Se dice que la división e intriga social entregó la nación al presidente electo Andrés Manuel López Obrador; como sea, a partir del uno de diciembre representará mundialmente a todos los mexicanos y Nicolás Maduro, se convertirá en el testigo incómodo del hecho histórico revolucionario. 

Para ese entonces AMLO habría presentado a detalle su Plan Nacional de Seguridad que plantea dividir al país en 265 regiones, y con el objetivo de cumplir con el programa 2018-2024  su próximo titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), Víctor Villalobos Arámbula, se maneja en la misma retórica política de fragmentar a México pero en cinco regiones: 1.- Noroeste 2.- Noreste 3.- Occidente 4.- Valles altos 5.- Valles sur Lo anterior para poder atender las necesidades de los productores y aprovechar con todo su sector mediante la dependencia federal que se estima solo se llamará, Secretaría de Desarrollo Rural, y en ese proceso de descentralización sus oficinas de operación se ubicarán en Sonora.

En la aún llamada SAGARPA, mañana Secretaría de Desarrollo Rural, hay cosas que se deben hacer en lo inmediato; en cuanto lleguen al poder, Andrés Manuel y el Doctor Víctor Villalobos, crearán el organismo llamado Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), fusión entre Diconsa y Liconsa, la atención a los del sector primario  debe ser rapidísima sobre todo para reactivar el campo, pero los ganaderos igual exigen respuestas y soluciones rápidas; como los mismos pescadores y la acuacultura mexicana que parece una pecera abandonada. 

Aquí es donde entrará el intelecto o desencanto de Raúl Jiménez Angulo, próximo comisionado de Pesca, quien ya tiene al depredador más temido de las aguas interiores esperándolo, me refiero al pescado venido del Amazonas, científicamente conocido como Hypostomus plecostomus, o temerosamente, pez diablo.

Esta especie invasora y exterminadora de especies endémicas de los vasos lacustres nacionales, por lo menos en Tamaulipas es tan peligrosa como el mismo Chupacabras, el críptido legendario que volvió loco en su momento a los ganaderos, pero en el México del sureste, específicamente en Tabasco la Chef Lupita Vidal del restaurante La Cevicheria, prepara platillos hechos a base del plecus, pero eso no es todo, capacita a los artesanos a elaborar comidas con esta especie, mientras que en el México del noreste, refiriéndome al estado de Tamaulipas los pescadores y la sociedad en general le tienen un miedo enorme, por lo que las autoridades locales de Pesca y Acuacultura están estudiando sus niveles de contaminantes y distribución para valorar qué se puede hacer con este animalito acorazado. 

Entonces Raúl Jiménez Angulo, deberá colaborar con los tamaulipecos como con los pescadores de otras entidades para controlar esta epidemia y comportamiento del Hypostomus plecostomus, alias “el exterminador” de las especies endémicas que desde hace años es el terror de ríos y lagunas. 

Como le digo, la amenaza ha sido tal que la Secretaría de Pesca y Acuacultura de Tamaulipas a cargo de Raúl Ruiz Villegas, comenzó a evaluar al pez diablo a través de un estudio científico de “Distribución y Abundancia” que se encuentra ya en un 70 por ciento; este fue uno de los graves problemas a los que se encontraron los nuevos funcionarios de pesca tamaulipeca, quienes por cierto por instrucciones del gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, al igual que Andrés Manuel, apuesta por descentralizar el gobierno, y ubicó las oficinas de Pesca en la ciudad de Tampico, desde donde Ruiz Villegas, informó que al llegar a ocupar el cargo estatal, se encontraron con esta especie invasora, conocieron la problemática y en abril del año pasado comenzaron con el estudio científico para encontrar la forma en cómo va a ser subsanado y aprovechado para beneficio de los tamaulipecos.  En el relato, Raúl Ruiz, confía que su tocayo  Raúl Jiménez Ángulo, pueda ser el funcionario federal que les dé las herramientas necesarias para que en coadyuvancia con el gobernador Cabeza de Vaca, puedan explotar al máximo los beneficios naturales del pez diablo, que según Ruiz Villegas, basado en los primeros resultados del estudio científico puede ser consumido para fortalecer la vida alimentaria de los mexicanos, y debido a sus altos niveles de colágeno interesaría a la industria cosmética, como a los productores de alimentos proteicos para animales de granja.  Por cierto, el funcionario tamaulipeco que se nota despertado por el poco interés al sector pesquero por parte del gobierno federal peñanietista, reconoció la importante colaboración de los biólogos de la Secretaría y de la Universidad Tecnológica del Mar de Tamaulipas (UTMART), quienes han realizado labores titánicas para avanzar en el estudio científico del pez diablo, el animal acuático que pone en aprietos la economía de pescadores, la vida de otras especies, y el futuro de la acuacultura tamaulipeca. 

Raúl Jiménez Angulo, al diablo con este pez y que sea usted quien se encargue de controlarlo porque desde la época del calderonismo, seguida por el peñanietismo, nadie ha podido con esta especie oriunda del Amazonas ¿podrá o también se va a ahogar?  davidcastellanost@hotmail.com @dect1608