos hechos? Ah, pues en el municipio “blindado”, el “más seguro de México”,  como dice la propaganda oficial, que no dice que también es el gran mercado de las drogas en el estado y en el país, por más que lo niegue el alcalde Miguel Treviño.

Pues bien, haciendo números, un kilo de cocaína tiene un precio estimado de 12 mil 500 dólares en el mercado negro. Multiplíquelo por 8 kilos, y dan una pérdida de 100 mil dólares para los narcotraficantes.

Pero la mayor pérdida para los delincuentes fue la de 15 kilos de heroína, que está cotizada más o menos en 35 mil dólares, lo que les deja una merma a los delincuentes de 525 mil dólares.

Esto sí es un triunfo para la Fiscalía General de la República, porque, olvídese del dinero ¿cuántas dosis fueron sacadas de las calles?

La mala noticia es que estos detenidos son apenas un trío de peces de un enorme cardumen en el mar de la oscuridad que significa el mercado negro de San Pedro Garza García, Nuevo León.